Labi Champion: «Si hablo de las cosas que he tapado a algunos futbolistas me encierran en la cárcel»

-Todo. Gracias al fútbol soy 'el Labi'.

-Para ser como usted se necesita buen corazón y muchos recursos.

-No crea. No tengo dinero, pero la gente no es tonta y sabe el cariño y la lealtad que siento por mis amigos.

-Usted sería un filón para los equipos, ¿nunca le han ofrecido integrarse en una estructura de club?

-He sido un poco tonto. Teniendo la gallina de los huevos de oro, no he sabido aprovecharla. Pero yo he sido un tipo honesto con mis amigos. Nunca les he ayudado por interés. Pero me hubiera encantado ser el enlace entre el presidente de un club y el entrenador y los jugadores. Eso es imposible que alguien lo haga mejor que yo.

-Le veo como ángel de la guarda de algún jugador.

-Messi, por ejemplo, tiene a alguien 24 horas con él. He sido y soy lo mismo para José Antonio Camacho. Y para sus hijos. Pero jamás me he querido aprovechar de la amistad que tengo con alguien a quien considero mi hermano, como es él. Hace años, el representante Zoran Vekic me quiso como enlace, para que hablara con los jugadores. Una especie de termómetro. Para saber cómo estaban, si querían quedarse en un club o no. Le dije que no. Y me arrepiento.

-Los futbolistas le piden de todo. ¿A alguno le ha mandado a hacer gárgaras?

-Me perjudica mucho que me consideren un 'conseguidor'. Hay que diferenciar. Para mí es un orgullo que Parejo, Joaquín o Soldado me llamen porque se les ha puesto malito un crío y poderles ayudar. Pero si me llega un futbolista, con cinco chicas guapas y me pide un helicóptero para ir no sé a dónde a comerse unas langostas, le envío al cine a comer palomitas.

-¿Ha tapado muchas escapadas o travesuras de jugadores?

-Si hablo, vamos a la cárcel. A mí me han ofrecido mucho dinero por hablar. Jamás diré nada. Entre la dignidad o el dinero, lo primero.

-¿Le llaman durante el invierno para ver cómo está?

-Soy millonario en cariño. Me puedo coger una maleta y no necesito hotel. Me voy a casa de mis amigos. Alguno hay que se olvida de mí. Y, para esos, estoy en modo avión, sí.

-¿Tan descarados son?

-Este verano me llama un futbolista muy popular y me dice que tengo que meterle a él y a ocho más en Ushuaia (restaurante de moda en Ibiza). Le dije que le consiguiera la reserva el que le había alquilado el barco, la villa y se llevó la comisión. Lo dicho: en modo avión.

-En el césped, ¿cuál le parece el mejor jugador del mundo?

-Soy amigo de Messi y Cristiano. No tanto como de Hierro, Joaquín o Camacho, pero los dos mejores han sido ellos. Soy del Barça y podría decir que Messi. Cristiano siempre me ha dicho que, aun siendo culé, soy un número uno. ¿Cómo voy a elegir?

-Verá cuando le cuenten a Mbappé que no le incluye entre los mejores...

-A Kylian, le llamo cariñosamente 'manpapeti'. Está entre los tres mejores del mundo. Es un chico encantador, a pesar de la presión mediática. Pero no está dando lo que todos queremos.

-Ni Vinicius...

-Y quiero decirle una cosa: que cambie su actitud para con las gradas. Eso genera malos rollos y violencia.

-Cuentan que a Luis Aragonés le entró pelusilla de ver cómo le querían los jugadores.

-Me fui a la Eurocopa con Camacho a Insbruck. Me sentaba a comer al lado de Villa, Torres, Ramos, Reina, Arbeloa o Casillas o con quien fuera. E iba a verles entrenar. Un día, Luis me dice 'usted, Labi, venga aquí. ¿Por qué le quieren tanto los jugadores?'. Le di la mano y le dije 'porque soy el tito Labi, Luis, y vamos a ganar la Eurocopa'. Y ganamos.

-Tanta cercanía debe llevarle a sentir casi como propio el problema de Morata.

-Álvaro es amigo mío. Con 17 años vino con unos amigos a Ibiza, siendo un crío y el tito Labi le acogió y le ayudó. Es una injusticia cómo se le ataca y se le discrimina. Él es sincero y muy valiente. Otro se hubiera callado. Dejadle vivir feliz. Es un padrazo, un pedazo de jugador y una bellísima persona.

-¿Ha digerido el adiós de Iniesta?

-Le mandé un mensaje. No sé cuánto tardaremos en ver otro Iniesta. Estoy convencido de que, si pudiera, en 2010, Messi hubiera repartido su Balón de Oro con Andrés. El sabe que ganó muchos de esos trofeos por tener al lado a Iniesta, a Xavi y a Busquets.

-De entre todos, elíjame un amigo.

-José Antonio Camacho. Le pido a Dios que, cuando yo me vaya arriba, lo haga un día antes que él. Que yo no vea que se va antes que yo. Es el que me corrige y me regaña. Le doy mi vida.

-Un momento con alguien especial.

-La despedida de soltero de Joaquin. Aún me duele la mandíbula de reír.

-La cosa más extravagante que haya hecho en su vida.

-Ser relaciones públicas de Woody Allen.

-¿Cómo dice?

-Cuando estuvo de gira en España, con su grupo de jazz. El dueño de la empresa promotora me buscó para que fuera su relaciones públicas y convocaron una reunión del equipo de trabajo. Yo me presenté allí en traje y corbata y el de seguridad me preguntó que cuántos idiomas hablaba. Le respondí que ninguno. Me dijo 'usted no puede ser su relaciones públicas'. ¡Uy que no! Tanto Woody como su mujer, se lo pasaron en grande en la mesa conmigo. Y sin hablar idiomas. Su mujer no paraba de decirme 'Labi, eres muy simpático'.

-¿Los ilustres más simpáticos?

-Pepe Reina y Sergio Ramos.

-¿Los más antipáticos?

-Antes de ducharse, Jordi Alba y Soldado, son muy vinagres. Pero luego son los amigos que siempre quieres tener.

-A Florentino ¿en qué grupo le metemos?

-He cenado con él, he estado en su barco y sólo puedo contar cosas buenas.

-¿A quién se traería a Ibiza, que aún no haya estado?

-Al Papa. Quiero llevarle a una playa a que tome un pescaíto. Luego, para Roma. Me haría mucha ilusión.

-¿Tanto como un Barça campeón?

-Económicamente no estará bien, pero los niños tienen hambre y quieren comer. Y eso, es algo grandioso. Me sabe mal por mi máquina Xavi, que lo ha pasado mal, pero al equipo le deseo los éxitos que no hemos tenido estos años.