El Sevilla y su pesadilla con el balón parado: 13 goles encajados y diez puntos perdidos

El cuadro blanquirrojo abusa demasiado de sus mejores bazas, Nyland y Lukebakio, que, cuando erran, el técnico se queda sin argumentos para cambiarle la cara a un tedioso partido como el que le planteó el Athletic Club. ¿El resultado? Tres puntos muy valiosos de cara a la pugna por los puestos europeos que se marchan por el desagüe. Y todo, una vez más, por culpa de una jugada a balón parado mal defendida por el cuadro hispalense. Una falta provocada por Agoumé, que Álex Berenguer pone en el centro al área y la colocación del equipo permite que Yeray remate a placer. Juanlu y Carmona rompiendo el fuera de juego y absolutamente nadie cubriendo a los jugadores rivales. Todo mal.

Estos vaivenes del Sevilla han provocado que el equipo se encuentre esta temporada en una indefinición en LaLiga, a pesar de haber tenido varias oportunidades de dar un salto definitivo hacia la parte alta. No obstante, es indudable que el equipo ha mejorado sus prestaciones respecto a estos dos años anteriores, pero le falta limar ciertos aspectos para hablar con rotundidad de un proyecto que va hacia alguna parte.

Uno de estos aspectos a mejorar es el balón parado, ya que las estadísticas evidencian una carencia tanto a nivel defensivo como en la parte ofensiva. El Sevilla sólo ha marcado en dos ocasiones a balón parado: el penalti en el derbi en el Sánchez-Pizjuán y el gol de Saúl ante el Girona en Montilivi.

Especialmente llamativo fue el caso ante el Osasuna, ya que los de Pimienta tuvieron dos decenas de opciones entre cinco córneres y tiros libres. El resultado fue un empate 1-1, que el Sevilla estuvo muy cerca de ganar, pero que la escasa efectividad en este tipo de escenarios le penalizó duramente. Dos puntos que volaron.

Sobre este dato, el propio García Pimienta admitió su extrañeza hace unas semanas en rueda de prensa: «Vengo de clubes en los que el balón parado nos costaba mucho. Pero llegué aquí y vi la cantidad de jugadores físicamente tan potentes que tenemos y me imaginaba que el balón parado nos iba a dar muchos puntos. Pues no solamente eso no lo hemos conseguido aunque estamos mucho más cerca de hacer daño, sino que tenemos que ser mucho más sólidos y consistentes a nivel defensivo. Se trabaja desde la defensa incluso el balón parado. Si estamos concentrados a nivel defensivo el rival tiene que tener dificultades para generarnos peligro. Lo hemos trabajado y lo hemos visto en vídeo y por desgracia a veces por trabajarlo mucho no da resultados. Estamos poniéndolo todo de nuestra parte y todo pasa por estar más concentrados».

Especialmente llamativo fue el caso ante el Osasuna, ya que los de Pimienta tuvieron dos decenas de opciones entre cinco córneres y tiros libres. El resultado fue un empate 1-1, que el Sevilla estuvo muy cerca de ganar, pero que la escasa efectividad en este tipo de escenarios le penalizó duramente. Dos puntos que volaron.

Sin embargo, el equipo no ha mejorado y la estadística es más grave cuando se analiza el número de puntos que el Sevilla ha perdido este curso por goles encajados en jugadas de estrategia. Hasta el momento, el equipo se ha dejado diez puntos por el camino por este motivo. Más allá del partido ante el Athletic el pasado domingo (y también a la ida en San Mamés), también le ha pasado ante el Mallorca en casa, en la vuelta con el Espanyol y ante el Leganés en Butarque. De haber afinado más ante este tipo de jugadas, se podría estar hablando de un Sevilla candidato serio a los seis primeros puestos de la tabla.

En lo que a goles respecta, de los 37 goles en contra del Sevilla, 13 han sido fruto del balón parado, siendo cuatro de ellos de penalti y, el resto a través de jugadas de estrategia. El Barcelona ha sido el equipo que más se ha cebado en este aspecto, puesto que marcó dos goles en la ida y otros dos en la vuelta a través de este tipo de jugadas.

No obstante, el líder actual de la LaLiga no es el único que se ha aprovechado del talón de aquiles de los de Pimienta. De hecho, en sus últimos cuatro partidos en casa ha encajado goles de este tipo. El de Yeray ante el Athletic, el de Valjent ante el Mallorca, el de Eric García ante el Barcelona y el de Kumbulla ante el Espanyol. El tanto del Girona en Montilivi también fue así.

Estos datos han colocado al Sevilla en la cabeza de los equipos que más tantos ha encajado en este tipo de acciones en la 2024-25. En definitiva, entre córners, penaltis, saques de banda, faltas directas e indirectas, han sido 13 los goles recibidos por el Sevilla en esta temporada. Solo se acercan a los de Nervión equipos como el Celta, Valladolid, Espanyol y Leganés.

Si bien es cierto que el cuadro sevillista ha mejorado de forma sensible el aspecto defensivo este curso, todos los esfuerzos de la zaga durante los encuentros se echan por tierra a la hora de enfrentarse a estos escenarios. Aun así, el técnico catalán ha conseguido cierta solidez respecto a estos dos últimas temporadas. La combinación en el centro de la defensa de Kike Salas y Badé se ha asentado y han firmado partidos muy serios, como el de Anoeta.

Ahora, Pimienta tiene dos semanas por delante para poner deberes extra a los pocos jugadores que se quedan en la ciudad deportiva durante este parón de marzo. Preparar con seriedad el derbi y limar estos detalles que son diferenciales a la hora de tomarse, o no, en serio al Sevilla de aquí a final de la temporada.