Todo irá bien
Comisionistas y explotadores
«Entre Mendes, Pinhas Zahavi, el hijo Guim de Laporta y André Cury controlan a Yamal, Balde, Cancelo, Joao Félix, Lewandowski, Marcos Alonso, Vitor Roque y ahora a Kika Nazareth y Aitana Bonmatí»
Laporta se mete en otro lío

El Barça es un club arruinado pero el poco dinero que queda Laporta sabe muy bien a quién dárselo. El jueves se hacía público el fichaje de Kika Nazareth, la primera cliente de Jorge Mendes en el fútbol femenino.
Entre Mendes, Pinhas Zahavi, ... el hijo Guim de Laporta y André Cury controlan a Lamine Yamal, Alejandro Balde, Joao Cancelo, Joao Félix, Robert Lewandowski, Marcos Alonso, Vitor Roque y ahora a Kika Nazareth y Aitana Bonmatí, esta última tras haber fusionado Mendes su empresa con WOM. La desfachatez con que además las operaciones se llevan a cabo confirma la sensación de impunidad del mandatario: en el caso de Nazareth, el Barça ha pagado entre 400.000 y 500.000, curiosamente la mitad de la cláusula de rescisión que la jugadora tenía con el Benfica en un contrato que finalizaba el 30 de junio de 2025.
El descaro con que funciona la engrasada maquinaria entre el presidente del club y sus comisionistas habituales se rige por la misma falta de escrúpulos con que -entre otros escándalos- se adjudicó la remodelación del Camp Nou a la empresa turca Limak, que por cumplir con los plazos y con el presupuesto, está expulsando a los trabajadores rumanos de una subcontrata participante en las obras. Eurobau SRL, según ha explicado El Periódico, no les ha pagado lo adeudado, les ha expulsado del hotel donde les tenía alojados, les ha entregado 300 euros en efectivo y les ha amenazado y coaccionado para que vuelvan a su país. Además, Limak está abaratando costes con la calidad de los materiales y ha renunciado a elementos llamativos como el súper marcador central a cambio de un par de pantallas menores.
Mientras tanto, Nike ha perdido 28.000 millones en cotización bursátil en una semana. Laporta tenía que cerrar con la compañía un acuerdo que salvara las finanzas del club y que consistía en que la marca deportiva adelantara los pagos de varias temporadas. Veremos si en medio de su tormenta perfecta Nike tiene tiempo y paciencia para rescatar al presidente del Barça de su tormenta particular y le anticipa los 100 millones de euros que el club desesperadamente necesita para tapar algunos de sus muchos agujeros. Son tantos agujeros que estamos a 7 de julio y aún no es de conocimiento público cómo Laporta cerró el pasado 30 de junio el ejercicio de la temporada pasada. En cualquier momento saldrá a vender más humo y engaños, pero la realidad es que será su tercer año consecutivo con una alarmante inactividad económica y gastando más de lo que ingresa, aunque sólo sea porque con la frustrada salida a bolsa de Barça Media -que fue desde el principio otro embolado presidencial- los 400 delirantes millones que se apuntó de valoración en el ejercicio de la temporada 22-23, irán en este último a pérdidas.
Estos son los valores de Laporta: el enredo, la explotación laboral de los más débiles y los negocios circulares siempre con personajes de la misma calaña. Aunque el presidente se haga el sorprendido, y en ocasiones hasta el indignado, bastaba leer los planes y presupuestos que presentó Limak para las obras del nuevo estadio para prever la más flagrante violación de los Derechos Humanos, como efectivamente ha sucedido. También se podía deducir, por las características de Limak y su falta de experiencia, que cualquier arquitecto con dos dedos de frente pondría el grito en el cielo por la falta de respeto al proyecto inicial y el buñuelo resultante, que es exactamente lo que pasó cuando el club trató de explicar a finales de junio el avance de las obras a la asociación Arquitectos por la Arquitectura, que agrupa a 150 de los mejores arquitectos de Cataluña. Igualmente, desde ABC hemos explicado desde la primera temporada del regreso de Laporta a la presidencia del club de que las famosas palancas era un burdo modo de fundirse el patrimonio del club para favorecer sin ningún escrúpulo a sus amigos comisionistas con fichajes que era evidente que llevarían al club a la ruina financiera y deportiva.
Para coronar el cinismo, Laporta ha abierto un buzón en la web del club para que socios y aficionados denuncien cualquier «acto de menosprecio que detecten en los medios de comunicación contra el Barcelona».
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