Sevilla FC
Una junta tardía, de alto voltaje y entre rumores de venta
La posible retirada del carnet a Del Nido Benavente eleva la tensión de cara a la asamblea ordinaria del 10 de enero
Un pacto en vigor, dudas sobre el paquete de 777 y propuestas de inversores extranjeros, entre las claves
El Sevilla anuncia la fecha de la junta de accionistas
![José María del Nido Benavente y su hijo y presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/11/30/nido-padre-hijo-RoqVTz3XJk189yk8TgifQDO-1200x840@diario_abc.jpg)
La difícil situación económica y deportiva, las fricciones entre padre e hijo por el poder, la incesante judicialización del club, la propia fecha tardía de la asamblea, el papel indefinido de las acciones de 777 y hasta nuevos rumores de venta con la ... posible entrada de capital extranjero… La junta del 10 de enero se presenta de alto voltaje en Nervión. Se genera un caldo de cultivo que, sin duda, no es el más adecuado para encontrar consensos y soluciones para un Sevilla FC que lo que menos necesita en estos momentos es más división. El clima es complejo. El máximo accionista, Del Nido Benavente, entiende que, ahora sí, ha llegado su momento, una vez que expire el próximo 10 de diciembre el acuerdo de agrupación de las minorías que lo ha tenido maniatado durante los últimos seis años en su deseo de recuperar el control del club.
«Yo nací para ser presidente de Sevilla y estoy convencido de que lo mejor sigue estando por llegar. Por eso empeñaré hasta la última gota de sudor que me queda para mañana, dentro de un mes, dentro de un año o dentro de 100 años, volver a ser presidente del Sevilla», expresa Del Nido Benavente. Una afirmación categórica que no concuerda en absoluto con los planes del actual consejo de administración que encabeza su hijo, quien se hace fuerte ahora por medio del otro gran pacto privado entre accionistas que rubricó paradójicamente su progenitor, el conocido 'pacto por la pasta' o de gobernabilidad. Ese contrato, prorrogable, se extiende al menos hasta 2027 y contempla penalizaciones millonarias por incumplimientos. A él se aferra Del Nido Carrasco, quien ya en la última junta extraordinaria mandó un aviso a navegantes recordando la «vigencia» del mismo y que «será aplicado en caso de ser necesario».
El presidente y su consejo tienen clara la estrategia, la cual choca frontalmente con la interpretación que realiza el máximo accionista de la entidad, José María del Nido Benavente: «La sentencia del juzgado de lo Mercantil número 2 advierte al presidente del consejo de administración, literalmente, de que si a partir del día 10 de diciembre de 2024 impide mi derecho de voto estará cometiendo, cuando menos, un delito societario. Lo dice un juez», expresa el expresidente sevillista.
La escena sube de temperatura con otro hecho inflamable que promete recorrido y que aguarda aún la reacción de Del Nido Benavente: el club ya le ha notificado la sanción por la que podría retirarle su carnet de abonado por lo que resta de temporada. El expediente, a falta de resolución definitiva, le fue abierto al máximo accionista por los hechos que protagonizó en el derbi del pasado 6 de octubre, dirigiéndose en tono amenazante e incluso agarrando en el antepalco del Sánchez-Pizjuán al abogado del Sevilla Lucas Fernández de Bobadilla, como recogieron las cámaras de seguridad del interior del estadio. Si la sanción se hace efectiva, Del Nido ya no podría entrar en el campo a partir del partido del jueves 14 de diciembre ante el Celta de Vigo. Ese encuentro sería el último partido oficial de Jesús Navas en Nervión y Del Nido tampoco podría acceder al homenaje que se le realizará al gran capitán el próximo 30 de diciembre. Ni que decir tiene que el expresidente del Sevilla FC intentará frenar a toda costa esa situación haciendo valer su condición de máximo accionista de la entidad. La tensión no hace sino crecer.
De la mano de todo el conflicto paterno-filial y entre las familias sevillistas, subyace otro problema que no es menor: el bloqueo judicial de 777 Partners que mantiene en el aire su relevante paquete accionarial en el Sevilla FC, entre el 12 y el 14 por ciento del capital social de la entidad. De momento, estas acciones de los conocidos como «los americanos» no pueden venderse, a expensas de una autorización judicial, y quedan bajo la tutela de A-CAP, una aseguradora que las adquirió como acreedora principal del fondo, investigado por un presunto fraude multimillonario. Sea como fuere, tanto 777 Partners como A-CAP están inmersos en un proceso judicial en Estados Unidos que paraliza cualquier movimiento. Hasta la fecha, las acciones de este grupo empresarial han ido de la mano de José María del Nido Benavente. En la junta del 10 de enero se verá si el expresidente puede seguir haciendo uso de los derechos políticos de esas acciones o si por el contrario las mismas quedan bloqueadas hasta que puedan ser vendidas.
«Del Nido no va a vender»
Porque otra noticia que vuelve a sobrevolar por Nervión es la venta del club. El cansancio de muchos accionistas es entendible. Al margen de las vías ya conocidas de Fabrice Pastor o el empresario Antonio Lappi, no son pocas las propuestas de inversores extranjeros que reciben periódicamente los principales accionistas. Una de las últimas habría llegado de un grupo mexicano que aprovechó su reciente visita de negocios a la capital andaluza para reunirse con varios sevillistas de peso que manejan paquetes importantes. Llamativas a este respecto han sido las declaraciones realizadas esta semana por Luis Cuervas, hijo del que fuera máximo dirigente del club nervionense entre 1986 y 1995, en el podcast 'Sevillanía', de Rafael Almansa. «Recientemente, Del Nido Carrasco ha tenido acercamientos a su padre para buscar un acuerdo entre ambos y con el resto de accionistas, pero el expresidente ha rechazado esta posibilidad. Él tiene sus líneas rojas y está cerrado», ha explicado Cuervas, que añade que el abogado «jamás va a vender sus acciones y va a llegar hasta el final».
Tampoco ha sentado bien en la oposición la tardía fecha de la junta de accionistas (10 de enero), algo que interpretan como un intento de amortiguar un presupuesto con pérdidas muy llamativas (80 millones de euros). El consejo, por su parte, alude a la idea de dar facilidades a los accionistas en unas fechas tan especiales como las navideñas después de las críticas recibidas el año pasado por fijar la asamblea el 30 de diciembre.
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