La hora de Mireia

Estaba tan convencida de que se encontraba ante su gran oportunidad, que Mireia Belmonte no quiso desviar su concentración ni un segundo. Por ello, pidió a su representante de prensa que no organice ninguna ronda de entrevistas antes de los Juegos. Nada de perder el tiempo con actos publicitarios. Solo quería estar en la piscina y en el gimnasio y seguir la rutina de los entrenamientos. La puesta a punto es lo más importante de la preparación. Y en Londres, Belmonte era la esperanza, la mejor baza de la natación española actual . Y es que, a pesar de su corta edad, 21 años, Mireia ya es toda una veterana.

Como dice el rapero que pone la música de su página web, «a Mireia sólo le falta una medalla en Londres para ser inmortal» , después de su magnífica irrupción en la alta competición hace cuatro años (cuando tenía 17 años) en los Europeos de Eindhoven donde se proclamó campeona de Europa en 200 estilos. Hace un mes, en Debrecen (Hungría) se colgó el oro en 1.500 y acalló las críticas que le achacan un mejor rendimiento en los campeonatos en piscina corta que en los de larga (los Juegos siempre son en piscina de 50 metros). No solo ha cumplido con las expectativas, sino que se va de Londres con dos medallas de plata que la confirman como la gran reina de la piscina en nuestro país.

Tras alcanzar la gloria en los 200 mariposa y en 800 libres, Belmonte, que sólo tiene una manía -siempre lleva las uñas pintadas- , une su nombre al de otros ilustres de la natación española que triunfaron bajo los cinco aros olímpicos: David López Zubero, Sergi López, Martín López Zubero y Nina Zhivanevskaya. Sólo cuatro estrellas para un deporte que nunca ha acabado de despertar en España como lo han hecho el resto de disciplinas, en las que el nivel español es homologable a las potencias europeas. No así en natación, que tiene esa asignatura pendiente. Belmonte ha roto este verano con el pasado.