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De la patada de Cantona al enganchón de Sarr: encontronazos entre deportistas e hinchas que acabaron en sanción

Los enfrentamientos físicos entre deportistas y aficionados en las últimas décadas han dejado sanciones ejemplares e imágenes lamentables

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Javier Corcuera

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El portero senegalés del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, se expone a una sanción de entre cuatro y doce partidos por encararse y agarrar a un aficionado del Sestao que supuestamente le había proferido insultos racistas. A lo largo de los últimos años, los castigos a deportistas por agredir a aficionados han ido desde leves multas económicas hasta largas suspensiones y millonarias penalizaciones.

La patada voladora de Eric Cantona

Eric Cantona era, mediados los noventa, todo un ídolo del Manchester United y una de las mayores estrellas de la Premier League. En 1995, durante un partido contra el Crystal Palace en Selhurst Park, vio la tarjeta roja por una fea entrada al portero rival, Richard Shaw. Cuando se dirigía hacia los vestuarios, un aficionado local le dedicó insultos xenófobos entre otras lindezas («Vuelve a Francia, con tu puta madre, bastardo»). Ni corto ni perezoso, la figura del United le lanzó una patada de kung-fu acompañada de un puñetazo.

La imagen dio la vuelta al mundo, provocando un escándalo sin precedentes que acabó con una sanción ejemplar para el francés: nueve meses fuera de los terrenos de juego y 120 horas de servicios comunitarios. Años después, preguntado sobre el incidente, Cantona no dio muestras de arrepentimiento, más bien lo contrario: «Debería haberlo pateado más fuerte. No puedo arrepentirme. Aprendí de ello y creo que él también», afirmó.

Láinez y Acuña, a golpes con aficionados del Villarreal

El final de la temporada 2001-2002 de la liga fue traumático para el Real Zaragoza, consumándose el descenso a Segunda en la última jornada en Villarreal. Una vez finalizado el partido, la afición local invadió el campo con los futbolistas aún sobre el terreno de juego. Láinez, portero zaragocista, se enzarzó en una pelea con algunos aficionados.

Su compañero, el paraguayo Roberto 'Toro' Acuña, comenzó a perseguir a un aficionado que había agredido al cancerbero maño y lo derribó de una patada, siguiendo con la trifulca a la que se sumaron varios aficionados más. La sanción, tanto para Acuña como para Láinez, fue ejemplarizante: siete partidos a cada uno.

Evra emula a Cantona

Al igual que Cantona, otro exfutbolista del Manchester United se vio envuelto en una agresión que acabó con una patada en la cabeza a un aficionado. Patrice Evra, enrolado por aquel entonces en las filas del Olympique de Marsella, en los prolegómenos de un partido de la Europa League frente al Vitoria Guimaraes. El lateral francés se vio envuelto en una tangana con un aficionado de su propio equipo que acabó recibiendo con una acrobática patada en la cabeza.

A raíz del incidente, Evra fue suspendido por la Comisión de Control y disciplina de la UEFA sin jugar competición europea en los siete meses que restaban de temporada y con una multa de 10.000 euros. Por su parte, el conjunto marsellés rescindió el contrato con el futbolista.

El portero del AZ Alkmaar patea a un ultra del Ajax

En 2011, durante un partido de la Copa de los Países Bajos entre el Ajax y el AZ Alkmaar, un aficionado del conjunto de Amsterdam saltó al terreno de juego durante el partido para agredir a Esteban Alvarado, portero costarricense del AZ. Alvarado se defendió e hizo caer al ultra al césped, pateándole a continuación.

El colegiado del partido le mostró la tarjeta roja, lo que provocó que se retirase su equipo del terreno de juego. Curiosamente, tras revisar las imágenes, la federación holandesa decidió retirar la tarjeta roja al portero tico al considerar su reacción lógica «al verse asaltado por sorpresa». Por su parte, el Ajax fue condenado a pagar una multa de 10.000 euros y el hincha a seis meses de cárcel.

Un puñetazo de 200 euros en el Tour

Este tipo de acciones no se limitan al fútbol. En el Tour de Francia de 2016, durante la dura subida al Peyresourde, Chris Froomele propinó un puñetazo a un aficionado colombiano que se cruzó en su camino cuando el británico se encontraba pedaleando en un empinado tramo del puerto.

A pesar de la polémica que se generó por la acción, Froome fue sancionado únicamente con una multa de 200 euros.

86 partidos de sanción y una multa de 5 millones

Una de las mayores sanciones recibidas por un deportista a causa de pelearse con aficionados la recibió Ron Artest en 2004. Artest, que más tarde cambió su nombre por Metta World Peace, protagonizó una tremenda tangana que incluyó tanto a jugadores rivales como a aficionados locales, repartiendo puñetazos por doquier.

Desde la NBA quisieron imponer un castigo ejemplar a todos los implicados, sancionando con un total de 143 partidos y 11 millones de dólares para los implicados. Entre ellos, el más perjudicado fue Artest, que estuvo alejado de las canchas 86 partidos y tuvo que desembolsar la friolera cifra de 5 millones de su bolsillo.

Persiguiendo a un aficionado del Real Madrid por la grada

Los más veteranos seguro que recuerdan una imagen que, mucho antes de la era de internet y los contenidos virales, protagonizó telediarios y páginas de prensa. En 1983, el Real Madrid de baloncesto recibía al temible Maccabi en el Pabellón de la Ciudad Deportiva en un partido de la antigua Copa de Europa. Por aquel entonces, los partidos entre madridistas e israelíes eran de máxima rivalidad y la tensión se palpaba en el aire. Durante una discusión entre jugadores, un aficionado lanzó una moneda al pívot del Maccabi, Earl Williams, quien la devolvió con violencia hacia la grada. Seguidamente, otro seguidor madridista lanzó una nueva moneda que impactó en la sien del jugador estadounidense, que se abalanzó a la grada en busca del aficionado. Por suerte para este último, Aulcie Perry, jugador del Macabbi, salió detrás de su compañero para impedir que alcanzase al aficionado.

Años más tarde, Williams confesó en una entrevista que «La gente sólo recuerda mi salto y piensa que yo iba a matar a alguien, pero no sabe que quien estuvo a punto de matarse fui yo mismo cuando Aulcie Perry me lanzó escaleras abajo. En mi vida me habían empujado y zarandeado de esa manera. Si el que me hace eso no es Aulcie, que era mi mejor amigo, sí que podía haberlo matado», recordaba.

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