El rincón de Cazón Palangana
Sevilla - Lille: Este Goliat tampoco vio venir la pedrá
Qué carita de gitana se le está poniendo a la Europa League
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«David contra Goliat». Así reza el titular de la portada de hoy de L'Equipe . Lo que no sabemos es si el prestigioso diario deportivo francés al decir David se refiere al Sevilla o al Lille. Esto es como saber quién es ... el gordo de Andy y Lucas, y, más aún, ahora que ninguno de los dos está gordo. Bueno, todo esto lo sabremos cuando acabe el partido.
Para el encuentro de vuelta ante el Osasuné (hoy de negro entero) Lopetegui tenía disponible a casi a todos los chavales. Once casi de gala, de esos que no admiten excusas si el partido termina torciéndose, y un equipo francés con el hijo de uno del que fue uno de los mejores jugadores del mundo como titular, que se apellida como si lo dijera Julio Iglesias: Weah.
El partido comenzaba como el atuendo de Lopetegui, ligerito, con su polo veraniego. Ritmo de Champions, de partido grande. Y el Sevilla llamaba a la puerta de los franceses como viene haciéndolo en los últimos partidos, con la cabeza. Varios saques de esquina y unos pocos de remates por encima del larguero eran las tarjetas de visita que dejaba el Sevilla en el buzón franchute.
Luquita Ocampos, que el otro día se sacudiera del mal bajío en la celebración del tanto ante Osasuna, parece haber espantado la mala suerte del vestuario sevillón. Suso iba a recibir dentro del área un balón rebotado de un defensa francés, se lo pasaría atrás a Rafa Mir, no sin antes observar su posición de reojillo, como un niño travieso, para que este fusile de manera fallida al portero. La suerte, que ahora le sopla en la carita a Ocampos, hizo que toda esta carambola tuviera que pasar para que le quedara el balón muerto en el área pequeña al argentino y pudiera poner el 1 a 0 en el marcador.
Con minutos de descanso en liga, Don Fernando Reges se hacía majestuoso en el centro del campo robando y robando. El brasileño tiene más recuperaciones a sus espaldas que el hospital militar.
La primera llegada con peligro del Lille la protagonizó Bamba, que disparó a puerta y tuvo que atajar Bono. La jugada podría llamarse como se diría «ticket de descuento de unos zapatos» en africano: Bono para Bamba.
Delaney, que parese que juega siempre afeitaíto, oliendo a aftershave y tiene cara de niño bueno, hizo penalti en la segunda jugada en la que compró boletos para ello. Los miembros del VAR, que visto la de trabajo que tienen aquí en Champions yo les aconsejaría alquilar un pisito con vistas en Eduardo Dato, decretaron como jugada potencialmente de penalti un manotazo de Delaney en la cara de un delantero francés. El Lille empató la contienda y tras ello Bono salvó un mano a mano convirtiéndose en el héroe de la primera mitad.
Salía el Lille en la segunda parte como mi mujé en el Zara, presionando mucho. De ahí que no tardara en llegar el 1 a 2. La portería de Bono pareció por un instante un frontón hasta que la pelota acabó entrando como cuando acabas comiendo en casa de tu suegra, por insistencia.
Lopetegui tenía que dar un golpe de timón al asunto, poner los 4 intermitentes, parar el coche en el arcén y tirar por otro lao. De este modo decidió sacar a Lamela, Jordán y En-Nesyri de una tacada. Y no es que el coche sevillón cogiera otro caminó, es que se paró a los 500 metros porque Navas se rompió muscularmente y tuvo que ser sustituido por Montiel, que no habla por no molestar y cuando lo hace, lo hace donde debe hacerlo, sobre el campo.
El Lille no aflojaba, sino todo lo contrario. Los franceses parece que jugaban cuesta abajo los tíos. El Sevilla quemaba ya todas sus naves. Lopetegui sacaba a Munir y porque no podía sacar a Darío Silva y a Kepa, que sino también los metía a jugar. Parecía imposible que fuese a llegar el empate porque el Sevilla jugaba con más prisas que un camarero por cerrar.
El Sevilla lo intentó con más corazón que cabeza, y mira que Lopetegui gasta buen cerillo, pero no logró empatar ni sacando 4 delanteros, ni subiendo los centrales, ni metiendo balones a la olla. Lo dicho, el Sevilla fue un Goliat muy Goliat y se jamó la pedrá que le lanzó el Lille con su honda. Al equipo de Lopetegui se le pone la Champions como Tomares, cuesta arriba. Lo mismo se desvía y tira por la Europa League para ser el verdadero Goliat.df
El tuitaso
Delaney igual le aplaude a un árbitro que te aplaude la oreja. #ElTuitaso
— Chimichurri Andalú (@ChimichurriAnd) November 2, 2021
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