fútbol
Rafa Benítez, el entrenador que quería contratos largos
El Celta despide a los seis meses al técnico madrileño, que suele firmar compromisos por dos o tres cursos
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![Rafa Benítez, en el Bernabéu](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/03/12/benitez-RUH41Ps3X4290VjtZDREt1J-1200x840@diario_abc.jpg)
De nuevo el fútbol y su lógica resultadista vuelve a perturbar el gusto de Rafa Benítez (Madrid, 63 años) por los proyectos a largo plazo. El Celta, su último destino, lo ha sustituido por el técnico del filial Claudio Giráldez. El club ... gallego se ha cansado muy pronto de uno de los entrenadores más especiales entre la élite. Benítez nunca lució como futbolista, su trayecto como aspirante a estrella del balón ni siquiera alcanzó a la primera división y él, tipo testarudo, eligió un camino inusual.
Se licenció en Educación Física (INEF), se diplomó en Empresariales y realizó algunos cursos en Medicina. Estudios superiores que, en algunos casos de papanatismo, lo etiquetaron como un científico del fútbol, alejado de la esencia de los regates en la calle.
Rafa Benítez lleva entrenando más de treinta años (Castilla, Valladolid, Osasuna, Tenerife...) y, desde que impulsó su apellido hacia el 'star system' en el Valencia (dos Ligas y una Copa de la UEFA), su sello de identidad son los contratos de larga duración. El deseo de imponer un estilo de juego, de trabajo y casi de vida en los clubes que lo han acogido.
Firmó tres años con el Valencia, cinco en el Liverpool, dos con el Inter de Milán, dos más uno opcional con el Nápoles, tres con el Real Madrid, tres con el Newcastle, tres con el Everton y tres con el Celta de Vigo. A Benítez le gusta el paso corto y las luces largas, como expresó en su presentación con el Celta el pasado verano.
«Cuando firmé con el Liverpool me dijeron que el proyecto era para ganar un título en tres años. Lo que me atrae del Celta es el proyecto. Hacer crecer al equipo y que sea competitivo. También el proyecto de la ciudad deportiva. Vengo con la idea de que voy a ser escuchado y ayudado».
Palabras que hoy suenan huecas en un club de planes efímeros, como es costumbre en el fútbol español. El Celta ha tenido ocho entrenadores en los últimos cinco años.
honoris causa
Benítez, que es doctor honoris causa por la Universidad Miguel Hernández de Elche, goza de una reputación indiscutible que, en síntesis, se puede resumir de manera injusta: fracaso en el Real Madrid y leyenda en el Liverpool. Dos emblemas del fútbol europeo, 14 Champions los blancos y seis los diablos rojos.
En Anfield, Benítez es un personaje de fábula. A la altura de Jurgen Klopp, Steven Gerrard, Bob Paisley o Kenny Dlaglish. Lejos, obvio, del único e indiscutible guía de la afición en la ciudad del Mersey, Bill Shankly. Allí hispanizó al Liverpool con Xabi Alonso, Luis García, Fernando Torres o Pepe Reina, jugadores que ofrecieron un rendimiento superlativo. En su primera campaña cayó de pie. Llegó a la final de la Champions League frente al Milán (2004) y remontó un 0-3 que lo entronizó para siempre.
«El fútbol inglés no tenía un componente táctico muy alto. Los equipos no trabajaban tanto la táctica, se trabajaba mucho más sobre la pasión, sobre la emoción... Viniendo de España y jugando un 4-2-3-1, necesitas jugadores que lleven ese mensaje al campo», dijo en 'Fever Pitch'.
Toda la grandeza que acumuló en la ciudad británica, donde ha establecido su residencia familiar, se desvaneció en unos meses en la trituradora del Real Madrid. Llegó Benítez y estaba en despedida Íker Casillas, un símbolo destrozado después del paso de Mourinho. Y quedaron dos anécdotas que dilapidaron al técnico. El consejo a Cristiano sobre cómo tirar las faltas y la recomendación a Modric de no golpear con el exterior. Benítez desmintió ambos trances en la Ser, aunque el personal prefirió que continuase la fábula. Hoy el entrenador dice adiós a otro plan de largo recorrido.
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