El Betis sufrió, gano y no convenció
Se puede decir que el Betis, salvo hecatombe en el Ruiz de Lopera dentro de siete días, tiene pie y medio en la siguiente eliminatoria, tras imponerse por 0-1 al Real Unión de Irún, pero también se puede decir que jugando así pocas cosas más va a conseguir. En un partido soporífero –contribuyó a ello el estado del césped—los hombres de Paco Chaparro vencieron con el único tiro entre los tres palos que realizó en todo el partido. Cierto que no pasó apuros y que tuvo controlado el encuentro en todo momento, pero a un equipo que le saca dos categorías a su rival se le tiene que exigir bastante más.
El once bético estuvo cuajado de jugadores que apenas están contando en la Liga, y se notó. Culpa a medias entre entrenador y jugadores, ya que tampoco se le puede pedir mucho a unos futbolistas que casi ni van convocados semana tras semana. El partido comenzó con el centro del campo dividido, pero Damiá se inventó una jugada en el minuto 12 y marcó un gol de bella factura. Ahí terminó el Betis, y la primera mitad. Sobraron los 43 minutos restantes, ya que ni el cuadro bético creo peligro ni se lo crearon. Dominó el balón y salvo algún despiste defensivo, no pasó apuros atrás, pero no llegó arriba en ninguna ocasión más. Pavone, como es costumbre este año, más que ayudar molestó y Emana, el otro que tendría que tener llegada, estuvo desaparecido todo el partido.
En la segunda parte todo cambió. Comenzó con indecisión de ambos equipos, pero el Irún se dio cuenta de que el Betis estaba a verlas venir, y reaccionó. De hecho, el cuadro bético se dedicó a encerrarse y esperar las acometidas del conjunto local. Se notó ahí la diferencia de categoría, algo de lo que puede dar gracias el Betis, ya que si en vez de ser un equipo de Segunda B, enfrente estuviera un Primera, el resultado no hubiera sido 0-1. De hecho, aparte de algunas jugadas en las que los locales rondaron el área bética, sí hubo una ocasión clarísima que desbarató Ricardo con un auténtico paradón con el pie.
Y es que da pena ver cómo un equipo de Primera, que incluso ha estado rondando los puestos europeos, se encierra ante un equipo de Segunda B y se limita a despejar balones dentro de su área y salir a la contra –con Pavone es algo complicado--. Cierto que el rival sólo tuvo dos ocasiones claras y que venía de ganar a todo un Real Madrid, pero la imagen dejada por los verdiblancos deja mucho que desear. En la vuelta, seguramente el Betis también gane, pero los sustos en casa son dobles, por aquello de valor de los goles. Mucho que trabajar en este Betis, que jugando así sufrirá y mucho en Liga. Quedó claro esta noche que la Copa ha perdido importancia para el club verdiblanco.
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