Viñales se cae en la novena vuelta, Cortese triunfa título en mano

Quería confirmar su coronación con otra victoria que redundara en su superioridad. Criticado durante la temporada por su falta de adrenalina para saber ganar, el alemán se ha transformado en los últimos cuatro meses. Ha sido un golpe de confianza en sí mismo. Sandro Cortese dice que es el premio a un sacrificio mayor. A más trabajo. El campeón del mundo de Moto3 celebró su quinta victoria del año en el circuito más bonito del mundo, Phillip Island , con esa bajada mirando al océano índico que engaña tanto al adquirir velocidad punta que parece que el piloto se va a hundir con la moto en el agua. Cortese ha hundido a todos en un final de campaña magnífico.

Ganó en Malasia para rematar su título y ahora, sin nada que jugarse, con el ascenso a Moto2 en mente, Sandro ha mantenido esa agresividad adquirida a golpe de triunfos y ha vencido en Australia con una escapada en las últimas vueltas que nadie pudo frenar.

Hace poco tiempo, Cortese no se atrevía a meter la moto en el ataque decisivo y ganar a los rivales. No era valiente. Era un líder que sumaba podios con facilidad, pero no sabía ser el mejor. Los fallos de Viñales, hay que decirlo, le otorgaron la fe en sus posibilidades. "Tú puedes ganar como él, ya le has vencido, no es mejor que tú", le decían al piloto de KTM. Maverick, en efecto, era su obsesión . Quería ser tan decidido como el español para intentar el éxito. Y aprendió a serlo.

En Australia, Sandro dio el tirón definitivo y solo Oliveira pudo mantenerle el pulso. El alemán marcó una distancia de dos segundos sobre el portugués y descolgó a Sissis, Kent, Rins y Fenati a cinco. Con los dos primeros puestos sentenciados, el australiano Sissis se adjudicó la victoria en la pelea por el tercer cajón. El público, que llenaba el circuito oceánico para presenciar la despedida de Stoner, festejó la tercera posición de su joven compatriota, que no pudo abrir botella de cava porque no tiene edad. Tampoco Oliveira recibió botella. Solo Cortese abrió la suya y bañó a Sissis, que bebió un poquito. "Es el primer alcohol que bebo en mi vida, no lo he hecho nunca porque soy deportista y me cuido al máximo", decía el piloto local.

Viñales se cayó en la novena vuelta, en su deseo de regresar a los podios tras su espantada en Malasia. Salom perdió todas las opciones, al tener que pasar por meta en plena carrera para cumplir una sanción de diez segundos. Por primera vez desde Malasia 2008, ningún español pisaba un palco en un gran premio de la cilindrada pequeña.