Víctor Font pide a Laporta que se vaya

Font considera que Laporta no es capaz de solucionar los graves desafíos a los que el club se enfrenta, duda se su honestidad y le reprocha falta de transparencia. No es ninguna novedad el estrepitoso fracaso de la gestión de Laporta tanto en el terreno deportivo, como en el económico y el institucional. La novedad es que haya por fin alguna reacción en algo parecido a un grupo de oposición.

Tan cierto es que Laporta goleó a Font en las urnas como que lo que Font planteó durante la campaña se ha demostrado que era lo que el club necesitaba; y que el forofismo opaco y oportunista del actual presidente ha tenido el destino único del naufragio en todo lo que ha intentado. Todo en Laporta es improvisación e intemperie, salvo su círculo íntimo de comisionistas habituales.

«Solamente en los últimos días han aparecido tres síntomas nuevos que aumentan la percepción de desgobierno: la información publicada en los medios sobre el incumplimiento del código ético del club con el pago de gastos de los avales personales de los directivos por parte de un proveedor, las noticias en torno a posibles conflictos de interés del director deportivo y su labor como representante de jugadores, y la pésima gestión del relevo (o no) de Xavi Hernández como entrenador de nuestro primer equipo», reprocha Font a Laporta.

Pero más allá de las críticas, la preocupación de fondo de Víctor Font es que considera que la Laporta no tiene ni la fuerza física -comprometida por su pobre salud, desbordada por los excesos- ni suficiente inteligencia para abordar los retos que el Barça tiene por delante. Por eso le casi suplica que: «en las semanas próximas eviten hacer ninguna operación dudosa que suponga una huida adelante (Barça Studios), una nueva venta de patrimonio (jugadores estratégicos) y/o que se hipotequen más ingresos futuros (nuevo acuerdo con Nike), con el único objetivo de cuadrar las cuentas y tapar la realidad económica que no se ha corregido».

Además, el excandidato no ve capaz a Laporta de definir un proyecto deportivo ganador ni un modelo viable de club que lo sustente. De momento no hay planes de moción de censura. Pero sí de, según ha explicado Font: «Estar muy encima, pedir un paso al lado y valorar las opciones que tenemos para proteger al club».