Lukebakio lanza al Sevilla en un gran derbi homenaje a Navas (1-0)

El triunfo rompe además una serie de cuatro empates consecutivos entre ambos equipos en los últimos derbis ligueros. Un resultado que le viene de perlas al proyecto del blindado García Pimienta y refuerza más si cabe su figura dentro del vestuario y hacia una afición que comienza a paladear los resultados de un buen trabajo. Porque el Sevilla FC va cogiendo poso de equipo, rasgos competitivos. Se posiciona más arriba de lo que los agoreros barruntaban. El grupo ha metido la directa con el triunfo sobre el Valladolid, el meritorio empate de San Mamés y la valiosísima victoria de este domingo sobre el eterno rival. Quién lo iba a decir… jornada 9, el Sevilla FC ya tiene los mismos 12 puntos que su vecino en la tabla clasificatoria. Europa está más cerca que el averno.

Y Jesús Navas... salió en la segunda parte para ganar el último derbi de su vida. Los compañeros lo cogieron a hombros al final del partido y lo pasearon por el estadio ante el clamor de la hinchada. Se marchará en diciembre del Sevilla FC con un palmarés inigualable, con un total de ocho títulos; cuatro de la UEFA Europa League, dos de la Copa del Rey, uno de la Supercopa de Europa y otro de la Supercopa de España. Jesús Navas, leyenda máxima y en mayúsculas del Sevilla FC, se va del club de su vida celebrando otra victoria sobre el Betis.

Pimienta dio los retoques justos a su alineación. Pese a recuperar a Marcao, optó por mantener a Nianzou en el eje de la zaga junto a Badé e introdujo también a Adriá Pedrosa como lateral zurdo en detrimento de Barco. La otra gran novedad se produjo en la punta de lanza, con la vuelta del delantero canterano Isaac Romero tras superar su esguince de tobillo.

El ímpetu, la presencia y la intensidad fueron para el Sevilla FC en un primer acto frenético, con idas y venidas de una portería a otra… encuentro tenso, atractivo para el espectador. Pero pese a ese protagonismo local, el Betis también generó su buen ramillete de ocasiones. No en vano, el cuadro verdiblanco remató entre los tres palos más que los sevillistas durante la primera mitad. Las llegadas del equipo de Pellegrini fueron casi siempre buscando la espalda de un Sevilla que agarró sin complejos la batuta del juego.

Un Sevilla que tenía el balón, que condicionaba los esfuerzos del Betis. El uno contra uno de los extremos locales, Ejuke y Lukebakio, exigía sobremanera a la retaguardia verdiblanca con Ricardo Rodríguez y Bellerín siempre al límite. Concretamente el suizo las pasaba canutas cada vez que veía venir de frente al tren belga. Fue desde la otra ala donde Ejuke puso en ventaja a los locales tras una gran acción ofensiva del equipo de Pimienta. Sin embargo, el tanto quedó anulado por Martínez Munuera. Hubo fuera de juego de Agoumé. Con el semiautomático, media poco o ningún debate aquí.

El Betis no se estiró algo hasta los 16 minutos con un cabezazo franco de Vitor Roque a pase de Bellerín que detuvo Nyland sin problemas. El meta noruego sí se quedaría después con el corazón en un puño. Roque hizo esta vez de pantalla y Lo Celso fusiló desde la frontal con todo a favor. El disparo del argentino se marchó alto. Respiró el portero… y de paso toda la grada rojiblanca. Lejos de amilanarse, el Sevilla respondió a balón parado en una buena jugada ensayada de los de Pimienta que finalizó Lukebakio con un latigazo abajo. Ahí se lució Rui Silva salvando a su equipo.

Realmente, el partido atravesaba una fase en la que el Betis apretó. Lo hizo por medio de otra ocasión clara de Lo Celso tras un fallo de Nianzou y posteriormente con una gran carrera al espacio de Vitor Roque que resolvió Nyland desviando a córner. Eran momentos de supervivencia para los sevillistas. Runrún en Nervión. El propio Roque, en una nueva contra bética, acarició el 0-1 con otro disparo marca de la casa ante el que respondió con un paradón el cancerbero sevillista.

Aguantó el Sevilla el tirón y el choque se fue al descanso. Pimienta mantuvo el bloque. Todo le salía a pedir de boca. Para qué cambiar… y al poco de reanudarse el choque, vibró Nervión. Se desató el jolgorio de la familia rojiblanca. Martínez Munuera señaló penalti por manos del bético Diego Llorente tras un cabezazo arriba de Agoumé. El pivote francés se estaba marcando un partidazo y lo coronó aquí, generando la acción decisiva del choque. La jugada tuvo que ser revisada un buen rato por el VAR pero el trencilla mantuvo su juicio inicial, sin ni siquiera acercarse al monitor: pena máxima. Lukebakio agarró la pelota y no perdonó desde los once metros engañando a Rui Silva. Qué locura… el Sánchez-Pizjuán eyectaba de sus asientos. Alegría desbordada.

El Sevilla encauzaba el derbi. Y no sólo eso, ya que tras un fallo de la defensa bética, Isaac se plantó ante Rui Silva y perdonó el segundo. Era más difícil fallarlo que otra cosa, pero lo cierto es que se esfumó la posibilidad del 2-0. El Sevilla, en cualquier caso, navegó en este segundo acto con una solidez tremenda, más propia de una escuadra hecha que de un grupo en plena generación. Sólo inquietó el Betis con un balón al palo de Bakambu que además no valió por fuera de juego.

A los 72 minutos, historia. Piel de gallina con la salida al campo de Jesús Navas. La ovación del campo en su último derbi fue tremenda. Todo el estadio en pie, haciendo la ola para su leyenda, que se marcha con 28 derbis a sus espaldas. Con otra victoria, claro. En el tramo final del duelo llegó la tonta expulsión de Nianzou por doble amarilla y dos ocasiones más de Lukebakio que cerca estuvieron de engordar el triunfo sevillista. Se quedó en 1-0. Nervión sonríe. El Sevilla FC gana el derbi... y muchas cosas más.