Jerez, el último reto de Marc Márquez

Jerez abre las puertas al Mundial de motociclismo 2014 con un calurosísimo recibimiento. El sol, en todo su esplendor, se alza en lo alto para dar la bienvenida a un fin de semana de emociones sobre dos ruedas. Todos los pilotos acuden provistos de sus mejores armas para lograr la victoria, una especial porque se disputa en casa, con el público español calentando más si cabe la carrera con sus aplausos. Para Marc Márquez, Jerez esconde un aliciente más.

El piloto ilerdense cumple su gran premio número cien, divididos en diez victorias en 125cc, dieciséis en Moto2 y, por el momento, nueve en MotoGP. En todos los circuitos ha dejado su impronta de campeón en alguna categoría. Incluso en los que se estrenaban, como el de Termas de Río Hondo el fin de semana pasado en Argentina. Pero no en Jerez, territorio inexpugnable. «En 2010 por el tubo de escape; en 2011 tuve un choque por detrás; en 2012, una bandera roja en mitad de carrera y el año pasado acabé segundo», recordaba Márquez. Y aunque advertía que este era otro año y que llega en las mejores condiciones, siempre es difícil atacar los frentes en los que otras veces has sido vencido: «He llegado muy bien, pero aquí las Yamaha siempre van muy rápido. Espero hacerlo bien y, si no gano, al menos trataré de quedar en el podio», afirmaba Márquez.

Dani Pedrosa, su compañero de equipo, aumentaba la dificultad: «Es mi circuito favorito, por las curvas y por la gente que te anima». Con tres victorias de tres posibles en este impecable inicio de campeonato, Márquez ha multiplicado las ganas de sus rivales por batirle en cuanto puedan, y no dejarán de intentarlo en un circuito que es, por el momento, su talón de Aquiles.

Todos saben qué hay que hacer para ganarle: «Quedar por delante, claro. Ir más rápido que él», bromeó Pedrosa, que también ha comenzado de forma muy brillante el Mundial con dos segundos puestos y un tercero. «Si no hay ningún secreto, el problema es ponerlo en práctica. Aunque esta sí es, posiblemente, la pista en la que se le puede ganar», admitía Jorge Lorenzo, en busca de las buenas sensaciones que ya lo auparon al podio en Argentina hace apenas unos días. «Ahora mismo es el que marca las diferencias, es el piloto más rápido y el que tiene el control. Lo único que puedes hacer es no despegarte demasiado», decía Valentino Rossi, al que le gustaría mucho ver a Márquez sobre otra moto que no fuera la Honda: «Sería curioso. Y muy interesante», reía.

Sabe que la calidad del español y la seguridad con la que se maneja en la pista lo hacen favorito en cada carrera: «Me recuerda mucho a mí en 2001. Yo también gané las tres primeras carreras, me sentía muy fuerte, muy rápido y al final fui campeón del mundo». Pero Rossi también recuerda la cara oscura de su título: «Cometí muchos errores y tuve que luchar con la presión que me ponían rivales como Max Biaggi. Espero ser yo el Biaggi de Marc este año, y meterlo en problemas».

Por el momento, el calor de Jerez no funde las ideas del líder del Mundial, que tiene muy claro que el trazado andaluz solo es uno más: «Creo que es imposible ganar todas las carreras, también hay que saber ganar puntos cuando ves que la victoria no es posible. Ganar en este circuito que me cuesta tanto sería importante, claro, pero no es algo que me vuelva loco. El campeonato es más importante». Jerez, su reto número cien.