Fútbol
De Sampaoli a Mendilibar: guillotina, la vieja e incierta solución para salvar el curso
Liga Santander
Con el despido del argentino en el Sevilla, la Liga suma once cambios de entrenador en la actual temporada
El Sevilla hace oficial la destitución de Sampaoli
Sampaoli durante un encuentro del Sevilla en la presente temporada
Comenzó la primavera y con ella regresan las ganas eléctricas de hacer planes, la manga corta, las gafas de sol y, para algunos, la imperiosa necesidad de buscar el amor. Pero, inevitablemente, en el prisma más importante de las cosas que realmente no importan, el ... fútbol, son tiempos de incertidumbre y nervios. Se empieza a decidir la temporada con la llegada de las grandes noches europeas, las rondas finales de Copa o la lucha por los títulos ligueros... Sin embargo, entre tanta búsqueda de éxito, coexiste otro grupo de equipos que, con la sombra del descenso pisando sus talones, convive con la derrota, el caos y la desorganización.
La inmediatez en la toma de decisiones en un deporte enganchado al resultado a corto plazo y la búsqueda del milagro para cambiar la dinámica de una temporada negra invitan a los clubes a usar la guillotina. Es lo fácil: se le da las gracias al entrenador, se le despide y se contrata a alguien que ilusione al personal y a la tribuna hasta, como mínimo, el siguiente tropezón. A veces, las menos, este relevo salva campañas y permite a los grandes cumplir sus objetivos (como cuando el Real Madrid echó a Benítez, ascendió a Zidane y acabó levantando otra Champions) y a los pequeños evitar la quema. Pero, por norma general, las guillotinas a mitad de temporada no son capaces de esconder las carencias bajo la alfombra. Y, claro, los problemas institucionales o los terribles proyectos deportivos suelen seguir reflejándose en el césped. Entretanto, la primavera les atropella y con el fin de curso, como si fuera la puerta del infierno, aguardando en el horizonte, ya hay equipos de la Liga que van por el tercer técnico del año.
Reflejo de esto último es el Sevilla. Acostumbrado a estar a caballo entre los puestos Champions y el éxito en la Europa League, tras una planificación horrible y, en consecuencia, un mal inicio liguero, prescindió de Lopetegui en octubre, firmó a Sampaoli y este martes, después de otros cinco meses decepcionantes y con el equipo solo dos puntos por encima del descenso, rompió el contrato del argentino. Ahora, los de Nervión buscan la salvación con José Luis Mendilibar (todo un experto en entrenar a entidades al borde del abismo). Sea el vasco o no la solución, el Sevilla espera una sangría económica. Porque o vuelve a ganar la Europa League, algo que no sería descabellado, sin los ingresos correspondientes a la clasificación a Europa y los finiquitos de los dos técnicos destituidos (casi diez millones Lopetegui y 11 Sampaoli) harán mella en el Sánchez-Pizjuán.
Clubes fallidos
Peor incluso que la de los del Guadalquivir es la situación de Elche y Valencia, dos equipos que yacen en lo más bajo de la clasificación. Los ilicitanos tienen pie y medio en Segunda después de hacer 13 puntos en 26 jornadas (¡13!). El descenso es prácticamente una realidad; sin embargo, el lunes echaron a Pablo Machín y presentaron al exayudante de Sampaoli Sebastián Beccacece que, entre interinidades y fichajes firmes, es el sexto entrenador del curso para los alicantinos. Es más, Beccacece es el noveno técnico del Elche desde que Christian Bragarnik se convirtiera en el propietario en 2019. Una trituradora.
Aunque si es preciso mencionar al equipo de Primera que sufre más agonías ese es, sin duda, el Valencia. Pese a un verano ilusionante bajo la imagen del carismático Genaro Gattuso, las verdades de una plantilla deficitaria no tardaron en salir a la luz. Peter Lim, como hizo con Bordalás tras la final de Copa, fulminó al italiano a finales de enero, puso otra vez la tirita Voro y, cuando la herida sangró de nuevo, buscó tocar la fibra de una afición colérica con su mandato con un futbolista histórico como Baraja. De momento, el Valencia es decimoctavo y los augurios no son favorables. No descarten un cuarto hombre en el banquillo de Mestalla de aquí a junio.
Excepción Viguesa
Cerca de los 13 cambios de entrenador de la Ligue 1 y de los 12 de la Premier League, la Liga suma 11. Pero, con varios profesionales en el alambre, la cifra crecerá hay. Uno de ellos es Diego Martínez. El gallego suma tres derrotas seguidas en el Espanyol, que marca la salvación con un punto de ventaja sobre el Valencia y el Almería; los nervios están a flor de piel. Precisamente también reina la inestabilidad en Almería. Son antepenúltimos, quedan ocho partidos e, irremediablemente, la continuación de Rubi es incierta.
Finalmente, en contraposición a los casos anteriores, la salida de Coudet y la llegada de Carlos Carvalhal al Celta de Vigo sí benefició al devenir del equipo. El luso cogió a un equipo que, a pesar de tener buenos futbolistas en ataque, vivía apenado en la zona baja tabla. Carvalhal ha podido cortar la sangría defensiva y ha sabido dar rienda suelta al talento en fase ofensiva. El resultado es un equipo pletórico que hace uno de los juegos más divertidos del campeonato y que ya mira a Europa.