Sevilla - Getafe: El Sevilla de Alonso dimite (0-3)
Los de Nervión rozan el esperpento ante el estupor de una grada que dice 'basta'. Los goles de Mata y de Mayoral y Greenwood de penalti rubricaron la caducidad del entrenador uruguayo, que fue destituido tras el choque
Oficial: El Sevilla FC destituye a Diego Alonso
Quique Sánchez Flores y Javi Gracia, bien colocados en el casting del Sevilla FC
No tenía mucho sentido continuar insistiendo con Diego Alonso. La del uruguayo fue una apuesta arriesgada del club y ha salido mal, muy mal. Su máximo valedor y defensor, el director deportivo, Víctor Orta, ha sujetado al preparador charrúa contra viento y marea, hasta que ... ya no ha podido más. Se acabó. Diego Alonso fue destituido nada más acabar el bochornoso encuentro perpetrado ante el Getafe y ya es historia en el Sevilla FC. No es el único ni el principal culpable del drama que vive el club, pero todo esto le ha venido demasiado grande. Perdió el crédito hace muchos partidos. Su Sevilla ha terminado por despeñarse en LaLiga en una negra semana en la que también dijo adiós a Europa de manera cruel, antes que nunca. Este sábado, el equipo fue atropellado por el Getafe de Bordalás (0-3). Ridiculizado en su casa. Los goles de Jaime Mata y de Borja Mayoral y Greenwood de penalti confirmaron por completo la pérdida absoluta de identidad del Sevilla y la caducidad de su proyecto con Diego Alonso, que dice adiós y hace las maletas.
El sevillismo dictó sentencia desde sus asientos e incluso brindó al final algunos 'olés' irónicos y muy dolorosos hacia su equipo cuando lograba trenzar tres pases seguidos... esperpéntico. Hubo bronca en el palco y en la calle. Tensión a raudales entre una hinchada que no aguanta más. El sustituto de Mendilibar no ha mejorado al enfermo pero sí ha hecho más bueno a su antecesor en el cargo. Terrible noticia deportiva. Alonso ha dirigido 14 partidos al Sevilla FC sin ser capaz de ganar uno solo de verdad. Sus dos únicos triunfos llegaron en la Copa ante rivales no profesionales, infinitamente inferiores. Firma el porcentaje más bajo de victorias de la historia del club, empeorando incluso a los efímeros Vic Buckingham y Toni Oliveira.
Lastimoso también resulta el que, en virtud del pacto, debe haber sido el último partido en el Sánchez-Pizjuán de un presidente histórico como José Castro. Su brillante mandato en la última década termina de manera agria, con la bronca de una afición que no soporta la incesable serie de malos resultados. Una pena, como todo lo que le está ocurriendo a este Sevilla FC. Con Castro, el club ha logrado la barbaridad de cinco títulos de la UEFA Europa League (2014, 2015, 2016, 2020 y 2023), habiendo disputado además cuatro finales de Supercopa de Europa, dos de la Copa del Rey y otras dos de la Supercopa de España. Parece que ha transcurrido una eternidad, pero hace apenas seis meses este equipo estaba tocando plata.
A su 'finalísima' en Nervión, Diego Alonso llegó lastrado por una decena de lesiones. Optó por fortalecer el equipo desde la base, manteniendo el esquema de tres centrales con el que jugó y perdió con cierto decoro en Lens. Sí recuperaba Alonso a un hombre importante como Ocampos que no pudo estar en Francia por sanción. Sin embargo, todas las cábalas y previsiones del entrenador saltaron por los aires demasiado pronto. A los dos minutos de partido, Mata remató dentro del área y el balón le pegó en el brazo abierto a Juanlu tras rebotarle previamente en la pierna… jugada rocambolesca, absurda e involuntaria del canterano, pero de consecuencias nefastas para el Sevilla. El colegiado Pulido Santana, en medio del limbo en el que ha caído el arbitraje español con las manos y los 'penaltitos', no dudó en señalar la pena máxima contra los de Nervión ante el cabreo de la grada y el banquillo sevillista. Juanlu, atorado, cometería otro penalti por manos en la segunda parte. En este primero, Borja Mayoral acertó desde los once metros y superó a Dmitrovic para instalar el 0-1 en el marcador.
El portero serbio del Sevilla fue hoy diana de las críticas en el estadio. Realmente se convirtió un poco en cabeza de turco. Hay tantos culpables en la dantesca situación del club que el aficionado ya no sabe bien cómo distribuir la cuota de infracciones. Dos disparos realizó el Sevilla en toda la primera mitad, uno manso de Rakitic a las manos de David Soria. El planteamiento ofensivo de Bordalás, con cuatro atacantes en su formación inicial, hacía un daño tremendo a los locales. Pasada la media hora, el equipo de Alonso seguía perdido, sin ideas, intentando sacudirse todavía la presión arriba de los azulones.
La imagen del Sevilla daba miedo. Se le apagaba la luz de manera inaudita. El golpe casi definitivo se consumaría antes del intermedio con el 0-2, un tanto que tuvo su origen en la pueril falta de entendimiento entre Rakitic y Soumaré en el centro del campo. Sólo faltaba el error propio de cada jornada para rematar la noche… apareció en ese desgraciado lance. Greenwood se hizo con la pelota y asistió de dulce a Mata para el segundo de los madrileños. Mazazo y final de muchas cosas. Para colmo, en la acción defensiva Juanlu chocó con Dmitrovic y lo dejó más tocado si cabe. Gritos para el guardameta desde la encendida grada, que ya aprovechó para explotar contra el palco: «¡Directiva, dimisión!, ¡Estamos hasta los h…!, ¡Sevilla somos nosotros!».
Con el norte perdido y Diego Alonso virtualmente finiquitado, el choque se fue al descanso. Bronca de aúpa mediante, claro. La sensación de dudas, de impotencia, era escandalosa. El entrenador uruguayo movió el banquillo. Quitó a un central, Kike Salas, para sumar otro hombre de ataque como Januzaj. La solución para remontar era un futbolista que no contaba para nada a comienzos de la temporada. Ello habla bien a las claras del actual panorama sevillista.
Con todo, el belga le puso empeño y fue de los que más lo intentó en un Sevilla inoperante que no mejoró con otras permutas como la de Suso y Rafa Mir. Lo que más cerca estuvo a punto siempre de llegar en el segundo acto fue el 0-3 del Getafe. Primero tras un error monumental de Soumaré que Latasa no aprovechó inexplicablemente. El delantero madrileño la mandó a las nubes con todo a favor. El que no perdonó poco después fue Greenwood, también desde el punto de penalti y tras unas nuevas manos del canterano Juanlu dentro del área. El inglés dio la puntilla aprovechando la pena máxima. Ahora sí, 0-3. Ruina en Nervión. El Sevilla, en caída libre. A los pocos minutos de finalizar el choque, el club anunció la destitución de Diego Alonso, su cuarto entrenador en poco más de un año.
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