París 2024 / Piragüismo
Saúl Craviotto ya es único
JUEGOS Olímpicos
Con el bronce de París, el catalán se convierte en el deportista español con más medallas olímpicas
Sigue en directo la decimotercera jornada de Juegos Olímpicos en París 2024
![Saúl Craviotto](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/08/08/craviottoas-R7M7ER1ZwM3KKBaO9rYJzKO-1200x840@diario_abc.jpg)
Saúl Craviotto (Lérida, 1984) ya es único. El palista se ha convertido en el deportista español con más medallas olímpicas después de su bronce en París 2024, un metal que une a los cinco que ya tenía: oro en Pekín 2008 (K2 500), ... plata en Londres 2012 (K1 200), oro y bronce en Río 2016 K2 200 y K1 200) y plata en Tokio 2020 (K4 500). Un palmarés que completa con cinco títulos mundiales y tres europeos, además de numerosas medallas internacionales. Craviotto pasa a ser también el único olímpico español en subirse al podio en cinco Juegos distintos. Un ejemplo de constancia y longevidad nunca visto hasta ahora.
Craviotto compartía el honor de sus cinco medallas con el también piragüista David Cal, al que sí superaba por palmarés. El canoísta gallego se estrenó en Atenas 2004 con un oro en C1 1000 y una plata en C1 500. También dobló en Pekín 2008, año del debut olímpico de Craviotto, en donde se llevó dos platas en esas mismas pruebas, C1 500 y C1 1000. El de Pontevedra cerró su cuenta en Londres 2012, con una nueva plata en C1 1000.
El ciclista Joan Llaneras (dos oros y dos platas), la nadadora Mireia Belmonte (un oro, dos platas y un bronce), la nadadora de sincronizada Andrea Fuentes (tres platas y un bronce) y la tenista Arantxa Sánchez Vicario (dos platas y dos bronces), completan este particular podio del medallero español.
La carrera de Craviotto no hubiese existido de no ser por su padre, Manuel. Con él comenzó a navegar en el embalse de Sant Llorenç cuando apenas era un bebé, con su piragua atada con una cuerda a la de su progenitor. Ninguno lo sabía, pero era el comienzo de una carrera plagada de éxitos que le llevó con solo 15 años al CAR de Madrid. Más tarde se sacó las oposiciones a Policía Nacional y acabó en Gijón. Allí conoció al que sigue siendo su entrenador, Miguel García, y al palista con el que disputó sus primeros Juegos, Carlos Pérez Rial, 'Perucho', que no solo era su compañero de kayak, sino también su pareja patrullando las calles de Gijón y echando tardes en la banda de El Molinón. El embalse de Trasona se convirtió en su segundo hogar, el lugar donde preparó a conciencia ese debut olímpico, en el que pocos contaban con que fueran a sacar algo positivo.
Para sus segundos Juegos probó la aventura en solitario y en la distancia más corta, mientras que en Río, pasada ya la treintena, fue a por su reto más difícil: subir dos veces al podio. Como casi siempre, salió airoso. Ganó el oro en el K2 200 junto a Cristian Toro y solo dos días después ganaba el bronce en solitario, de nuevo en el K1 200.
Convertido ya en leyenda de su disciplina, con cuatro medallas, su vida da un nuevo giro. Llega el reconocimiento masivo, también más patrocinadores, su participación en 'Masterchef'... Craviotto es ya un veterano con familia y múltiples ocupaciones fuera del deporte, pero el piragüismo aún tenía retos que ofrecerle. Fue uno de los elegidos para conformar el K4 500 que debía competir en los Juegos de Tokio, un equipo de élite en el que también estarán Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo.
Cuatro superdotados que se acabaron llevando la plata con un año de retraso por culpa de la pandemia, tiempo que Craviotto aprovechó para pedir su reingreso en la Policía, destinado en la Unidad de Prevención y Reacción de la Brigada de Seguridad Ciudadana en Gijón. Aquellos Juegos le dan una alegría extra al convertirse en el abanderado de la delegación.
Tan positiva resultó la experiencia, tan bien funcionó aquel cuarteto, que la cercanía de París, solo tres años de ciclo olímpico, invitaba a continuar el proyecto. Así ha sido. Craviotto está a solo unos meses de cumplir los cuarenta, pero se niega a decir que estos han sido sus últimos Juegos. «Físicamente me encuentro bien, pero el que manda es el cronómetro. Por muy fuerte y ágil que me sienta, ¿dónde voy si soy lento? Pero si el crono dice que estoy todavía en tiempos de pelear… No me atrevo a decir nada», reconocía hace pocas semanas a este periódico, antes de convertirse en el mejor olímpico de la historia de España.
Ahora solo quiere tomarse unas largas vacaciones, disfrutar de su mujer y sus tres hijas y meditar qué hacer. Lo hará con seis medallas al cuello, por lo que la decisión no podrá ser mala.
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