Generalísimo Sánchez

Franco rescata al Barça, el PSOE rescata a Franco y Sánchez rescata al Barça. Es el triángulo amoroso perfecto. Un 'ménage à trois' de película X. De ahí que, sabedor de la historia real de su club Estado, consciente de que llevan cien años jugando con la red del que manda, la butifarra de Laporta al celebrar la noticia de la cautelar como si de una Champions se tratara es, en el fondo, un mensaje para todos nosotros: os la vais a tener que zampar otra vez. Como cuando lo de la cabeza de cochinillo. Como cuando lo del partido en El Sadar. Como cuando lo de la retirada del equipo ante el Atleti. Como cuando lo del Negreirato.

Lo de Olmo es una más, una lágrima en la lluvia, como diría Roy Batty. Estos caballeros ya no recuerdan la última vez que se pararon delante de un semáforo en rojo, ellos tienen otro código de la circulación, uno adaptado a sus propias y cambiantes necesidades.

Y, ya que hablamos de tríos y de películas X, ¿qué mejor ocasión que traer aquí a colación la frase de Maradona de hace 15 años?: «A los que no creían, que la sigan chupando». Eso es lo que nos dijo a todos Laporta el miércoles con su corte de mangas. La pelota está ahora en el tejado del resto de clubes: ¿Admitirán el vasallaje o se rebelarán al fin? ¿Encontraremos entre todos los miembros de la Liga de Fútbol Profesional un rastro de orgullo? Yo lo dudo. Habló el Generalísimo, toca cuadrarse, pegar dos taconazos como el Schlemmer de 'Uno, dos tres' y rezar para que a tu puerta no llame el motorista.