fútbol
Unai Simón: «Cometer un error y seguir intentándolo es lo más difícil del fútbol»
Mundial de qatar 2022
El meta del Athletic dice que uno de los secretos de la Roja es que no funciona como una selección sino como un equipo
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Por encima de obstáculos y desconfianzas, Unai Simón (Vitoria, 25 años) se ha afianzado en la portería de la selección española. Indiscutible de momento para Luis Enrique. Un guardameta joven, como la edad media de la tropa de Luis Enrique, que ante Alemania disputó uno ... de sus mejores encuentros con el combinado nacional.
– ¿Cuántos días se despierta y piensa 'esto realmente está pasando, no es un sueño, estoy en un Mundial y soy el portero titular de España'?
– Son cosas que prevés que van a ocurrir, ya sabes desde hace tiempo que hay un Mundial cercano. Te vas planteando los escenarios y una vez que llegas no piensas en eso. Lo único que piensas es en competir de la mejor manera sin pensar que es un Mundial. Sabiendo que al final al rival le tienes que ganar sea un Mundial, la Nations League, un amistoso o cualquier otro partido que juguemos.
– ¿Tiene recuerdos nítidos de su niñez? ¿Cuándo se da cuenta de que lo suyo es la portería?
– Con ocho años teníamos un equipo de benjamines, algunos también competíamos en fútbol 7 y teníamos allí en Murgia un campo de hierba natural. Bueno, la verdad es que más que hierba era barro y me encantaba tirarme en el barro. Creo que en aquel momento fue cuando empecé a disfrutar de la portería desde muy pequeñito.
– Antes cuando se elegían los equipos se solía enviar a la portería al que no se le daba muy bien.
– Sí. De hecho a mí de pequeño no me gustaba jugar de portero en el día a día. En la portería disfrutaba muchísimo, pero cuando llegaba un campeonato de fútbol sala, por ejemplo, me gustaba jugar de jugador, también en algún que otro torneo de fútbol 7.
– ¿Y rompió muchos pantalones y camisetas en aquellos campos callejeros?
– Sí sí. Más que destrozar, llegaba a casa con toda la ropa sucia y era mi madre la que pagaba un poco los platos rotos de todo esto. Siempre tengo el recuerdo de ir al colegio con parches y rodilleras en los pantalones porque siempre jugábamos al fútbol o a cualquier otro deporte en el patio y yo era un poco burro y llegaba a casa con los pantalones hechos polvo.
– ¿Se ha perdido lo de jugar al fútbol en la calle?
– No sé. Yo tengo un recuerdo muy bonito de mi niñez y es que cuando éramos pequeños hicieron en la plaza del pueblo un campo indoor de fútbol con paredes de madera. Nos tirábamos allí horas y horas. Después de salir de clase era nuestro punto de reunión. Ahora una vez crecido cuando vamos a ese sitio muchas veces lo vemos vacío, o vemos a cuatro o cinco niños jugando. No sé el motivo, si hoy en día con las tecnologías... Pero sí es verdad que lo que era hace quince años una plaza abarrotada de pequeños, de mayores, gente picada porque no podías jugar, porque perdías, ya no se ve tantas veces.
– ¿Y hay algo de aquel chaval en Qatar?
– Lógicamente no se puede extrapolar al fútbol profesional. Aquí estás para ganar partidos, no para divertirte y pasarlo bien. Si aparte puedes hacerlo, pues mejor.
– Me refería sobre todo al carácter. ¿El suyo se forjó en parte en aquellas horas y horas en el pueblo?
– Lo que soy ahora lo he aprendido según ha ido pasando el tiempo. A medida que me iba metiendo en el fútbol profesional las aspiraciones cambian. Yo antes jugaba para divertirme con los amigos de clase y ahora juego para competir, ganar y ser mejor portero. Es una visión diferente.
– ¿Tenía algún referente en la portería?
– Yo de pequeño no veía mucho fútbol. Pasaba los fines de semana en la calle. ¿Quién te puede gustar más? Al final sólo escuchabas a Iker Casillas en todos lados y te puede servir como referente. Una vez que entré en el Athletic con 14 años, yo veía entrenar a los porteros del primer equipo, Gorka (Iraizoz), Raúl, Iago... Para mí Gorka una vez que entré en el Athletic fue un referente.
– ¿Y ahora? ¿Hay algún portero en el que se fija más?
– El abanico es tan amplio... Neuer, por ejemplo, es muy hábil para lo grande que es, y muy bueno en el juego aéreo, en el uno contra uno... Courtois en los últimos años está siendo un gran portero. Siempre he sido de Oblak, por decirlo así. Y cómo no, a quién no le gusta Ter Stegen cómo distribuye con el pie.
– En la portería de España no hay debate sobre la titularidad. ¿Eso qué le dice?
– Al final esa decisión nunca va a depender de mí. Indirectamente sí depende de mí, porque trato de hacerlo lo mejor posible para el equipo, para el mister, para que me vea capaz de competir todos los días que haya partido, pero al igual que yo entré a jugar cuando no me lo esperaba, porque no me veía capaz de poder competir en la selección, me vino como un poco de sorpresa. ¿Quién me dice a mí que porque el mister ha visto bien a los otros dos porteros contra Japón no vayan a poder jugar David /Raya) o Robert (Sánchez)? Si les ves entrenar, son dos bestias. Sinceramente creo cualquiera de los estamos capacitados para rendir al máximo nivel.
– Cuando usted recibió la llamada de la selección David de Gea y Kepa estaban apretando fuerte.
– Nunca me consideré mejor que ellos y tampoco ahora. Yo por mi manera de jugar y de ser en el campo puede que le guste más a Luis Enrique. Pero igual en el día de mañana, dentro de unos años, hay otro seleccionador y opina de manera diferente.
– ¿Cree que es un producto 'made in Luis Enrique' o habrá Unai Simón para rato en la selección?
– No lo sé decir la verdad... Ojalá estuviese Luis Enrique aquí todos los años, pero si algún día se cambiase de entrenador habría que ver esa situación.
– El técnico le pide que juegue el pie como un jugador más. ¿Es consciente de que a los aficionados se les hiela la sangre cuando ven a un portero hacerlo?
– Es normal. Cuando yo veo después de los partidos en vídeo sí que me doy cuenta de la cercanía del delantero y de ese límite de tiempo que hay entre el robo y el acierto. En el campo no lo veo de esa manera. Lo veo con solvencia porque cuando tengo el balón en los pies sé dónde están mis centrales, los laterales, los interiores... ¿Eso significa que del más de medio centenar de balones que toqué contra Alemania no fallemos alguno? Ojalá.
– Los que falló después los resolvió bien.
– Ya. ¿Pero si no llego a hacerlo? Pienso sinceramente de que todas esas situaciones en las que se juega conmigo generamos mas peligro que del que nos generan. Y puesto en una balanza compensa.
– Dijo en su día que consideraba una falta de respeto hacia los compañeros no levantarse después de cometer un error. ¿Ese espíritu se tiene o se aprende?
– El fútbol me ha enseñado muchas veces a entender mi vida diaria. He sido un portero que siempre ha intentado aprender, mejorar... Y creo que esa mejora la he tenido a base de cometer errores muchas veces. Siempre he visto que cuando algún compañero ha cometido un error el que lo siga intentado es para mí lo más difícil del fútbol. Porque yo sigo necesitando a ese compañero para seguir compitiendo. Si te pones en la situación de los compañeros cuando soy yo el que comete el error, entiendo que pensarán igual que yo. Lo difícil es hacerlo todo bien. Todos vamos a cometer errores.
– ¿Dónde va a llegar España en este Mundial?
– España llegará donde tenga que llegar. Alemania fue una selección que me gustó mucho, en ritmo, en agresividad, en intensidad. Y esa personalidad del juego desde atrás. No sé lo que va a pasar contra Japón, no sé contra quién nos vamos a cruzar si pasamos... A este equipo con un empate no le vale, quiere ganar, es ambicioso... Vamos a hacer lo posible para ganar todos los partidos y al final todo el mundo sabe que para ganar un Mundial hay que tener un poquito de suerte siempre, que la tengas la metas y la que tengan ellos no la metan.
– ¿Qué tal Nico Williams? ¿Cómo ha asumido este ascenso meteórico en su carrera?
– Bien. Al que tiene este grupo es que no es una selección, es un equipo. Es un chaval muy alegre, muy buena gente, al igual que su hermano. Son chavales que saben qué es lo que quieren en la vida y lo demuestran día a día en el campo. Dentro del vestuario es uno más y me encanta verle así de contento.
– Iñigo Martínez no entró en la lista. ¿Cómo se tomó no estar en el Mundial, habló con él?
– Estábamos tres candidatos a entrar en la lista y es un palo gordo. Yo me pongo en su situación... Pero es la decisión del míster. No es el fin del mundo, no pasa nada. Entiendo que puedas tener esas ganas de conseguir un Mundial, pero Iñigo ya sabe que el fútbol es así y que ocurren estas cosas. Yo conociéndole y tal como es él seguro que muchas vueltas no le ha dado porque ha tenido unos días de vacaciones y seguro que los ha disfrutado.
– ¿Y le ve en el Athletic?
– Si me preguntase si me gustaría que Iñi siguiese en el Athletic a mí me encantaría, a quién no. Pero la verdad es que es una decisión en la que yo no tengo nada que ver y tome la decisión que tome voy a respetar y apoyar siempre porque a un tío como Iñi siempre le voy a desear lo mejor, por cómo es tanto dentro como fuera del campo.
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