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Juegos Olímpicos

El desfile de España: chubasqueros, sonrisas y unos abanderados con menos presencia

La delegación ocupó junto a Estonia el trimarán Pierre Bellon y soportó con alegría la intensa lluvia que los acompañó todo el trayecto

Inauguración de los Juegos Olímpicos en directo

Javier Asprón

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22 segundos es lo que permaneció el barco de la delegación española en las imágenes de la producción televisiva de la Ceremonia de Inauguración. Se hizo corto. Apenas dio tiempo a buscar y a distinguir a Marcus Cooper y Támara Echegoyen entre el resto de sus compañeros. Mezclados en el barullo, el piragüista no pudo hacer caso al consejo que le dio su compañero Saúl Craviotto, abanderado en Tokio, de mirar hacia atrás y disfrutar.

El agua caía con fuerza cuando le tocó el turno al barco español de cruzar el puente de Austerlitz, el primero del recorrido de seis kilómetros, Sena abajo, al que se enfrentaron las delegaciones olímpicas antes de llegar a los Jardines de Trocadero. Llovía mucho sobre ese trimarán de nombre Pierre Bellon, en honor al presidente de Sodexo, y muchos de los españoles escondieron el traje oficial -chaqueta roja para todos, pantalón blanco para ellos y falda blanca, amarilla y roja para ellas-, debajo de unos apañados chubasqueros transparentes que vinieron de maravilla a quien pudo agenciarse uno.

España compartió ese barco con Estonia. Tuvo más suerte que otros países, que confluyeron en el mismo crucero con otras cinco o seis delegaciones. Se notó que nadie quería perderse la cita, aunque hubo ausencias importantes. De las conocidas a última hora la más destacada fue la de Carlos Alcaraz, que prefirió renunciar a la experiencia al tener que jugar dos partidos el sábado, individual y dobles junto a Rafa Nadal. También faltó el balear, al que sí se le vio seguir la ceremonia acompañado de su familia desde un balcón con vistas al Sena antes de su aparición estelar al recibir la antorcha de manos de Zinedine Zidane y portarla en una lancha hasta el centro de París acompañado por Nadia Comaneci, Serena Williams y Carl Lewis.

También faltaron el atletismo al completo, campeonas como Maialen Chourraut, las dos selecciones de fútbol y el equipo masculino de baloncesto, concentrado en Lille antes de su debut en esa ciudad ante Australia. Ese exilio parisino no ha sentado bien a los Rudy, Llull y compañía, que montaron un desfile improvisado en una pista de atletismo de la ciudad norteña. No faltaron las banderitas ni el himno de España.

Mientras, en París seguía lloviendo con fuerza mientras los barquitos avanzaban con lentitud hacia su destino. En las redes sociales se hacían apuestas con el número de resfriados que habría a partir de mañana en la Villa Olímpica a la vez que los deportistas comenzaban a subir sus instantáneas.

Los Reyes de España presenciaron el desfile de la delegación desde el palco de honor instalado en Trocadero. Era el único que estaba cubierto, pero poco… También hicieron falta los socorridos chubasqueros.

Hubo cierto descontrol en la aparición de los deportistas en el escenario principal, donde se mezclaban unos y otros sin que nadie les dijese dónde colocarse. Una decena de españoles llegó junto a miembros de Bélgica, Alemania o Argentina bastante antes de lo previsto. Al rato, desaparecieron. La mayoría de los deportistas decidió emprender un viaje apresurado a la Villa Olímpica antes de permanecer otra hora larga más aguantando bajo la lluvia mientras continuaba la ceremonia.

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