El Baúl de los Deportes
Perico Fernández, el boxeador que tocaba el piano y fue campeón del mundo con una costilla rota
El 21 de septiembre de 1974, el púgil aragonés ganó el título de los superligeros al vencer a los puntos al japonés Furuyama
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Cuando alguien desciende a los infiernos después de alcanzar la gloria es tentador apuntar el foco hacia los capítulos más tristes, incluso sórdidos. Porque son hechos que provocan lógica sorpresa, incredulidad y, en consecuencia, se convierten en noticia. El batacazo vital protagonizado por Pedro Fernández Castillejos ... (Zaragoza,19 de octubre de 1952 – Zaragoza, 11 de noviembre de 2016) en sus últimos lustros de vida fue tan estrepitoso y concatenado que acabó por enterrar bajo la niebla del escándalo lo más importante: sus éxitos deportivos. El más destacado, el título mundial logrado hace casi medio siglo.
El 21 de septiembre de 1974, Perico Fernández se proclamó campeón del mundo de boxeo en la categoría 'superligeros' tras derrotar a los puntos al japonés Tetsu 'León' Furuyama. El combate, celebrado en Roma, fue seguido con gran expectación en España. Entonces no se medían los datos de audiencia, pero la pelea fue transmitida en directo por la Primera Cadena de Televisión Española (TVE) en horario estelar, las diez de la noche de aquel sábado. Sólo existía oro canal, la Segunda Cadena de TVE, así que el seguimiento de la cita deportiva fue masivo.
Los periódicos también destacaron como se merecía tal hazaña deportiva. «Perico, campeón mundial. Logró lo increíble», tituló 'Marca' a toda portada. Los principales diarios contaron con enviados especiales en la capital italiana. Así, la crónica de ABC fue dictada telefónicamente desde allí por el jefe de la sección de Deportes, Enrique Gil de la Vega, 'Gilera': «El español Perico Fernández se ha proclamado campeón del mundo de los superligeros ante el japonés Lion Furuyama, en el Palacio de los Deportes de Roma. Es casi seguro que cuando el pasado mes de julio Perico Fernández arrebataba la corona continental a Tony Ortiz, en el madrileño campo del Gas, debía estar muy lejos de pensar que dos meses después iba a ceñirse la corona mundial de la categoría, en versión del Consejo Mundial. Pero así ha sido. La carrera del púgil aragonés ha llegado a lo más alto».
«La pelea es fácil de describir porque Pedro Fernández ha sido mejor que el japonés en la larga distancia y en el cuerpo a cuerpo, que es donde se ha desarrollado la mayor parte del combate –prosigue la crónica-. Las salidas eran favorables a Perico que casi siempre colocaba la derecha en el rostro de Furuyama. El defecto del aragonés ha estado en que ha prolongado demasiado su estatismo en el cuerpo a cuerpo, cubriéndose con sus manos. Lo que aprovechaba el japonés para dar en los flancos, pero eso no tenía ningún valor efectivo».
Título vacante
'El Mundo Deportivo' también le dedicó la foto de portada a Perico Fernández. Y también tuvo un enviado especial en Roma: «Anoche, en el Palacio de Deportes de Roma, que registró media entrada, Perico Fernández sé proclamó nuevo campeón del mundo de los pesos superligeros, al ser de claro vencedor a los puntos del japonés Tetsuo Furuyama. El título, como ya se sabe, estaba vacante por renuncia del italiano Bruno Arcan, que ha pasado a la categoría superior del peso welter».
En la ceremonia de pesaje previa a la pelea el español marcó 63,200 kilos, cien gramos menos que el nipón. La misma noche de la velada ambos alcanzaron el máximo permitido en la categoría: 63,5 kilos.
La agencia Alfil detalló el desarrollo del combate durante cada uno de los quince asaltos programados: «Primer round: momentos iniciales de tanteo por ambos púgiles, con Furuyama guardando el centro del ring. Perico se dedicó especialmente a combatir la media distancia para probar la potencia de pegada de su rival... 2º: mayor iniciativa del púgil español, aunque le japonés consiguió conectar un uppercut de derecha al rostro del campeón de Europa… 3º: golpes del español en corto al rostro del adversario. El púgil nipón se resintió, pero encajó bien el castigo. Cuando quedaban escasos segundos para finalizar este asalto, Perico recibió un crochet de derechas… 4º: asalto de transición…».
«5º: el crochet de derecha del español llegó cinco veces con claridad al rostro del japonés. El gancho de Furuyama entra con cierta facilidad… 6º: buenas series de golpes del japonés, aunque Perico llegó en dos ocasiones nítidamente al rostro de su adversario.. 7º: Furuyama logró conectar un precioso crochet de derecha al rostro del campeón de Europa… 8º: eI inglés Danking (árbitro de la pelea) dijo a Furuyama que levantase la cabeza. Furuyama siguió dominando el centro del ring, aunque el español parece que se decide a atacar… 9º: la campana ha salvado al japonés de perder por ko. A falta de cincuenta segundos para finalizar el round, Fernández conectó un crochet de derecha, seguido de otro de izquierda, y otra serie igual. Furuyama, al finalizar el round se agarró a las cuerdas esperando el minuto de descanso…».
«10º: Perico va hacia arriba. Puntea constantemente, obligando al japonés a ir por primera vez a las cuerdas. Perico domina el centro del cuadrilátero… Lo más bonito de todo el combate y propio de un superclase fue una esquiva de Perico que hizo que los espectadores gritaran 'Perico', 'Perico', 'Perico'… 11º: El campeón de Europa sigue dominando y, a base de su izquierda, deja el camino libre para que el crochet de derecha llegue a-su objetivo… 12º: El japonés ya no cae en la trampa de Perico, ya no pega la cabeza a la de Perico y golpea con ambos brazos. Las dos series de Fernández en el décimo asalto han surtido efecto...».
«13º: Asalto nivelado y sin golpes en ninguno de los dos contendientes… 14º: Furuyama sigue atacando constantemente y Perico le deja hacer. Extrañamente, el campeón europeo siempre fue para atrás y el público se enfadó con él. Esperaba más de Perico, y hasta ahora, salvo en tres rounds, el español ha defraudado. Y 15º: Saludo ritual en el último asalto con constante abucheo del público. Desde su rincón le gritan constantemente 'Perico, saca la derecha'; el español no hizo caso».
Terminado el combate, el árbitro inglés Roland Danking le dio 146 puntos a Perico y 145 a Furuyama; el juez japonés, Yusako Yoshida, 145-148 a favor de su compatriota; y por último, Fernando Perotti, juez español, 148-144 para su paisano. Fernández era el nuevo campeón del mundo.
La ajustada decisión no gustó a muchos de los espectadores presentes en el pabellón romano. Hubo pitos. Como ya habían hecho durante varios asaltos, criticaban la poca espectacularidad de la pelea, el excesivo 'boxeo control' ejecutado por Perico Fernández. Estrategia aparte, el público y la inmensa mayoría de quienes presenciaron el combate desconocían el percance físico que tuvo que soportar y superar el púgil aragonés.
«Desde el segundo asalto he peleado con una costilla rota –desveló Perico Fernández ante la prensa minutos después de ser proclamado campeón-. Fue un golpe que recibí en un flanco, que después lo he notado mucho Este ha sido el motivo de que mi forma de pelear no haya sido más lucida. Quizás el público se haya dejado llevar por la espectacularidad de la ofensiva de Furuyama. Pero, a la hora de puntuar, los golpes buenos han sido los míos. Le he sacudido con nitidez y, por tanto, he sumado más puntos».
«Mi victoria es justa. El japonés ha atacado mucho, pero nunca me ha llegado con peligro. El único que ha pasado apuros ha sido él. A mí me hubiera gustado tumbarle antes, pero con una costilla rota no se pueden hacer alardes. Estoy entero y creo que he ganado con merecimiento».
«Estuve a punto de abandonar»
Pese a su confesión, no pocos medios y aficionados dudaron de la lesión y, en consecuencia, siguieron considerando injusta la victoria de Perico Fernández. Este regresó inmediatamente a España. El mismo domingo, recién llegado al aeropuerto de Zaragoza, se ratificó. «Estuve a punto de abandonar», tituló el diario 'Aragón Exprés', que publica una foto del púgil vendado como consecuencia de «fisura y hundimiento de una costilla».
«Furuyama me cazó en una costilla. Notaba que se hundía –manifiesta Perico en dicho periódico-. Y me ahogaba. Entonces pensé que me buscaría otra vez en el mismo lado al darse cuenta. Y así fue. Por eso me tuve que preocupar de guardar siempre con un brazo y con el otro luchar…». 'Aragón Exprés', citando a uno de los periodistas que estuvo en Roma, desvela detalles de la preparación previa de la pelea: «Perico ha sido disciplinado en todo momento. No ha salido de la concentración. Se ha pasado el día del campeonato tocando el piano. De tener que disputar muchas peleas tan importantes como esta terminaría siendo profesor. Ha observado en todo las normas que le ha marcado su preparador. Ha sido disciplinado».
«A mí me hubiera gustado tumbarle antes, pero con una costilla rota no se pueden hacer alardes»
Perico Fernández
Fruto de esa disciplina, y como todo boxeador que llega a la cima universal, antes de la cita romana Perico Fernández había tenido que ir alcanzando la metas previas pertinentes: el 3 de marzo de 1973 se proclamó campeón de España al vencer a los puntos en Zaragoza al canario Cayetano Ojeda, 'Kid Tano'; el 26 de julio de 1974 se ciñó la corona continental en Madrid tras ganar al cordobés Toni Ortiz por K.O.; un mes más tarde, 23 de agosto de ese mismo año, defendió el título europeo en Viareggio (Italia) ante el italiano Pietro Ceru, al que derrotó por K.O. técnico.
El 19 de abril de 1975 también defendió con éxito el título mundial derrotando por K.O. al brasileño Joao Henrique en Barcelona. Sin embargo, tres meses más tarde, el tailandés Suansak Muangsurin le arrebató el cetro universal al noquearle en Bangkok. En 1977, el mismo Muangsurin le volvió a ganar, esta vez a los puntos, en Madrid. A partir de ahí, como ya está reseñado al comienzo, aquella disciplina inicial de Perico se fue diluyendo hasta desaparecer en un oscuro pozo sin fondo.
Ese deterioro vital no puede ni debe borrar sus virtudes boxísticas y los felices episodios de gloria, resumidos en los párrafos que cierran la crónica de ABC de aquella inolvidable velada de hace 49 años en la Ciudad Eterna: «Pedro Fernández es un hombre de 50 pulsaciones minutos antes del combate, inalterables en el desarrollo del mismo. Él peleó para sí mismo y no para cautivar al público con efectismos inútiles... España tiene, indiscutiblemente, un gran boxeador, además de un campeón del mundo. Que los haya más cálidos y mejores es otra cosa. Y el título mundial ha sido una concesión a su calidad».
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