Sevilla y García Pimienta: diálogo y reconciliación tras la polémica por los fichajes

Alberto Fernández

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13/02/2025
Actualizado a las 16:02h.

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Al Sevilla le ha estallado una bomba en las manos que no esperaba. Xavi García Pimienta no ocultó su decepción por la falta de dos fichajes más en la sala de prensa antes de recibir al Barcelona en el Sánchez-Pizjuán. El mercado estaba cerrado y no había vuelta de hoja. Sin embargo, el entrenador expresó, de forma educada aunque sin miramientos, su frustración (sin callarse nada) por la situación de falta de efectivos que se le había generado de cara a la segunda vuelta, crítica que molestó terriblemente a los dirigentes, puesto que su popularidad siempre está por los suelos y afirmaciones como las vertidas por Pimienta no ayudan a que el clima crispado que suele reinar en el Sánchez-Pizjuán baje de intensidad. Un paso duro del técnico al que, igualmente, le ha cogido por sorpresa la tempestad desatada con sus declaraciones. No ha calibrado hasta dónde podía llegar su reclamación. No es que lo hiciese de buena fe, pero tampoco para poner en la diana a sus superiores.

Desde la derrota del domingo contra el Barcelona, los primeros días de la semana han servido para que las aguas, poco a poco, vuelvan a su cauce, ya que las palabras de Gaby Ruiz, del equipo de trabajo de Víctor Orta, en la previa contra el conjunto azulgrana echaron si cabe un poco más de leña al incendio. Las partes han hablado en estos días. Todos los actores implicados han tratado de hacer ver a la otra parte su reclamación y quieren que este problema se termine cuanto antes. Sólo las victorias pueden borrar los problemas internos, aunque existen formas de actuar que también ayudan a que las relaciones personales tocadas se vayan recomponiendo. Al menos durante el tiempo que resta de temporada.

El presidente del Sevilla, quien estuvo en el entrenamiento del jueves junto al director deportivo y charlaron al final con el entrenador reflejando de cara al grupo el acercamiento, no quiso ahondar demasiado en este espinoso asunto cuando fue preguntado por Pimienta o la plantilla, también en la previa del último partido de Liga en Nervión. Evidentemente, defiende la actuación del club en el mercado y es la persona que más se ha molestado por las declaraciones de su entrenador. Tras un primer aviso privado a las pocas horas de conocer el hecho donde venía a decir que no podía vender a sus compañeros de viaje, también ha suavizado el tono en privado, tendiendo puentes en una temporada donde no está todo dicho, ni por arriba ni por abajo, y que puede volverse en contra del propio Sevilla a poco que alguno de los tres implicados rompa la baraja. Cuando todo se haya calmado en lo deportivo será momento de hablar tranquilamente.

Las declaraciones del entrenador sevillista sólo pueden ser matizadas o suavizadas por su propio autor. Antes del mencionado duelo ante el Barça, el técnico quiso rebajar la tensión en los medios oficiales. También en la sala de prensa, aunque con cara de pocos amigos y una incomodidad manifiesta sobre lo que estaba diciendo. Él también se ha visto superado por esta crisis a mitad de temporada. Y que, encima, no llegue por una secuencia excesivamente negativa de resultados, sino por una declaración que hizo como reafirmación de una postura determinada. En la sala de prensa de la Ciudad deportiva tendrá la oportunidad de rebajar la tensión que desde el club ya se ha puesto en marcha. La distancia ocasionada por este conflicto no se reducirá tan rápidamente, pero los pasos hacia una posible reconciliación sí acelerarán este proceso. La imagen del entrenamiento del jueves y la conversación final es una prueba gráfica de ello.