Sevilla FC
Marcos Alonso, el hombre que hizo debutar a Reyes
Fallece a los 63 años quien fuera entrenador del Sevilla en la temporada 1998-99, en la que logró el difícil ascenso en la promoción contra el Villarreal
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![Marcos Alonso atiende a los medios tras conseguir el ascenso](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/orgullodenervion/2023/02/09/s/marcos-alonso-ascenso-U18178110032ekw-1248x698@abc.jpg)
El mundo del fútbol daba ayer su último adiós a Marcos Alonso . En muchos lugares será recordado por el gran jugador que fue en el Atlético de Madrid y el FC Barcelona, pero también fue un hombre que dentro del sevillismo será recordado ... como uno de los entrenadores que consiguió el penúltimo ascenso a Primera a finales de los años 90. Y lo más significativo de todo, el que hizo debutar a José Antonio Reyes con el primer equipo.
El santanderino llegó a Sevilla a mitad de la temporada 1998-99 para reflotar a un equipo que estaba en Segunda división y cuyo inicio de temporada no hacía presagiar un buen final. Pichón, que era como lo llamaban y cómo él llamaba a la gente, era el único que confiaba en que el ascenso era posible «vamos a subir en la última jornada», recuerda Antonio Álvarez, su segundo en aquella etapa, que le dijo a su llegada. El actual director de la Escuela Antonio Puerta asegura que el técnico cántabro «conectó bastante bien con la plantilla».
Cuando llegó el equipo entrenado hasta entonces por Fernando Castro Santos era octavo en la clasificación a cinco puntos de los puestos para luchar por el ascenso. Aunque comenzó ganando contra el Numancia, las tres derrotas seguidas posteriores hicieron pensar que él tampoco terminaría la temporada en el Sevilla. Sin embargo, hizo creer al equipo en que el ascenso era una posibilidad. «Después de unos resultados negativos», cuenta José Miguel Prieto , capitán sevillista en el poco más de un año que estuvo Marcos Alonso en el banquillo sevillista, «su visión fue quitar presión al equipo y entonces fuimos encadenando resultados positivos dio con el once que funcionaba». El que fuera central alaba que era un entrenador «muy empático y, personalmente, transmitía. Mi relación con él fue muy buena desde el minuto uno. Tenía la característica específica y especial de aquellos entrenadores que han sido muy buenos jugadores, y tenía una gestión de grupos muy parecida a lo que un futbolista cree que tiene que hacer y era muy buena» comenta Prieto.
![Reyes justo antes de saltar al campo en su debut en Zaragoza](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/orgullodenervion/2023/02/09/s/reyes-zaragoza-debut-U88061641315scP-510x349@abc.jpg)
Pero a nivel personal, con el que mantuvo una relación más estrecha fue Antonio Álvarez «trabé una grandísima amistad con él en ese año» confiesa el actual director de la Escuela Antonio Puerta. Era «muy claro, muy sencillo. No daba muchos rodeos para para decir las cosas», recuerda, «como como persona era excepcional. Era un tío por derecho, no se andaba por las ramas y cuando tenía que decirle algo a alguien, se lo decía y punto».
Pero además, fue el entrenador que se atrevió a hacer debutar a una de las leyendas del sevillismo, José Antonio Reyes. «Para ver que tenía futuro por delante no había que ser ni muy bueno ni muy malo lo único que sí que había que tener, pues no diría el valor sino la decisión de hacerlo debutar tan joven (tenía 16 años)». «Ya estaba entrenando con nosotros», rememora Prieto, «tenía condiciones diferentes y lo que intentó [Marcos Alonso] es que ese chico tuviera la oportunidad como todos los jugadores que necesitamos de un entrenador que apueste por él». Recuerda Pablo Blanco que en aquella época estaba al frente de la cantera como técnico, que Alonso era «de estos entrenadores que le gustaba la gente joven». También debutó con él Víctor Salas.
![Marcos Alonso abraza a Roberto Alés el día de su despedida](https://s2.abcstatics.com/abc/sevilla/media/orgullodenervion/2023/02/09/s/marcos-alonso-depedida-U38340438262Qvh-510x349@abc.jpg)
El ascenso conseguido por el equipo de la mano de Marcos Alonso fue el penúltimo antes de la época de esplendor, el primer escalón de un equipo que empezaba a convencerse de conseguir cosas por muy difícil que esté el panorama. «Siempre vimos el ascenso como algo que tenías perdido y que si lo conseguías era un una hazaña», señala Prieto, «entonces en ese conseguir algo que todo el mundo piensa que tú no vas a conseguir gestionó muy bien la unidad del grupo y todo el mundo remó en el mismo sentido». «La gente recuerda esa época, esos meses en los que estuvo Marcos que el equipo jugaba al fútbol muy bien y cómo vivieron ese ascenso», asegura su mano derecha en el banquillo. «Lo que pasa que el año siguiente, en Primera no siempre el juego viene unido a los resultados y eso es, lógicamente, lo que marca si un entrenador sigue o no», y así fue como el Pichón dejó el banquillo de Nervión.
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