MotoGP
Pol Espargaró: «Honda puede cambiar de piloto, pero si yo no estoy al nivel, no lucharé por mis sueños»
El piloto de Honda charla con ABC sobre las dudas cuando no llegan los resultados, metas y esperanzas
Pol Espargaró
Habla Pol Espargaró con ABC minutos después de que Alberto Ginés alcanzara el oro olímpico en escalada. Él también quiere progresar y ascender ante este muro que supone su estreno en el equipo Honda Repsol, la cima de todas las escuderías por todo ... lo que ya ha conquistado en el pasado. Y está en el camino, consciente de sus limitaciones ante una moto complicada y que, en la época de MotoGP más puntera y competitiva, hace que todo sea más difícil. Dos octavos puestos como mejor resultado en diez carreras, en este parón veraniego ha hecho una puesta a punto mental y física, con vistas a una segunda parte del curso en la que pretende que talento, moto y ganas se alineen para terminar satisfecho y con la moral alta para el próximo año.
¿Cómo ha pasado el verano?
Muy bien. Estos parones van muy bien para descansar, recuperarte de pequeñas lesiones que has tenido durante la temporada, de dolores en todo el cuerpo. Y para estar con la familia, poder entrenarte un poquito más, coger esta forma física que te ayude a mantener el estado para el resto de la temporada. Un parón así siempre te va bien. Este año ha sido más largo y nos ha dado para hacer más cosas.
¿Ha tenido que hacer también entrenamiento mental después de este primer tramo de temporada?
Es cierto que la primera parte fue bastante complicada y es normal que cuando las cosas no van bien tengas más ganas de terminar, para hacer un reset, pensar, recapacitar y dejar a Honda trabajar un poco, y con más tranquilidad. Todo es muy rápido en el día a día. Cuando estamos en carreras el ritmo es trepidante y no da tiempo prácticamente a nada, ni a pensar en lo que estás haciendo, ni a encontrar soluciones técnicas encima de la moto ni para Honda en trabajar en ellas. El parón nos va bien a todos, tanto técnica como personalmente, y nos ayuda a llegar con las pilas cargadas y con la mente más en blanco.
¿Puede explicar por qué esta Honda no está ganando, qué dificultades tiene?
Es una moto bastante física, requiere de un rendimiento físico bastante elevado. Tiene una cierta inestabilidad que no te permite tener tranquilidad y estar relajado encima de ella. Te hace estar en tensión y pendiente de que no te lance por los aires en cualquier momento. Eso requiere una forma física algo mayor que para otras motos. Y este año estamos sufriendo muchísimo en cuanto a agarre. Tenemos bastantes problemas cuando la moto está a máxima inclinación. Eso nos cuesta bastante traccionar. Creo que otras fábricas han estado trabajando más con este compuesto de neumáticos que les han permitido avanzar un poquito, y Honda, en ese aspecto, se ha quedado un poco dormida. Pero como es algo técnico, es cuestión de esfuerzo, tiempo y horas que lo saquemos adelante.
Tiene el talento, la velocidad, las ganas, la madurez. Estos pequeños fallos y que los resultados no han sido los que esperaba, ¿le han hecho dudar de sí mismo en algún momento? ¿Se siente peor piloto que el año pasado?
Eso pasa en el mundo del deporte de élite. Cuando el rendimiento no es el mejor, te haces muchas preguntas. Pero nosotros tenemos un componente que se escapa de las manos de los pilotos, que es el técnico, y a medida que he ido creciendo y pasando de categorías me he ido conociendo. Es cierto que tienes que tener una mentalidad bastante dura, de hierro, para que en los momentos duros no te vayas para abajo y seguir trabajando. Por eso es importante tener gente alrededor que te ayude y te apoye. Y tener una rutina de entrenamiento, de carreras, que no cambie absolutamente nada para que tu confianza, a pesar de que tus resultados no salgan, siga en su punto. Al final hay que perseverar, trabajar duro y creer que las cosas van a salir mejor. Así es como los deportistas vamos sobreviviendo a este tipo de cosas.
¿Cómo se gestiona esa incertidumbre de no saber cómo estará la moto en la siguiente carrera?
Hay ciertos circuitos que tienes marcados en el calendario como puntos negros. Circuitos que, a lo mejor, no te van a funcionar, que no te van a ir bien. Y después de un mal fin de semana, si vas a un circuito que se le parece sabes que vas a tener problemas parecidos y eso es difícil y duro. Además cuando los problemas son técnicos, o incluso los problemas son físicos, alguna lesión que no te permite hacer alguna cosa, ya sabes que el fin de semana no va a ir bien, que no va a ser bueno. Es complicado gestionar esto. Porque a tu alrededor hay unos mecánicos y unos ingenieros que le ponen, a parte de muchas horas y esfuerzo, mucha pasión. Y esto es un trabajo, pero muchos de los mecánicos no lo hacen por dinero, sino por esa pasión que mueve el motociclismo. Si el piloto está decaído o no está contento o no disfruta, y no comparte esa felicidad cuando está dentro del garaje, se hace todo más duro y muy pesado. Así que, a pesar de que creamos que las cosas no van a salir bien, aunque a veces hay sorpresas y se puede girar la tortilla, hay que tener siempre una sonrisa y una buena actitud y empezar los fines de semana de la mejor forma posible y de la manera más positiva.
Honda no lo contrataba este curso para aprender. ¿Cuánta presión siente de Honda y cuánta se pone usted mismo?
De Honda, evidentemente, mucha, pero es normal. Esto es un proyecto muy grande y con un presupuesto muy elevado y con unos resultados a hacer que son muy claros. Ellos llevan muchos años luchando y consiguiendo campeonatos del mundo con Marc y tienen claro que son una fábrica ganadora. Hay que venir aquí a hacer esos resultados.
Pero creo que el más exigente conmigo mismo soy yo. Honda puede cambiar el piloto, puede meter a otro encima de la moto y ellos van a seguir. Pero mi carrera deportiva es única, es una vez en la vida y hay momentos que son únicos. Si no estoy al nivel, no voy a poder llegar a mis objetivos y sueños. Y es donde nos movemos los deportistas, en sueños, en tratar de conquistar lo que nosotros creemos que podemos y somos capaces. Yo soy el que me pongo más presión, el que me autoexijo más y si las cosas no me salen bien, soy el primero que voy a tener hambre para comer o voy a dormir pensando en el error que acabo de cometer. Soy muy muy autoexigente y perfeccionista. Me gusta que las cosas salgan como yo quiero y cuando no salen pago una dura penitencia.
¿De qué se siente más orgulloso de este primer tramo?
Durante muchos momentos he sido competitivo, hay circuitos que he podido hacerlo muy bien. Aunque he cometido errores por eso de no conocer al cien por cien la moto. Pero estoy contento de que he sido rápido, que he logrado ser rápido. Evidentemente no ha sido el mejor inicio de temporada que hubiera soñado, que me hubiera gustado, pero tenía la duda de si sería capaz de ser rápido con esta moto. De momento, en muchos circuitos he sido rápido. Me falta esa constancia y ese pequeño aprendizaje que aún no tengo. Pero la velocidad la tenemos y eso es muy importante. Quería ver que la tenía, que podía ser rápido con la Honda, y por momentos lo he sido. Por ahora me voy quedando con estos momentos, que son pequeños. No nos dan puntos porque estos se reparten los días de carreras y no hemos estado tan competitivos allí, pero sí nos dan energía para ver que podemos hacerlo y seguir trabajando.
¿Ha conversado con Dani Pedrosa, probador de KTM, el antiguo equipo de Espargaró?
Cuando separamos nuestros caminos de KTM prácticamente ya no nos hemos visto más. Coincidíamos mucho por estar trabajando en la misma fábrica; y hablamos mucho sobre la moto. Sí que hablamos en su momento de cómo veía él Honda, cómo yo lo veía. Pusimos algunos puntos para conocernos un poquito mejor, pero sinceramente, desde ese momento ya no hemos hablado más. Él está muy centrado en el proyecto de KTM que está funcionando muy bien y yo en el de Honda, que hay mucho trabajo que hacer.
¿Cómo vivió que llegara Márquez, aún lesionado, y ganara con esta moto en Alemania?
Por una parte bien porque hasta ese momento, prácticamente estábamos muy a la par y más o menos los resultados eran parecidos. Incluso estaba por delante el equipo satélite y yo necesitaba a alguien que hiciera las cosas a la perfección, como las hace Marc, para entender el límite de esta moto. He caído mil veces para intentar encontrarlo, pero es mucho más fácil si hay un piloto más rápido que tú. Puedes comparar la electrónica y la información de la data para entender dónde cometes errores y dónde puedes ser más rápido.
Al final, tener a Marc al cien por cien en Sachsenring y poder hacer un buen resultado me dio a conocer muchos puntos que desconocía y me ayudó muchísimo a seguir creyendo y a seguir confiando en que la moto es ganadora. Faltan poquitos detalles, hacer buenas salidas, clasificar bien el sábado y poder estar un poquito más arriba los domingos en la salida para hacer una buena carrera.
¿Es difícil de explicar y de vivir no llegar a conjuntarlo todo?
Forma parte de un proceso. Es muy complicado hoy en día en MotoGP llegar a una moto completamente nueva y estar delante de los demás pilotos, que ya llevan bastantes años, con motos a un nivel increíble. Nunca MotoGP había tenido tantas motos a un nivel tan elevado. En el pasado sí había dos marcas competitivas, pero ahora hay muchas fábricas que pueden luchar por una carrera, pilotos jóvenes con mucho talento, que se preparan físicamente a la perfección. Hoy en día, estar completamente compenetrado con la moto es vital, básico. Me falta esa experiencia, ese encontrar el límite, no cometer pequeños errores en los clasificatorios que nos meten más adelante el domingo, que nos permiten hacer carreras mucho más tranquilos, con pilotos más experimentados y rápidos delante. Es un pez que se muerde la cola: empieza por tener un poquito más de experiencia, conocer un poquito más la moto y también que la moto dé un pasito para adelante porque estamos sufriendo un poquito. Es lo que tenemos que meter en la misma línea. Pero es cuestión de tiempo. Poco a poco van saliendo los resultados y el equipo está muy unido para esta segunda parte de la temporada.
¿Duerme bien por las noches después de un mal entrenamiento?
Me cuesta un poquito. Soy de los que piensan mucho, recapacitan mucho. Intento pulir los errores que cometo. El único momento que estás completamente en paz y tranquilo, con la mente en blanco, es por la noche y es cuando intento pensar, que me va bien, pero por otro lado es tiempo que le quito al sueño y lo pago al día siguiente. Depende del día, del fin de semana, de cómo me vayan las cosas, duermo mejor o peor.
¿Qué objetivos se pone para esta segunda parte del curso?
En ese progreso de ser cada vez más competitivos. Quiero ser positivo, creo que podemos estar de los seis primeros luchando cada carrera. Y aquí es el inicio de donde tenemos que empezar a trabajar. Ese es el objetivo: estar de los seis primeros, trabajar duro con Honda, que el equipo también dé un paso adelante y juntos crecer para, al final de temporada, estar orgullosos de lo que hemos conseguido a pesar del inicio.
Más una sensación que un puesto, ¿no?
Total. Es terminar la temporada estando bien conmigo mismo, feliz con el resultado y sintiéndome en modo zen. Convencido de lo que he hecho, el trabajo que le he puesto y las ganas han tenido su resultado y empezar la temporada que viene, que va a ser la importante, con la moral alta y sabiendo que puedo empezar desde la primera carrera en Catar luchando por algo grande.