La UCO apunta un desvío de medio millón de euros en obras de la RFEF en favor del amigo de Rubiales

Isabel Vega

Madrid

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03/04/2024
Actualizado a las 21:31h.

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La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) adjudicó durante el mandato de Luis Rubiales más de 3,8 millones de euros en contratos a la constructora Gruconsa, de los que más de medio millón acabó en una sociedad instrumental de su «amigo de la niñez», el empresario hotelero Francisco Javier Martín Alcaide, Nene, el mismo que ahora le da trabajo. La Guardia Civil, que no ve justificación objetiva en esos pagos, pone sobre la mesa un puñado de elementos que acaban sugiriendo comisiones ilícitas.

El primero, que Nene era ya socio de los responsables de Gruconsa antes de que Rubiales cogiera el bastón de mando en Federación. El segundo, que Nene colocó en Gruconsa a Ángel González Segura, a la sazón hermano de Pedro González Segura, director de Asesoría Jurídica en la ejecutiva de Rubiales en la RFEF y así, con voz en los procesos de contratación. Al mes de llegar, en 2019, Ángel constituyó una sociedad, Dimastec, y no tardó en vendérsela a Nene, aunque sobre el papel la que figura es su mujer, y que al poco, comenzó a recibir dinero de Gruconsa.

Un elemento más: con Gruconsa no constan contratos de la Federación antes de la era Rubiales ni más pagos a Dimastec que los correlativos a las adjudicaciones que fue recibiendo. Estaban, dice la UCO, «ligados» a esos contratos, como reflejan las fechas de los movimientos bancarios de ambas mercantiles.

Los investigadores sospechan que se trataría de comisiones ilícitas porque los pinchazos telefónicos revelaron que Gruconsa estaba «introduciendo partidas para pagar a terceros en las facturas que emite por los trabajos realizados a la RFEF», como si ya contase con ello. El propio Ángel «asocia directamente las partidas que tienen que incluir para terceros en el presupuesto con la presencia de Rubiales», pues llega a afirmar que espera no tener que seguir «metiendo más partidas» una vez le han echado de la Federación por el caso Jenni Hermoso.

De hecho, es que de los audios se deduce que quería seguir por su cuenta. Se quejaba de que Nene no había «metido ni una obra en Granada» y había estado «cobrando de puta madre» a su costa. Pensaba dejarle al margen de un proyecto que tenía entre manos, conseguirle a Gruconsa parte de un macro proyecto en Arabia Saudí «con 400.000 metros cuadrados para construir un estadio de fútbol, una ciudad deportiva y al menos un hotel, junto con autoridades locales y otros empresarios». Y aunque aspiraba a ir por libre, en otra conversación concedía que si salía esa obra, habría «dinero para todos».

No en vano, la tesis de la Guardia Civil es que tanto Nene como Rubiales, que ahora son socios en una mercantil hotelera de la que forma parte Dimastec, «pretenderían continuar recibiendo beneficios aparentemente no justificados en la actualidad de los nuevos proyectos conseguidos por Gruconsa, vinculados directa o indirectamente -como el de Arabia Saudí- a la RFEF que serían percibidos« a través de esa misma mercantil.

De otro contrato sí dio cuenta a Nene, la última obra que se adjudicó a Gruconsa por parte de la RFEF hace sólo un par de meses para la Ciudad Deportiva de Las Rozas y que no ha echado a andar porque el presidente en funciones, Pedro Rocha, no llegó a firmar el contrato. Ya estaba concedida y eso que mientras se licitaba, la UCO estaba escuchando cómo los directivos de la constructora se organizaban para hacer trampas con una empresa «amiga» que simularía aspirar también al contrato con un precio inasumible que les haría ganar puntos a ojos de la RFEF, como así fue. Uno de los informes de la Guardia Civil que obran en el sumario al que tuvo acceso este diario dice que por el tono y los términos de esas charlas, no debía ser la primera vez que lo hacían de ese modo.

En todo caso, sitúan en esa concesión a Ángel en un papel relevante, pues «mantiene una relación personal/profesional» con algunos altos cargos de la RFEF y se dedica a buscar contratos para Gruconsa. Antes del de Las Rozas la UCO le retrató comiendo en un argentino de Madrid, entre otros, con Tomás González Cueto, hombre de Rubiales y persona de máxima relevancia para los investigadores, que fue detenido y luego puesto en libertad por la juez del caso, Delia Rodrigo.

Comisionado de Control Externo de la RFEF, la UCO subraya que supervisaba las contrataciones que superasen los 10.000 euros. Lo curioso es que su propio gabinete jurídico, GC Legal, que ha llevado la representación de Rubiales en procedimientos judiciales variopintos, facturaba anualmente cantidades mayores a la RFEF, por lo que la Guardia Civil habla de un claro conflicto de intereses.

Pero es que además, ese bufete de abogados, al que Rubiales se jactaba de haber enriquecido en una de las conversaciones intervenidas -de facturar medio millón a más de tres millones sólo durante su mandato-, recibió dos pagos de la misma empresa de Nene que estaba cobrando de Gruconsa, Dimastec, en 2021: 88.330 euros de los que «se desconoce su justificación».

En la actualidad, como revelan los informes de la UCO, Dimastec forma parte de la empresa Explotaciones Hoteleras Nazaríes, de Nene, en cuyo accionariado ha entrado también el propio Rubiales. Es la que titulariza los hoteles del empresario como el que tiene en República Dominicana.

La UCO lo que detecta es que «durante el mandato de Rubiales», Nene y su mujer crearon un «entramado societario para realizar inversiones inmobiliarias destinadas a la explotación turística en España y República Dominicana, al que estaria accediendo Rubiales tras su dimisión como presidente» y que le habría reportado ya dos pagos mensuales de 4.000 euros.