Holanda, especialista en perder finales
La Oranje sucumbió en Alemania 1974 y Argentina 1978, en ambos casos contra las selecciones anfitrionas

Holanda espera a España en una final mundialista de la que saldrá un campeón inédito hasta la fecha. Si España no ha ganado nunca un Mundial, cosa normal si se tiene en cuenta que hasta este 2010 jamás había pasado de cuartos de final, la ‘Naranja Mecánica’ no es menos en ese apartado. Eso sí, los holandeses sí han tenido a lo largo de su historia dos oportunidades para colmar sus vitrinas con la copa más famosa del planeta fútbol.
En 1974 y 1978 aquella ‘Naranja Mecánica’, bautizada como guiño al filme de Stanley Kubrick, a punto estuvo de rozar la gloria con un estilo de juego que maravilló al mundo entero. El fútbol total de los Cruyff, Neeskens o Rep se quedó con la miel en los labios en sendas finales perdidas ante los equipos anfitriones: Alemania Federal en 1974 y Argentina en 1978. En aquel equipo defendían y atacaban todos, un prodigio visual que luego Johan Cruyff utilizó en buena medida como entrenador del Barcelona del ‘Dream Team’.
Si la selección española ha sufrido hasta este año de esa extraña enfermedad lacrimógena de los cuartos de final de la Copa del Mundo, Holanda ha padecido un mal aún peor: el de ser especialista en sucumbir en el partido postrero del campeonato. Sus dos presencias en finales mundialistas estaban predestinadas a alzarla a los altares del fútbol, pero ambas se torcieron.
En el Mundial de 1974, la República Federal Alemana derrotó al combinado naranja con un marcador de 2-1. Holanda llevaba desde 1938 sin disputar un Campeonato del Mundo y maravilló al mundo con su fútbol total, toda una autopista para golear a los rivales. Y, de hecho, ese estilo le permitió adelantarse en la final contra Alemania en el Olímpico de Berlín, con un gol de penalti de Johan Neeskens. Sin embargo, los goles de Breitner, de penalti, y Gerd ‘Torpedo’ Muller le dieron la vuelta al encuentro. La ‘Mannschaft’ de Franz Beckenbauer dejaba así en la cuneta a un equipo llamado a serlo todo.
Cuatro años más tarde llegó la segunda y última gran decepción. En su Mundial, Argentina se cargó en la final a una Holanda en la que no estaba Johan Cruyff, quien renunció al torneo por la dictadura militar imperante en el país sudamericano. El tiempo reglamentario de la final terminó con tablas en el marcador (1-1), pero en la prórroga, en el Monumental de Buenos Aires, Mario Kempes, el Pichichi del campeonato, y Bertoni ajusticiaron (3-1) a la ‘Naranja Mecánica’.
Desde entonces, Holanda no ha vuelto a jugar una final mundialista, hasta este año. En 1988 sí jugó el encuentro definitivo de la Eurocopa de Alemania, en el que venció 2-0 frente a la Unión Soviética. Era la selección liderada por Van Basten y Gullit y en la que jugaban viejos conocidos del fútbol español como Ronald Koeman y Frank Rijkaard.
Estando así las cosas, todos los astros parecen estar alineados en contra de esa ‘Oranje’ especialista en caer derrotada en la ronda final del Mundial. ‘Torpedo’ Muller la dinamitó en 1974, Kempes la bailó en 1978 y el pulpo Paul le ha recetado ahora su agorero pronóstico, el de caer contra España en el Soccer City de Johannesburgo. Y ya se sabe que el simpático cefalópodo, sembrado en este 2010, no tiene parangón a la hora de hacer quinielas.
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