Hazte premium Hazte premium

Isaac de Lebrija

Impelido por un Sevilla que andaba mudo en ataque, el acento goleador del nueve es el mejor motivo para construir el futuro

Ignacio Liaño Bernal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Al niño de Macarena ya lo paran por Lebrija. «El mediano de tus hijos es el que juega en el primer equipo del Sevilla, ¿no? El que ha marcado cinco goles en ocho partidos y levanta los brazos como un coloso». Él se limita a ... sonreír, sonrojado, con la luz viva en sus ojos, porque sigue caminando por su pueblo casi de la mano de su madre. Esboza tan sólo algunas palabras, todas ellas verdades nacidas en la mismísima tierra en la que Elio Antonio de Nebrija se convirtió en autor de la primera gramática castellana en 1492. Y es que hay quien decía hasta hace no mucho que este chaval era tímido, callado, decididamente cohibido, por más que hablase tan alto en verano como lo hacía con aquellos goles de pretemporada que convencieron a Mendilibar, y no así a una dirección deportiva preocupada en verano en aliviar problemas de espacio y en traer de fuera -Mariano- y confiar desde dentro -Rafa Mir- en nombres que nunca han estado a la altura ni de San Isidoro, ni de San Leandro, ni digamos ya de San Fernando. Todos ellos compartiendo pecho y escudo de cada camiseta blanquirroja.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación