Claves del desahogo
A Pimienta se le pueden achacar mil cosas, pero en cuanto a resultados anda callando bocas y puntuando a un ritmo que ni los más optimistas imaginaban con este equipo
Si comparamos este Sevilla con el de hace un año, verificamos que el plantel actual es mucho más limitado y con menos calidad que el de entonces. Infinitamente menos… porque en la primera parte de la anterior campaña 2023-24 el Sevilla tenía en ... nómina a gente como Sergio Ramos, Soumaré, En-Nesyri, Rakitic, Acuña o Fernando. De aquellos contrastados elementos, queda poco más que un recuerdo lejano. Hoy, las imposiciones salariales de LaLiga y una gestión pésima de los rectores durante los últimos años han transformado el vestuario sevillista, casi en tiempo récord, en un pelotón de soldados rasos… y lo que queda. Porque, prácticamente, sólo sobreviven un par de activos con lustre en el menguado Sevilla de entreguerras... y rezando andan todos para que en enero no venga nadie con el cheque a llevarse a Lukebakio o Badé.
Con tanta merma y (obligado) plan de ajustes, resulta que el Sevilla de Pimienta, que no juega a nada, camina cuasi sobrado más cerca de Europa que del descenso. A ocho puntos se va ya la brecha de la zona diabólica… y para mayor guasa, si en la próxima jornada cae el vecino en Anoeta y los chicos de Pimi vuelven a triunfar en casa el lunes con el Osasuna, habrá sorpasso en la ciudad. ¿Cómo puede ser? Con peor equipo de largo que el curso anterior, el técnico catalán ha hecho 18 puntos en estas primeras 14 jornadas de LaLiga, superando lo que consiguieron juntos en toda la primera vuelta del pasado campeonato entre José Luis Mendilibar, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores. Aquel Sevilla perpetró 16 puntos en 19 jornadas.
Todo ello sin contar con las múltiples bajas por lesión que ahora asolan al equipo y el sinfín de problemas sociales, financieros e institucionales que todos conocemos y lastran la mochila de club. Increíblemente, el Sevilla transita tranquilo y la clave de ese desahogo tiene un responsable principal: su entrenador, Xavi García Pimienta. Está optimizando los recursos de manera sobresaliente. Al ex de la UD Las Palmas se le podrán achacar mil defectos sobre el juego y sus decisiones a la hora de componer la alineación y manejar los partidos, pero en cuanto a resultados anda callando bocas sin pausa y puntuando a un ritmo que ni los más optimistas imaginaban con este equipo.
Dice Pimienta que ganando con sufrimiento se crece. Realmente el fútbol va de eso. Chapeau para él y méritos en el desahogo para el que lo trajo, el director deportivo, Víctor Orta, y para el que lo renovó cuando ni siquiera había ganado un partido, provocando casi un cataclismo entre la prensa y los propios sevillistas, que no es otro que su presidente, José María del Nido Carrasco. Tiempo y curro tienen todos para esquivar palos, pero si aquí están acertando, que conste en acta.
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