Nadal: «A día de hoy no puedo ser rival de Alcaraz»
El veterano reconoce que está lejos del Murciano y asegura que no tiene decidido si será su última temporada en tierra batida
Alcaraz: «Me estoy ganando mi propio camino, mi propio nombre»
![Rafael Nadal en la rueda de prensa este sábado](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/03/03/nadal-k0cH-U6014085992872mG-1200x840@diario_abc.jpg)
Rafael Nadal y Carlos Alcaraz se miden la noche de este domingo en Las Vegas en una cancha de tenis, pero la leyenda de Manacor sabe que no están en el mismo plano. «¿Sois rivales, compañeros, amigos, mentor, heredero?», les pregunta este periódico en rueda de prensa, pocas horas antes de que se produzca el acontecimiento de ver a ambos sobre la cancha, en el 'Netflix Slam', una incursión del gigante del 'streaming' en el deporte en vivo.
«Somos compañeros», empieza a responder Alcaraz con la sonrisa tímida que le caracteriza. «¡Ya lo creo! Ya me gustaría a mí ser rival», le corta el veterano, con otra sonrisa, esta vez de sorna. «Desgraciadamente, a día de hoy no lo puedo ser. Ojalá en algún momento pueda ser rival y no solo ser compañero».
El intercambio, en una comparecencia conjunta e inusual de ambos, muestra la realidad de Nadal, uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, dominador del tenis de las dos últimas décadas junto a Novak Djokovic y Roger Federer, que se faja para exprimir algo más de competitividad a su cuerpo maltrecho. Y que reconoce que está lejos de Alcaraz, sentado a su lado con traje gris y 20 años, un fenómeno juvenil con dos 'grandes' a sus espaldas y todo el futuro por delante.
El infierno de las lesiones
Nadal vive un momento duro e incierto. Después de una temporada en blanco, apartado de las pistas por una lesión -y consiguiente operación- en el psoas ilíaco, regresó con aparente fuerza a comienzos de año en Brisbane, su preparación para el Abierto de Australia. Tras mostrar un nivel sorprendente en las dos primeras rondas, otra vez el infierno de las lesiones: un microdesgarro en la zona inguinal izquierda.
«Mas que por no jugar en Australia, el paso atrás es por tener que volver a parar», explicaba a los periodistas, mientras la cancha del hotel-casino Mandalay Bay, recibía los últimos retoques horas antes del partido. «Cuando tienes una edad avanzada, los parones hacen que tu cuerpo deje de estar preparado. Cuando juegas con más continuidad, el cuerpo se habitúa a cargas y a ritmo de competición. Cuando pasas hay más riesgo de lesión. Eso fue lo más jodido, no haber podido seguir jugando».
Por delante, habrá que ver cómo se comporta su cuerpo. «Mi objetivo era jugar aquí en Las Vegas y en Indian Wells, y estoy cerca de conseguirlo. El nivel es lo de menos. Lo importante es entrenar con profesionales, jugar con Carlos, que me hace mucha ilusión y hacerlo lo mejor posible en Indian Wells», aseguraba sobre el Masters 1000 californiano, que arranca esta semana. «Lo prioritario es jugarlo y salir ileso», añadía sin tapujos.
A partir de entonces, el objetivo es tratar de estar lo mejor posible en la temporada de tierra batida, su territorio. En el horizonte, la gesta impensable de ganar una vez más en Roland Garros, su decimoquinta Copa de los Mosqueteros. Y, sin salir de París, el sueño de colgarse una medalla más con España en los Juegos Olímpicos.
«Que sea mi última temporada en tierra batida o no, no lo tengo decidido al 100%»
Rafa Nadal
«Que sea mi última temporada en tierra batida o no, no lo tengo decidido al 100%», aseguró Nadal, que ya convive con que el debate de su adiós esté siempre en el aire. Defendió que no está haciendo su despedida, pero dejó palabras que suenan a que la tiene en la mente: «A todo el mundo le gusta despedirse bien, jugando, siendo competitivo y disfrutando en la pista. Si eso puede ser o no, el tiempo lo dirá. El camino está siendo complicado y es un proceso de aceptación personal de las cosas».
Muy cerca de allí, con una copa en la mano, entre gente guapa invitada a una recepción organizada por Netflix, alguien entendía mejor que nadie a Nadal: su amigo Pau Gasol. El mejor jugador de baloncesto español de la historia, leyenda de la NBA y del baloncesto de selecciones, ha pasado hace no tanto por la misma situación, el trago duro de dejar lo que más te gusta.
«Él está trabajando para disfrutar, para acabar su carrera jugando y disfrutando, no sufriendo», respondía a este periódico sobre Nadal. «Y los últimos años le hemos visto sufriendo y luchando. Él es un competidor tremendo y le encanta lo que hace, a mí también me hubiera gustado jugar un par de años más», reconocía sobre su propia experiencia, antes de dejar un consejo: «También tienes que empezar a pensar en la siguiente etapa y en que no te hagas un daño que puedas arrastrar el resto de tu vida». Será imposible que Nadal no se lleve muchos dolores para el resto de su vida, después de dos décadas de máxima exigencia a su cuerpo. Pero el español, como todos los grandes, quiere un baile más.
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