Getafe - Sevilla: El consuelo de los pobres (0-0)
El Sevilla no es capaz de pasar del empate en su visita al Coliseum, donde mostró que sin un Lukebakio inspirado no tiene mordiente
El Sevilla sólo fue capaz de rascar un punto en su visita al Coliseum. Nunca pudo superar esa intensidad del Getafe que tanto cuesta de levantar cuando está con el pico de forma y moral alto. Sólo Lukebakio, otra vez en ... el alargue, pudo anotar el tanto de la victoria para el Sevilla. Se le marchó cerca del poste antes de que Pimienta lo relevara para aguantar el último empujón azulón. Un Sevilla que de punto en punto no conseguirá ningún objetivo ambicioso. Simplemente el de quedarse tranquilo. Siempre da la sensación de poder hacer algo más. Mucho más. Pero la falta de calidad en los últimos metros lo decide todo. Lukebakio estuvo atado en corto y ahí se acabó la producción ofensiva nervionense. Una luz que se encendió por una vez y cerca estuvo de conseguir el gol de la victoria. Demasiado poco para un Sevilla que acumula cuatro jornadas sin perder, pero sólo ha sumado una victoria. El consuelo de los pobres.
Bordalás salía con Juanmi en la delantera, intentado apretarle al Sevilla desde la pizarra con un hombre que no había realizado un solo entrenamiento con sus nuevos compañeros, pero con un paso en la otra orilla de Sevilla que le acercaba más al gol que a cualquier fichaje que pudiese realizar el Getafe. García Pimienta, por su lado, repetía el once de Montilivi, en el partido más completo de los sevillistas esta temporada. Akor Adams, el último fichaje del Sevilla, debía esperar su oportunidad. El partido comenzó parecido al del Girona para el conjunto de Nervión. Presión alta, algunos robos y facilidad para llegar a la frontal del área. lo diferente con respecto a la segunda victoria del Sevilla fuera de casa era que las ocasiones no eran claras. El Getafe carga bien su área y no permite remates sencillos. Y eso que después de un córner, en una jugada un poco extraña, con el balón pegado entre la cabeza de Arambarri y el pecho de Isaac, el balón suelto lo mandaba Carmona a las nubes. Un primer aviso que no se correspondía con los méritos del equipo de García Pimienta, que se libró de marcharse al descanso por detrás en el marcador.
Ficha técnica
- Getafe: David Soria; Juan Iglesias, Berrocal, Djené, Domingos Duarte, Diego Rico; Carles Pérez (Aleñá, m. 77), Arambarri, Uche (Álex Sola, m. 77), Da Costa (Borja Mayoral, m. 46); y Juanmi (Álvaro Rodríguez, m. 91).
- Sevilla FC: Nyland; Carmona, Badé, Gudelj, Pedrosa (Kike Salas, m. 76); Sambi Lokonga, Sow, Saúl (Akor Adams, 81'); Lukebakio (Juanlu, m.95), Vargas (Ejuke, m. 76) e Isaac (Agoumé, m.95).
- Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Colegio Vasco).
- Estadio: Coliseum.
Porque la figura de Juanmi estaba claro que iba a aparecer en algún momento. Un cazagoles como el malagueño siempre encuentra alguna pelota que mandar a la red. O al menos intentarlo. Nyland tuvo que intervenir con la yema de sus dedos a una vaselina del jugador cedido por el Betis. Se encontró un balón suelto tras peinarla un compañero y su toque de primeras clon la derecha no fue lo preciso que hubiese deseado. El portero noruego se hizo grande en la estirada. Un buen susto para el Sevilla. Controlaban los de Pimienta. Buscando que la posesión les permitiese someter a un Getafe al que tampoco le interesa en exceso el control del juego, sólo que pasen pocas cosas y que las oportunidades caigan en su saco. Y tendrían una clarísima antes del descanso. Juanmi volvía a encontrarse en una posición aún más cómoda que en su primera oportunidad, con un mano a mano que lanzó a las nubes. Estaba cerca ya el intermedio. Los sevillistas no habían sido peores, pero las ocasiones habían caído del lado rival. No estaba el partido donde querían. Necesitaban darle una vuelta al guion inicial. Bordalás se estaba llevando el duelo a los puntos.
El debut de Akor
El Sevilla comenzó el segundo tiempo con algo más de energía, con Rubén Vargas tratando de ser más incisivo por su costado. A Isaac le taponaron un disparo dentro del área. Pese a esa llegada, le costaba generar al equipo alguna ocasión real, que pudiese a prueba a David Soria. El encuentro estaba constantemente detenido. Por los dos. El Getafe arriesgaba amarillas para detener los intentos de contra de los andaluces, aunque los de Pimienta tampoco se arrugaban en ese cuerpo a cuerpo constante que promulgan los de Bordalás. Lo intentaba el Sevilla desde lejos y sin puntería, con intentos de Saúl o Lukebakio. El belga estaba bien vigilado en esa defensa de cinco que impone el entrenador del equipo azulón. Diego Rico siempre estaba acompañado del central de su zona. De hecho, Lukebakio se jugó la expulsión con dos manotazos sobre su marcador. El primero fue sancionado con amarilla. El segundo, no. Con las evidentes y lógicas protestas de los locales.
En una contra cinco contra tres, Saúl lanzó el balón muy por arriba de la portería. Muchas opciones para decidir bien, pero el centrocampista quiere devolver el cariño y la confianza con excesiva prontitud. Se siente responsable de su nivel aún lejano al esperado. Y esas oportunidades en el Coliseum no se deben desperdiciar. No se pueden perder si quieres conseguir la victoria. Se iba abriendo el choque y el entrenador del Sevilla metía a Ejuke por un muy cansado Vargas. De hecho, cambiaba de banda a Lukebakio para alejarse de Diego Rico. Akor Adams entraba en el campo a falta de diez minutos. El partido estaba en el alero, justo donde el Sevilla se está acostumbrando a vivir y donde más cómodo se siente el Getafe. Lukebakio tuvo la última ocasión del choque, la más clara para el Sevilla. Se marchó fuera por poco. Un empate que no sabe bien ni sabe mal, sino todo lo contrario. Un Sevilla mediano. Poco más que decir.
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