El segundo palo
La pared
«Florentino Pérez ya advirtió que igual había que explicarle a la UEFA quién era el Real Madrid. Pues bien, hoy Ceferin ya lo sabe»
La Superliga inaugura la modernidad del fútbol
Casi al final de la película 'Moneyball,' el propietario de los Red Sox de Boston le traslada a Billy Beane un ofertón (dicen que de 12'5 millones de dólares) que le habría convertido (porque lo rechazó) en el gerente general mejor pagado de la ... historia del deporte, y le dice además lo siguiente: «El primero en atravesar la pared siempre acaba sangrando. Todos los que no sigan tus pasos serán pronto unos dinosaurios». Y en eso se han convertido hoy de repente los envejecidos Infantino, Ceferin y Tebas, en unos auténticos diplodocus, en una especie de Parque Jurásico. Si el presidente de la Liga de Fútbol Profesional se ha puesto tan nervioso como para llegar a llamar borracho al CEO de la Superliga a través de una red social es porque efectivamente la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea no sólo amenaza la forma que FIFA y UEFA tienen de hacer negocios desde hace más de medio siglo sino que afecta al juego en sí.
Hace algún tiempo, y en una Asamblea de socios, Florentino Pérez ya advirtió que igual había que explicarle a la UEFA quién era el Real Madrid. Pues bien, hoy Ceferin ya lo sabe. La «gente que tiene el interruptor» se ha vuelto absolutamente loca cuando en realidad lo único que ha dicho la justicia es que los clubes de fútbol europeos pueden hablar libremente de lo que quieran sin que ningún organismo pueda amenazarles por ello o excluirles de la Champions. El disgusto de la 'troika' debe asemejarse al del primer señor feudal al que se comunicó que ya no existía el derecho de pernada. Y es también lógico y normal que, después de tantos años de esclavitud, los clubes sigan resistiéndose a asomar la patita no vaya a ser que, como en Astérix, el cielo caiga sobre sus cabezas.
Lo cierto es que el Real Madrid, siempre en vanguardia, lo ha vuelto a hacer. Y no sé si en los primeros análisis adversos, populistas y de brocha gorda contra la Superliga ha tenido más que ver la incontenible animadversión, fruto de esa envidia que debe corroer por dentro, hacia lo que representa el mejor club deportivo de la historia o un sincero y detenido análisis sobre lo que acaba de ocurrir, un terremoto de 10 grados en la escala de Richter.
Hoy, y gracias a la iniciativa de Florentino, todos los clubes pueden decidir su futuro sin miedo a que nadie les dé un azote en el culo. Siempre acaba sangrando el primero que atraviesa la pared.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete