fútbol
Ligas europeas sin fútbol por los violentos
Las agresiones de ultras y dirigentes provocan la paralización de campeonatos o su disputa a puerta cerrada
Turquía suspende indefinidamente su fútbol tras la brutal agresión a un árbitro
![Momento de la agresión del presidente del Ankaragucu al colegiado turco](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/12/15/arbitro-Rt96sh4WKxHF4y061SfnCnJ-1200x840@abc.jpg)
La violencia en el fútbol vuelve a ocupar titulares. Esta vez es Europa quien sufre la plaga, un incendio diseminado en varios focos igual de preocupantes porque crece la contundencia de los ultras. Solo en los últimos dos meses se han visto agresiones a ... árbitros, hinchas apuñalados, un policía al borde de la muerte, un entrenador apedreado... Ni los clubes, ni la UEFA ni los cuerpos de seguridad tienen demasiado claro cómo parar esta ola que se ha recrudecido en varios frentes y que amenaza con seguir creciendo.
Turquía despertaba ayers con la noticia de la suspensión de por vida de Faruk Koca, ex presidente del Ankaragucu, después de propinar un puñetazo en la cara al árbitro Halil Umut Meler al término del encuentro que enfrentó al que hasta ahora era su club con el Çaykur Rizespor. Koca intentó justificar su actuación por «las decisiones equivocadas y el comportamiento provocador» del árbitro.
El colegiado, que tras caer al suelo aún recibió varias patadas en la cara y otras partes del cuerpo, tuvo que ser atendido en el hospital con una fractura bajo el ojo mientras Koca era detenido. Su dimisión como presidente, dada por hecha tras la agresión, ha venido acompañada de una suspensión permanente por parte de la Federación Turca de Fútbol. Al margen de eso, la Federación decidió posponer todos los partidos de las ligas profesionales del país tras condenar un ataque «vil e inhumano». No habrá fútbol en el país otomano hasta el 19 de diciembre.
«Son cómplices de este crimen todos los que alientan los ataques a los árbitros: presidentes de clubes, gestores, entrenadores, jugadores y comentaristas de televisión», condenaba en un durísimo comunicado una de las federaciones más acostumbrada a vivir episodios violentos. Otra de ellas es Grecia, donde también se han tomado medidas drásticas después de que un policía resultase herido grave tras una revuelta a la salida de un partido de voleibol organizada por ultras de fútbol. Una bengala impactó en la pierna del agente y le causó un sangrado que derivó en un paro cardiaco. Desde entonces está en coma. «Son criminales que, escondiéndose como aficionados al deporte, están cometiendo graves delitos y matando a gente», reveló Pavlos Marinakis, portavoz del Gobierno griego.
Sucesión de Incidentes
A finales de octubre, el jugador español del Olympiakos Juankar también tuvo que ser trasladado al hospital durante un partido ante el Panathinaikos después de una lluvia de bengalas y petardos sobre el campo. Uno de ellos alcanzó al defensa, que sufrió una conmoción y una pérdida auditiva parcial. El partido acabó suspendido. En agosto, un hincha del AEK Atenas resultó muerto en la víspera del partido de clasificación para la Champions ante el Dinamo Zagreb. Ese día se registraron más de cien detenidos tras los violentos altercados ocurridos en la capital helena.
Esta sucesión de incidentes ha llevado al Gobierno griego a decretar que todos los partidos de la Superliga se celebren a puerta cerrada, al menos, hasta el próximo 12 de febrero. «Los deportistas, los aficionados y los ciudadanos no pagarán el comportamiento asesino de organizaciones criminales», explicó Marinakis. El Gobierno también obligará a los clubes a instalar cámaras de alta definición y sistema de entrada electrónicos con verificación de identidad.
La necesidad de evitar enfrentamientos entre ultras ha llevado a varios países a prohibir los desplazamientos de las aficiones rivales. Francia observó espantada la imagen ensangrentada de Fabrio Grosso, entrenador del Olympique de Lyon, después de que el autobús de su equipo fuera apedreado cuando se dirigía al Velodrome para enfrentarse al Marsella. El siguiente paso de esta deriva violenta se vivió el pasado 2 de diciembre, cuando un aficionado del Nantes fue asesinado durante un enfrentamiento con hinchas del Niza. Las peleas entre aficiones rivales se han convertido en habituales en el campeonato galo, y han llevado al Gobierno francés a señalar a varios equipos, prohibiendo los desplazamientos de sus hinchas. La medida estuvo cerca de afectar al Sevilla en su último desplazamiento de Champions a Lens, pero la premura de la decisión provocó que finalmente no tuviera efecto.
España no se libra de los incidentes violentos. El pasado martes, la Policía Nacional detuvo a 34 personas en Sevilla, Pamplona y Málaga acusados de participar en una pelea entre aficionados violentos de Osasuna y Sevilla previa al encuentro que enfrentó a ambos equipos el 23 de septiembre en El Sadar. Se
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