Sevilla - Alavés

En caída libre al infierno (2-3)

jornada 20

El cuadro hispalense encadena su tercera derrota consecutiva en el Sánchez-Pizjuán, siete en total, y se convierte en claro opositor a farolillo rojo

Corona, director deportivo del Valencia, en Nervión para ver el Sevilla - Alavés

Sevilla FC - Alavés, en directo: resumen, goles y minuto a minuto del partido de LaLiga EA Sports 2023-2024

Isaac Romero interceptado por Rafa Marín en el duelo Sevilla - Alavés en el Sánchez-Pizjuán Manuel Gómez

Las tragedias griegas son cuentos infantiles al lado de la situación que está viviendo el Sevilla FC esta temporada. Da igual quién se siente en el banquillo, los apellidos del delantero que esté en la punta o la edad media del equipo, el Sevilla ... FC nunca gana. Y lo peor de todo es que tampoco puntúa. La concatenación de empates que los blanquirrojos tuvieron con Diego Alonso parecen ahora música celestial ante un panorama muy oscuro. El Deportivo Alavés llegó al Sánchez-Pizjuán sin hacer ruido, dejando que el conjunto local dominara el duelo. No les importaba ceder el balón, porque aunque el Sevilla FC realizó el mejor inicio de partido de toda la temporada, tampoco le sirvió para ponerse por delante. Eso sí, los de Luis García Plaza no dudaron en ningún momento, pelota que cogían en el área, pelota que iba dentro o casi. Una clase magistral de lo que hay que hacer en el fútbol, ante un cuadro hispalense que parece haber olvidado por completo la lección.

Así, el Sevilla volvió a caer en casa ante un rival que, a priori, debía ser asequible. O al menos lo es más que el todopoderoso Girona al que visita en la próxima jornada. Unos puntos valiosísimos para respirar más tranquilos, que ya no existen. Y es que parece que el cuadro hispalense se ha propuesto ir a pecho descubierto esta temporada hasta el final. El resultado empañó el debut de Isaac Romero. El delantero centró desde el principio todas las miradas y esperanzas sevillistas. Su primer remate llegó antes de cumplirse el primer minuto del partido y la grada le coreó, mostrándole toda la fe que le tienen. El fichaje del lebrijano no es sólo deportivo, es también una estrategia de marketing para volver a unir al sevillismo con su equipo. La tierra tira, el escudo también. Eso lo saben Isaac y Quique Sánchez Flores, que no dudó en alinearlo desde primera hora en su debut con la elástica sevillista en partido oficial. La grada estuvo más animada de lo habitual esta temporada, cánticos de tiempos mejores resonaron por los rincones del Sánchez-Pizjuán, pero no por mucho tiempo.

Durante 20 minutos, la felicidad y el optimismo imperó dentro y fuera del campo. Jugadores bien plantados, con energía y cabeza, agobiando al rival, poniéndolo entre las cuerdas. Isaac bien posicionado siempre, se movió al compás de sus compañeros para estar a tiro, remató más en 20 minutos que otros atacantes en lo que va de temporada. Pero la jugada con más peligro llegó de las botas de Jesús Navas, que regresaba tras varias jornadas lesionado. Un tiro espectacular desde los 30 metros que se estrelló por poco en el travesaño. También Ocampos tuvo su oportunidad tras un centro magnífico de Suso. El último susto real que dio el Sevilla antes de que todo se desmoronaba fue una falta, provocada por Isaac, que Rakitic lanza y que no encontró rematador.

Todo cambió en el minuto 26. El segundo saque de esquina del Alavés derivó en el primer gol visitante, cosecha propia de Tenaglia tras peinarla Guridi. Como viene siendo habitual, el Sevilla perdió la concentración tras el gol y cedió el control del balón al rival. Los hombres de Quique Sánchez Flores volvieron a pecar de precipitación en los pases, de no amasar lo suficiente para finalizar con éxito. Carlos Vicente volvió a dar el susto a los locales con un tiro que interceptó Dmitrovic. El Sevilla parecía entonarse de nuevo, pero el conjunto babazorro supo apagar ese conato en el minuto 40 con otro gol. Kike García remató y el balón golpeó en Kike Salas, que mandó el cuero por encima de Dmitrovic. Mala fortuna para el canterano, que tuvo inmediatamente que marcharse lesionado, demostrando que el fútbol puede ser cruel. Y es que el defensa ha elevado su nivel en los últimos duelos y se marchó fotografiado en el tanto y lesionado.

El espanto se mantuvo hasta el descanso. Dmitrovic, que no estuvo bien en ninguno de los goles encajados, desplegó alas y reflejos para interceptar un tiro envenenado de Kike García, que se propuso ser el verdugo del conjunto hispalense. Final de la primera mitad y los cánticos felices se convirtieron en pitos furiosos contra la directiva. Un día más en la oficina.

La segunda mitad no arrancó con mejores sensaciones. El equipo, muy espeso, cambió su configuración con la entrada de Sow, Rafa Mir y Mariano por Soumaré, Isaac Romero y Rakitic. Quique intentaba tocar alguna tecla que sacara al equipo del letargo e intentar darle la vuelta al marcador. No obstante, el equipo siguió frío, sin sentirse cómodo del todo y la película que se estaba visionando en el Sánchez-Pizjuán ya estaba muy vista. El azar no quiso que Luis Rioja aprovechara un grave error de Ramos. El de Las Cabezas quiso rizar el rizo de cara a portería y perdió la posibilidad de ampliar la renta babazorra alargando. Más le hubiera valido al sevillismo que ese tanto subiera y terminara con la agonía.

Hasta el minuto 60, el Sevilla no tuvo su primera buena llegada al área rival en esta segunda parte. El partido se había convertido en un ida y vuelta, en el que los sevillistas empezaron a acechar con peligro a Sivera. Los astros se alinearon en el 69, cuando un excelente centro de Suso cayó sobre Rafa Mir, que remató con el escudo. Poesía en Nervión. Se animó el Sevilla, que volvió a enchufarse y la igualada llegó en forma de penalti. Una acción de Benavídez sobre Mariano dentro del área fue condenada con la pena máxima, previa revisión VAR. Ocampos no falló y Nervión empezó a rugir.

Quedaban aún diez minutos para conseguir dar la vuelta al marcador. Suso desplegó todas sus virtudes y Mariano buscó aprovechar las oportunidades que el gaditano le ofreció. El dominio volvió a ser sevillista, pero el balón parado, una vez más, volvió a reventar las esperanzas. Rubén Duarte logró sobrepasar a Dmitrovic en un córner botado por Carlos Vicente y tocado por Samu. De la forma más cruel, el Sevilla vio cómo los puntos volvían a volar hacia tierras lejanas. Después de hacer lo más difícil, el jarro de agua gélida disipó cualquier esperanza. Ni los más optimistas auguran a día de hoy nada bueno para los de Nervión, que sólo han logrado 16 puntos en 20 jornadas. La onda gravitatoria de los puestos de descenso se siente cada vez más fuerte y al Sevilla le queda poco más por probar para sacar la cabeza.

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