balonmano
Gidsel lleva a Dinamarca a su cuarto Mundial consecutivo
El lateral danés destroza a Croacia en la final (26-32) y se exhibe como el mejor jugador del mundo
España no quiere saber nada de crisis

En el balonmano manda Dinamarca. Lo hace de la mano del mejor jugador mundial, Mathias Gidsel, que ofrece un recital en la final del campeonato del mundo ante Croacia (26-32). Es el cuarto título consecutivo para los nórdicos.
Dinamarca es un espectáculo, ... su juego fluido, la sencillez de la trama bien hecha, la velocidad de la bola, la eficacia de sus extremos, la solvencia de su portero. Todo rezuma un aire de superioridad que no consigue contrarrestar Croacia.
Los balcánicos juegan a otra cosa, una especie de contrapoder en busca de la sorpresa. Contactos al límite, choque de rocas, dureza ambiental defensa de granito y fuerza bruta en el peor de los casos. Mamic resulta expulsado, tarjeta roja, por un zarpazo de su corpachón, 2,02 metros y 110 kilos, al zurdo que más lastima a su selección, el danés Gidsel, estrella del partido.
Son dos estilos y un pronóstico que se decanta a favor de los daneses, cuyo ritual en ataque es demoledor. Mueven tan rápida la pelota que sus extremos suelen estar solos para recibir, buscar el ángulo y colocar el esférico en la cazuela. Jakobsen y Kirkeloe se ponen las botas.
Por si todo fallase, que no lo hace, Dinamarca cuenta con Nielsen, el portero, un pulpo de anchos brazos que despeja, captura o rechaza todo lo que circula a su vera.
A Croacia le cuesta no rendirse después del descanso (12-16) porque los nórdicos crecen, Gidsel se agiganta y no hay manera de equilibrar la final. El partido entroniza a Mathias Gidsel como mejor jugador del Mundial, máximo goleador y asistente. Un prodigio que se exhibe en el último partido, llevando de la mano a su selección a la victoria.
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