El peligroso regreso de Griezmann a Barcelona

Ya le avisó su esposa, Erika Choperena, cuando afirmó que era «mejor ser cabeza de ratón que cola de león». En el Barcelona no triunfó, en cierta manera por los vaivenes del club catalán, que a mediados de temporada destituyó a Ernesto Valverde, firmó a Quique Setién y después contrató a Ronald Koeman. Más allá de no ser aceptado por el núcleo duro del vestuario, Antoine levantó la voz por quejarse de la posición en la que el neerlandés le ubicaba. «Me siento bien porque Deschamps sabe dónde ponerme», soltó Griezmann tras la victoria (2-1) de Francia ante Croacia, en la que marcó un gol. «Me beneficio de ello, así como de la confianza que me dan el técnico y mis compañeros», añadió. Sus palabras, por supuesto, fueron interpretadas de inmediato en España como un dardo a Ronald Koeman. «El entrenador manda y el jugador debe sacar el máximo rendimiento cuando juegue», replicó el técnico neerlandés. «Ayer ya hablé con Antoine sobre su rendimiento y su posición y le dije que yo siempre busco lo mejor para el equipo y que al final decido yo», zanjó. Y lo que Koeman decidió en ese inicio de temporada es que Griezmann atacara por la derecha.

En su primera temporada como culé anotó 15 goles en 48 partidos (ese 0,31 de promedio era el más bajo desde que había cambiado la Real Sociedad por el Atlético, en 2014). En la segunda anotó 20 y dio 12 asistencias, con un promedio goleador de 0,39. En todos sus años con el Cholo cuando menos había marcado era en la 18-19 (21 goles y 0,44 de promedio). Koke y Simeone le llamaban constantemente para que volviera. Además, vio como el Atlético al que había abandonado ganaba la Liga y el solo había levantado una Copa del Rey.

Finalmente, tras dos temporadas de sinsabores y muchos reproches decidió regresar al nido, donde Simeone le esperaba con los brazos abiertos. El Barcelona había pagado 120 millones por el francés durante el verano de 2019 y dos años después se lo cedía al Atlético a cambio de que se hiciera cargo de su ficha. Su rendimiento en el Metropolitano fue tan bueno que el club rojiblanco no dudó en quedárselo en propiedad previo pago de 18 millones de euros más dos en variables de fácil consecución. Una jugada redonda. El hijo pródigo ya es el máximo goleador histórico del conjunto rojiblanco tras superar a principios de este año a Luis Aragonés, que sumaba 173 tantos (ahora tiene en su haber 192 goles). Y lo hizo marcando ante el Real Madrid en la semifinal de la Supercopa de España.

Griezmann regresa este sábado a Barcelona con el objetivo de ganar por primera vez con Simeone como visitante en su casa a los culés y, de paso, asumir el liderato en solitario de la Liga hacerlo para agarrar el cetro de la Liga. Con sus goles, Griezmann quiere deshacer el empate a 38 puntos entre ambos equipos. Para ello tiene la ayuda de Julián Álvarez, con la que forma una de las parejas más en forma de Europa, si Griezmann lleva once goles, el argentino suma doce. Y con Sorloth en la recámara.

Precisamente, el técnico del Atlético dejó este viernes una reflexión sobre por qué no pone de inicio a Julián Alvarez, Griezmann y Sorloth. «Con futbolistas de la jerarquía de Julián es muy difícil aportar más cosas a su fútbol. Intentar rodearlo de gente que le pueda generar su mejor juego y a partir de ahí el posicionamiento que está teniendo en estos últimos partidos le da más libertad para generar lo que genera. Me gustaría poner a Griezmann, Julian y Sorloth pero ahí la manta ya empieza a estar más floja», apuntó el Cholo.