El llanto amargo de un árbitro y la cariñosa reacción de un entrenador en apuros

No se pudo contener. Cuando su paisano Maurizio Mariani decretó el final del partido, Alessandro Giallatini rompió a llorar amargamente. Este árbitro asistente italiano (49 años) sabía que acababa de vivir su último encuentro desde la banda, y mostró su emoción ante el mundo.

Fue este martes, en la sexta jornada de la Liga de Campeones, después de la victoria (2-3) del sorprendente Aston Villa de Unai Emery en el estadio del Leipzig. El conjunto alemán no ha sumado ni un solo punto durante la fase inicial del nuevo formato de la máxima competición balompédica europea, una circunstancia que le da más valor al gesto de su técnico, Marco Rose.

Así, el entrenador germano se dio cuenta de la congoja que embargaba a Giallatini y, olvidando sus propios pesares deportivos, se acercó a consolarle. «Fue su último partido, por eso estaba muy emocionado», explicó después el empático Rose en la sala de prensa.

En efecto, Giallatini cerró una larga trayectoria de actuaciones, más de 300, en Mundial, Eurocopa, Nations League, Champions, Europa League y, por supuesto, Serie A (Liga) de Italia. Entre las citas más destacadas y recordadas, formó parte del trío arbitral presidido por el conocido Daniele Orsato en la final de la Liga de Campeones del año de la pandemia (2020) disputada por Bayern de Múnich y París Saint Germain.