CROMOS DE NIETO / RECUERDOS DE LIGA
Hugo Sánchez, caer de pie
El Real Madrid tuvo a 'su primer brasileño' nacido en el DF
Romerito, lo breve, si breve...

Hugo Sánchez fue el 'todo México' en el balón mientras estuvo en activo y aún después. En su país, ya lo demostró Jorge Negrete, la herencia hispana es el individualismo. Y Hugo en su soledad tuvo que ser el cactus y el águila ... y la serpiente en Mesoamérica y en Europa: tan lejos de su patria y de Dios. La responsabilidad no le pesó, tampoco la conversión en un imprescindible de la liga española.
Hugo Sánchez era el típico chavo dotado, barrial, en una ciudad sin fin, la de México, hasta que un buen día fue reclamado por Los Pumas de la UNAM, equipo universitario que llevaría a los cielos, y que cambiaría, por siempre, el fútbol azteca. Entre tanto, Hugo Sánchez estudiaba para dentista, lo que habla de que estamos ante un hombre con inquietudes sanitarias pese a que sus plurales talentos los mezclara con marrullerías de manual en la cancha.
Mientras ampliaba sus horizontes, su llorada hermana Hilda se preparaba para los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976, donde coincidieron, y fue ella, gimnasta, quien le enseñó la magia de una voltereta de las que deleitaban a Paloma del Río.
Pasó decentemente por el Atlético de Madrid, donde obtuvo el primer pichichi de los 5 que brillan en su currículum. Y ya, después, el Madrid: su zurda temible, cierta concepción de que el equipo era él y añadiduras, pero con los resultados acompañando. Eso sí, Hugo bajaba al mediocampo, abría los arreones del Madrid a cambio de la divisa de que todos los tiros desde fuera del área fueran un glorioso cometido suyo. El Real Madrid tuvo a 'su primer brasileño' nacido en el DF, y eso, de Tijuana a la Selva Lacandona, redunda en que en su país, a falta de equipo por una maldición de antes de la conquista, o de después, lo tenga a la santa vera de la Virgen de Guadalupe.
No fue un Lord dentro del campo, pero la vida era así. Aprendió pronto el espíritu del Bernabéu, eso que llamaban las noches mágicas. El Madrid trae a sus hombres y el Bernabéu los destruye. Hugo escapó a esa escabechina. Le dio mucho jaleo de copas a Chamartín y pasó por el Rayo.
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