Fútbol / MundiaL
Una España de diez, a la final del Mundial
La selección demuestra una soberbia puesta en escena ante Suecia y convicción para rubricar su pase a la lucha por el título; marcaron Salma y Olga (2-1)
La elegancia de pies y cabeza de Irene Paredes
![Alexia, durante el partido ante Suecia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/08/15/alexia-suecia-efe-R001oDZUNhVCBdLd4SdW3xJ-1200x840@abc.jpg)
Creía el vestuario en que este sería su Mundial. Y ya está España en la final. Luchada desde el primer día, quizá desde el primer día de aquella primera edición de 2015, y confirmada contra Suecia, a quien se logró apagar en la primera mitad y de quien se sobrepuso cuando todo parecía abocado a la prórroga. Hay convicción, buen juego, alternativas, confianza, goles y 23 jugadoras que no bajan los brazos, ni aunque marquen ellas en el 85, ni aunque marquen las rivales en el 89. Esta España cree y juega y vence. Este es su Mundial. Y están a solo un paso.
España 2 - 1 Suecia
Semifinales
- España Cata Coll; Ona, Paredes, Codina, Carmona; Tere, Aitana, Alexia (Salma, 57); Mariona (Esther González, 90), Jenni, Alba (Eva Navarro, 73).
- Suecia Musovic; Bjorn, Ilestedt, Eriksson, Andersson; Rubensson (Hurtig, 85), Angelda; Kaneryd (Schough, 77), Asllani, Rolfo, Blackstenius (Blomqvist, 77)
- Goles 1-0, Salma, min. 81; 1-1, Blomqvist, min. 88; 2-1, Olga Carmona, min. 89.
- Árbitra Edina Alves (Brasil).
Había abrazos y risas en el túnel de vestuarios antes de salir a los ejercicios de calentamiento. Pero mucha seriedad en Jenni y en Aitana, concentradas en un partido, otro partido, que podía significar la entrada en una final de un Mundial. Es esta España compacta que se lo cree una versión un día mejor que el anterior, como si cogiera las virtudes de las demás mientras se enfrenta a ellas y las añade a su repertorio. Ante Suecia fue así, pero las suecas, llegaron aquí como si no, como sin hacer demasiado, y siempre están ahí, con el peligro atado a la bota en cualquier zarpazo.
Asustaba la altura de las suecas, la tercera media más alta del campeonato; y las jugadas a balón parado; y Musovic, un fortín en la portería. Pero España salió sin miedo, presionando en el centro del campo, con calma en la defensa, con Alexia y Aitana. Con intentos de romper las líneas en las botas de Mariona, otro partidazo de la mallorquina por la banda izquierda. Por la derecha también apretaba Ona, con una Aitana que juega con balón igual de bien que sin él.
Y las primeras ocasiones llegaron por el lado español, con Olga que volvía a la titularidad poniendo un balón a Alba Redondo que no pudo rematar con claridad, y con un disparo desde lejos que salió por centímetros. «Yo soy español, español, español» se oía en Eden Park, lleno hasta la bandera porque no podía haber una semifinal más atractiva.
Había respeto por parte de España, y se vio en dos jugadas esporádicas, un cabezazo de Blackstenius, y una de esas cabalgadas de Rolfo marca de la casa con la que se llevó a cuatro jugadoras antes de que se atragantara con Irene Paredes, quién si no.
Pero estaba concentrada España, ni un despiste en la línea defensiva para dejar a las suecas inferiores en el centro y en fuera de juego cuando intentaban penetrar. Y esta activa España, con una Aitana que dio otra muestra de la calidad que tiene. Recortó con la derecha y no se lo pensó, zurdazo que trastabilló un poco a Musovic en el despeje. Y eso que Aitana no es zurda. Un aviso de los gordos. Y otro más minutos después, con una Alba Redondo que le dejó el balón a Jenni, pero se vio sorprendida por la contundencia de la defensa sueca. Un fortín amarillo. Pero un martillo rojo.
Como en todo este Mundial, parecía que todo se definía por lo que jugara España. Países Bajos asustaba y quedaron anuladas; Suecia también tenía herramientas de sobra, pero quedaron minimizadas ante las ideas claras de las de Vilda. Estiró la línea defensiva y buscó entre líneas por el centro cuando los extremos parecían atascados. Se la jugó Aitana, quién si no, de disparo desde lejos y, aunque no acertó a la portería, sí eran más señales de que España estaba ahí, muy cerca.
Suecia, agazapada porque no podía hacer otra cosa, apeló a Rolfo como revulsivo en los últimos minutos de la primera mitad. Un disparo desde lejos, una incursión por la izquierda y un remate certero que despejó rapidísima de reflejos una Cata Coll que parece haber nacido para encuentros como este. Se temían esas jugadas a balón parado que Suecia ensaya y ensaya y ensaya. Ocho de los once goles que sumaba antes de este encuentro llegaron así. Pero seguía España firme, más calmadas las jugadoras que los aficionados incluso.
No obstante, Suecia empezaba a empujar, a dar muestras de que tenía listos los colmillos. Más estiradas, más verticales y más rápidas, llevaron la batuta también en los primeros instantes de la segunda mitad. Vilda intentó sorprender, dejar a Alexia (ovación) en el banco, que había estado muy tapada, por una Salma que imprimiera velocidad por la banda derecha y descontrol en la cabeza de las suecas.
Salma revolución
También las de Gerhardsson mantenían la compostura, y el peligro, con un balón que se recorrió el área fruto de una bonita pared entre Asllani y Kaneryd, que acertó a tocar Cata Coll. Pero fue otro acierto el cambio de Salma, un rayo dentro del área. Incidía España en las bandas, balones largos y la zancada de la zaragozana para llevar el peligro. Se cantó un gol en las gradas de la zona norte de Eden Park en una jugada que inició Aitana, recogió Jenni, que cedió a Salma y remató Alba desde el suelo. Pero el balón había tocado las mallas por fuera.
«Salma, Salma, Salma», gritaba la grada, encantada con esta chica de 19 años que ha hecho grande el fútbol español. Un gol suyo, galopada por la banda izquierda, recorte y disparo con la zurda, materializó el pase a las semifinales. Y un gol suyo llevó a España a la final. De otra manera, pero igual de efectivo.
Jenni, siempre Jenni, la más veterana, centró al punto de penalti, un balón suelto que a Salma se le antojó un caramelo. Remató la zaragozana, la más joven, con la derecha y batió a Musovic por bajo. A siete minutos para el final.
Suecia, que decíamos siempre está ahí, puso a prueba a España, como ya lo hiciera Países Bajos en los cuartos. Si las neerlandesas marcaron en el minuto 90+1, las suecas lo hicieron en el Blomqvist remató un pase de Hurtig que ponía el empate en el 89. Pero si está España está en la final del Mundial es por cosas como esta, porque no se vino abajo tampoco con ese aguijón postrero de Suecia.
Al contrario, se fue hacia arriba, con todo. Hasta conseguir la jugada, el córner que puso en juego Tere Abelleira, brillante Mundial el de la gallega, y no se lo pensó Olga Carmona. Disparo desde fuera del área con el pie, la cabeza, el corazón y la convicción de todo el vestuario. Golazo, ante la poderosa Musovic, que no llegó al larguero para despejarlo.
Se desató la locura, aunque aún hubo que esperar unos minutos más para abrir el champán, y las lágrimas. Enorme partido el de España, enorme Mundial el de España. En la final de este que ya es «su Mundial». Y que siga la fiesta.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete