TODO IRÁ BIEN
Koundé y sus retrasos por estar jugando a la consola desesperan a Flick
«En el último Clásico, tanto él como Lamine Yamal llegaron tarde a la charla técnica previa. Fue tal el enfado del técnico alemán que se planteó dejar a ambos fuera del 11 titular contra el Madrid»
Otra mentira asiática de Laporta
Jules Koundé se autorreprochó falta de concentración el sábado tras el par de errores que cometió y que le costaron al Barça el empate en Vigo cuando ganaba 0 a 2. Esta falta de concentración no es nueva en el jugador francés y no ... es el único miembro de la plantilla que a veces falta a su compromiso con actitudes infantiles. En el último Clásico, tanto él como Lamine Yamal llegaron tarde a la charla técnica previa al partido. El Barça se hospedaba en hotel intercontinental de Madrid y Hansi Flick reaccionó visiblemente enfadado. El motivo del retraso no era otro que los dos jugadores estaban jugando con sus consolas.
Fue tal el enfado del técnico alemán que se planteó dejar a ambos fuera del 11 titular contra el Madrid, pero enseguida se dio cuenta de que sobre todo la ausencia de Lamine Yamal sería demasiado perjudicial para el equipo, como se ha podido ver durante los últimos partidos en que ha estado lesionado y los resultados no han sido los mismos.
Flick da mucha importancia a su relación con los jugadores y les procura educar como un padre, tratando de inculcarles valores fundamentales como el sentido del deber y el respeto a los demás. Cuando precisamente tras ganar en el Bernabéu los jugadores le pidieron días extra de vacaciones, se los negó explicándoles la importancia del trabajo y el honor que significa jugar en un equipo como el Barça. Sobre los retrasos también les ha dicho que son una falta de respeto al tiempo de los demás y no sólo se ha limitado a imponer multas a los que llegan tarde a los entrenamientos sino que ha intentado explicar al grupo la importancia de la puntualidad.
Pero tanto en el juego del equipo como en las actitudes de algunos de sus jugadores es imposible que no se note esta juventud que de un lado da frescura y piernas y del otro signos de inmadurez que llevan a veces el empate o la derrota en partidos que parecían ganados; o a la irritación del entrenador porque dos de sus chavales no llegan a tiempo a la charla técnica de uno de los partidos más importantes de la temporada por estar jugando a los marcianitos.
No es la primera vez que en el hotel Intercontinental de Madrid –el preferido por Laporta para los desplazamientos del club a la capital– hay drama con el retraso de estos dos jugadores –y algún otro– a la charla técnica o a otras reuniones como el almuerzo o la merienda. En la época de Xavi también se vivieron escenas tensas por este motivo.
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