Las desconsoladas lágrimas de Carolina Marín tras retirarse por una lesión en París 2024

María Albert

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04/08/2024
Actualizado a las 11:06h.

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Malas noticias para Carolina Marín. La jugadora de bádminton española, que volvía a unas semifinales de los Juegos Olímpicos en París, tenía el marcador encarrilado en su partido contra la china He Bingjiao cuando un mal gesto con la rodilla derecha la dejó fuera de juego.

La de Huelva estaba cerca de ganar a su rival (21-14 y 10-6) y volver a una final olímpica ocho años después de proclamarse campeona cuando una nueva lesión la ha asaltado en pleno partido. Tirada en el suelo y entre gritos de dolor, tenía que ser atendida por el equipo médico y, aunque trató de continuar con un calmante para el dolor y una rodillera, no ha sido capaz de seguir adelante.

La onubense cedía dos puntos a la china buscando buenas sensaciones, pero acababa dejando el partido entre lágrimas y sin poder apoyar la pierna derecha.

Marín, inconsolable al ver cómo se le escapaban las opciones por una mala caída, se ha tirado al suelo y no ha podido evitar que las lágrimas la hayan inundado, con un desconsolado llanto que ha resonado por todo el pabellón. «Me he roto, me he roto», le decía la mejor jugadora europea a su entrenador, Fernando Rivas, que trataba de mantener la calma ante este complicado momento.

El público en el Arena Porte de La Chappele se ha volcado con la que fuera campeona olímpica en Río 2016, que a pesar del dolor ha querido dejar la pista por su propio paso y sin ayuda de la silla de ruedas que la organización había puesto a su disposición. También las redes sociales, donde deportistas como Pedri, Alexia Putellas o Pau Gasol se han volcado con nuestra campeona.

La crueldad se ha cebado con una Carolina Marín que ya sabe lo que es lesionarse esta misma rodilla. En 2019, la onubense sufrió una rotura del ligamento anterior y necesitó ocho meses para recuperarse, con la mirada puesta siempre en volver más fuerte para los pasados Juegos de Tokio. Tampoco estuvo la suerte de su parte entonces pues, apenas unos meses antes de la nueva cita olímpica, se volvía a romper en un entrenamiento, quedándose sin opciones de revalidar el título de campeona olímpica.

Ahora, la de Huelva llegaba más fuerte que nunca y así lo estaba demostrando en sus partidos. Lo tenía claro: a sus 31 años, había recuperado sensaciones y venía a llevarse el oro en París 2024. Una hazaña que finalmente no podrá completar por un nuevo golpe físico que la deja fuera del campeonato con la misma dureza que ya lo hizo en el pasado.