Hazte premium Hazte premium

Crónica

Nástic de Tarragona - Sevilla Atlético: El filial se jugará la salvación en la final del Jesús Navas (1-0)

La generación Acejo desaprovecha la primera de las dos balas para mantener la categoría tras un partido muy complejo de inicio a fin

Del Campo conduce ante la mirada de Nacho Quintana y Juanlu Nástic de Tarragona
Ignacio Liaño Bernal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se le escapa la primera oportunidad para salvarse a un Sevilla Atlético que cayó derrotado por la mínima ante el Nástic de Tarragona en un choque complicadísimo para los sevillistas, que no se sintieron cómodos ni al inicio ni al final, ni se acercaron al camino del gol en el desarrollo. La victoria del Cornellá, que se pone a un punto de los sevillistas, más la igualada del Atlético Sanluqueño -con tres puntos menos pero el golaveraje a favor del conjunto gaditano- hacen que el filial nervionense se juegue su presencia en Primera RFEF el sábado en un Jesús Navas que debe rugir como si fuera el mismísimo estadio Ramón Sánchez-Pizjuán a partir de las 18.30. Pol fue el goleador del conjunto grana, que evita de momento el alivio franjirrojo que esta generación entera merece. El Sevilla Atlético deberá ganar y no esperar regalos ajenos para seguir siendo de bronce una temporada más.

La puerta grande de la permanencia requiere los más denodados esfuerzos. Pero esforzarse sin acertar es equivocarse. En un Nou Estadi que se convirtió en caldera, el Sevilla Atlético trató de rebelarse ante sus instintos más primarios. Le costó reconocer la magnitud de la cita en unos primeros minutos que fueron más de plata que de bronce, habida cuenta de la intensidad local, que se traducía rápidamente en la ventaja grana hecha gol y losa. Era Polquien cazaba un balón desde la frontal, y al que debió acudir más raudo de lo que lo hizo la defensa sevillista, yendo su disparo volado a la escuadra de Javi Díaz. La precocidad del tanto no hizo sino acrecentar los ánimos del Nástic ante un filial que tuvo que crecer y crecerse en cuestión de minutos para no ver más dañada su moral, y sobre todo, su resultado, a la espera de lo que sucediese en otros campos en los que no tenía que haber hecho falta mirad. Lo cierto es que el fútbol es el único deporte al que se puede jugar sin fe, pero jamás con miedo. Y el conjunto de Acejo jamás había demostrado un espíritu tan deslavazado ofensivamente porque había mucho en juego. Todo. Pedían un penalti inexistente después de que Valentino cubriese bien su marca en el segundo palo.

Tenía que liberarse este maniatado corazón franjirrojo, siempre agazapado en el primer acto, para lo bien que ha demostrado competir en casi toda la segunda vuelta. Ahí que iba Isaac con un disparo alto que parecía perderse por los cielos de Tarragona, cuando Manu García era el único que no se fiaba y sacaba las yemas in extremis para evitar el empate. Derribar el espíritu de la transición adversaria era lo que buscaba este Sevilla Atlético, que perdía demasiados balones en zonas de creación y apenas hizo las paces con la destrucción. Había que tumbar la puerta del desequilibrio por más que Luismi echase aquella llave en Sevilla. Y ahí debía aparecer Nacho Quintana, que con una falta muy peligrosa se estrellaban él y sus ilusiones en la barrera. Pérez Muñoz se confundía condicionando a Lulo con una amarilla pero pitando falta a favor del Nástic. Cosas extrañas que pasan en estas fases finales de un colegiado que colgaba hoy el silbato. El filial nervionense armaba la contra por medio de Isaac, que en su cesión a Capi, vio cómo el sevillano mandó la pelota demasiado alta para lo clara que era. En el contragolpe siempre hay una respuesta preparada para el desarme local. Y todo lo que viene por los costados conviene cuando la presión es tan alta. Dominar los espacios era clave. Tomar la segunda pelota en el segundo acto, más que esencial. Pero nada de eso se consiguió en un segundo tiempo embarrado por la presteza mental del Nástic.

Poca fluidez en el tramo final

Salía bien Javi Díaz al primer cuelgue de Dani Romera, que volvía a reaparecer por el área para tratar de meter el segundo, y ahí que salió a despejar bien Juanmi cuando todo parecía perdido. Tenía que dar un aviso arriba el filial sevillista para ganar tiempo y oxígeno, dos conceptos vitales para seguir vivo sin esperar ningún milagro en las Islas Baleares. Allí volvía la asociación entre Capi y Nacho Quintana, donde el de Seseña rascaba un cabezazo en el primer palo. Luego era Zarzana quien conducía y sacaba un gran zapatazo que no terminaba viendo portería. Se lesionaba -qué barbaridad, otra más, que alguien detenga esta sangría inmerecida y arbitraria-, el bueno y cumplidor de Juanmi. Y Acejo metía rápidamente a Pedro Ortiz por Lulo, que se metía en la zaga con un Kibamba que hizo todo lo que pudo y más. Seguía empatando su partido el Sanluqueño, y llegaba la polémica al Nou Estadi a falta de 20 minutos para el final: Bonilla se marchaba con claridad de Javi Díaz, que derribaba claramente al atacante grana, y el árbitro exoneraba al guardameta sevillista . Nada por aquí, nada por allá. La vida seguía con el zurdazo posterior de Bonilla, que encontraba el paradón de Javi Díaz, siempre en el sitio para sostener a los suyos.

Acejo quería la salvación en Tarragona testificándolo con un triple cambio ofensivo y ponía línea de tres abajo. Pero marcaba el Cornellá, que se ponía a un punto del filial en esa tabla momentánea, obligando a los sevillistas a ganar en el Jesús Navas en la última cita frente a un Linares que juntará todos los sueños del año para colarse en el play off de LaLiga Smartbank. Entraba Kibamba con limpieza en el lance con Bonilla y tangana final para cerrar una contienda intensísima, con la víctima de Isaac, expulsado por esa pelea que no pasó a mayores. El Sevilla Atlético se jugará el todo por el todo el sábado en el Jesús Navas. Nervión debe hacer caravana desde este lunes para convertir la carretera de Utrera en una olla a presión directa con sabor a permanencia.

Nástic de Tarragona: Manu García, Joan Oriol, Pol, Trilles (Aythami, m. 85), Quintanilla; Del Campo, Ribelles, Nil (Bonilla, m. 65), Robert (Albarrán, m. 93), Romera (Becerra, m. 85) y Edgar (Pablo, m. 65).

Sevilla Atlético: Javi Díaz; Juan María, Juanmi (Pedro Ortiz, m. 59), Kibamba, Valentino; Zarzana (Peral, m. 75), Lulo, Juanlu, Capi (Talaverón, m. 75), Nacho Quintana (Carlos Álvarez, m. 75) e Isaac.

Árbitro: Iván Pérez Muñoz, del Comité Valenciano. Amonestó con tarjeta amarilla a Robert, Oriol, Lulo, Talaverón, Juan María, Quintanilla, Peral y Kibamba. Expulsó a Isaac con doble amarilla (m. 90).

Goles: 1-0 (m. 5): Pol.

Estadio: Nou Estadi, ante 13.222 espectadores.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación