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Toda España vibra al unísono con la Roja

El Paseo de Recoletos de Madrid es fiel estampa de lo que sucede en todas las ciudades y municipios: no cabe ni un alfiler y todos se agitan nerviosos esperando el triunfo de los chicos de Del Bosque

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Hoy, toda España está vestida de los colores de la bandera: el rojo y el gualda. En balcones y ventanas, en coches y en la indumentaria de miles de transeúntes se adivina cómo los ciudadanos van a vivir esta tarde-noche el encuentro que enfrentó a la Roja y a la «Naranja mecánica» holandesa . Madrid ha sido la fiel estampa de ello. En el Paseo de Recoletos de Madrid no cabía ni un alfiler. Miles de personas se agrupaban, como sardinas en lata y sin que les importe el intensísimo calor que azota este 11 de julio a la capital, con tal de disfrutar a coro con amigos, familiares y cientos de desconocidos de los esperadísimos goles de los chicos de Del Bosque. Gigantescas pantallas permitieron gritar los tantos de los nuestros.

Cibeles estuvo a tope. El ambiente ha sido increíble. No faltan los cánticos, los gritos, las caras pintadas con la bandera nacional... todo el mundo anima a la selección. Tampoco se han olvidado de los pronósticos del famosísimo ya pulpo Paul , de forma que algunos portan hasta muñecos de peluche con la forma del animal. Las calles de Barquillo, Alcalá, o plaza del Rey de Madrid se han convertido durante horas en un macrobotellón «ambulante». Corren litros y litros de cerveza, vino, sangría... Cada gol se festejará como si fuera el último y el decisivo para conquistar la buscadísima victoria, que se nos ha negado durante toda al historia. Mientras la marea humana no ha dejado de crecer, los urinarios públicos habilitados trufando el Paseo que llega hasta la Plaza de Colón no dejan de tener inquilinos, y las mangueras gigantes refrescan al personal, que se agita cada vez más nervioso. La organización ya ha dado una primera cita: 200.000 personas abarrotan el centro de Madrid, entre Cibeles y Recoletos. Mientras, ya suena el himno de España y, a falta de letra, la gente corea el «chunta, chunta». En este punto, la pantalla más grande -unos 60 metros- ha estado ubicada delante de la fuente de Cibeles y orientada hacia Colón, mientras que por el resto de Recoletos se desperdigan otros monitores para facilitar la visión del encuentro.

Además, hay controles para impedir la entrada con alcohol y objetos contundentes, y en el exterior se vigila la venta ambulante de comida, alcohol y material falsificado. Asimismo, se han vallado las principales fuentes del centro, que están -como no podía ser de otra forma- engalanadas también con las banderas y bufandas de la Selección. El tráfico en la capital se ha desplomado en un 80%. Excepto en Recoletos-Cibeles, Madrid fue una ciudad fantasma.

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