Una referente mundial en ciernes

Brillante subcampeona del mundo sub-17 y Balón de Plata del torneo hace dos semanas, es necesario retroceder nueve años para vislumbrar el inicio de su carrera futbolística. Un origen que, como en las mejores historias, le otorgó el protagonismo a la casualidad. «Cuando tenía ocho años, el Madrid CFF me llamó porque la suerte quiso que una jugadora de su primer equipo viviese cerca del campo en el que jugaba con mis hermanos», confesó. Su progreso en una de las canteras más prolíficas del panorama nacional vivió su momento cumbre en 2019, cuando se proclamó campeona del único torneo LaLiga Promises, en el que fue nombrada mejor jugadora su compañera Vicky López, que ahora asombra en el Barcelona y la selección española absoluta.

Tras siete años en el conjunto madrileño, se cruzó en su trayectoria el Real Madrid. Lo hizo gracias a Manuel Merinero, columnista de ABC y por entonces director de cantera y de formación de la entidad blanca, es decir, responsable directo de su fichaje. En su afán por ver en directo a otra futbolista en un encuentro de cadetes, se encontró con Pau Comendador. «En cuanto la vi, ese mismo lunes pasé un informe recomendando su incorporación inmediata. Me llamó la atención de ella que tenía velocidad, desborde, uno contra uno, golpeo y, sobre todo, entendía el juego para la edad que tenía», sostiene.

A sus 16 primaveras, su nombre comenzó a sonar en el panorama nacional. Se proclamó campeona de Europa sub-17, torneo en el que su único gol ayudó al conjunto dirigido por Kenio Gonzalo a alcanzar la final. Unos meses más tarde, llegó su debut en el primer equipo del Madrid, convirtiéndose en la tercera jugadora más joven en hacerlo. Tuvo unos minutos en tres encuentros casi consecutivos, incluido su estreno en la Champions League. Una vez cumplidos los 17, al final de la temporada pasada y con la Liga ya definida, Alberto Toril le dio una nueva oportunidad a Pau Comendador. El partido ante el Athletic discurría sin goles y, 17 segundos después de ingresar al terreno de juego, anotó su primer gol con la camiseta blanca, que además valió para sumar los tres puntos.

Sonia Bermúdez, con quien ya coincidió en el cadete madridista, la citó para disputar el Europeo sub-19. A pesar de ser la benjamina del equipo, debutó como titular, marcó en semifinales y levantó el título. Tres meses más tarde, regresó con sus coetáneas para jugar el Mundial sub-17. Un torneo en el que explotó definitivamente como uno de los mayores talentos del fútbol femenino. Subcampeona, Balón de Plata y Bota de oro gracias a su deslumbrante triplete en los cuartos.

En el Mundial previo, las dos mejores jugadoras fueron Linda Caicedo y Vicky López, hoy consagradas en Madrid y Barcelona. Un precedente que invita a Merinero a ser optimista con la evolución de Pau Comendador, siempre que goce de oportunidades en su club para que su proyección no se frene. «Tiene todas las cualidades para ser una referente mundial. Todo hace indicar que va a ser una jugadora, como mínimo, de Primera», sentencia.