Fútbol
El enfado de Laporta en el palco: gestos, voces y una bandeja de canapés por los aires
Según informó Catalunya Ràdio, el presidente azulgrana no le gustó nada el pinchazo de su equipo en casa ante el Granada
Xavi, realista tras la nueva debacle: «El título de LaLiga está difícil y hoy más»
Hace solo una jornada del calendario el Fútbol Club Barcelona parecía levantar la cabeza. El empate del derbi madrileño del Bernabéu y un pequeño bajón del Girona le acercaba al líder, al sorprendente conjunto catalán que dirige desde el banquillo Míchel, e incluso adelantar en la tabla al Atlético de Madrid. Pero este domingo el panorama para el club azulgrana cambió sensiblemente.
Los de Xavi Hernández no pudieron pasar del empate (3-3) ante un Granada que transita por los puestos de descenso de la Liga y se quedan ahora a diez puntos del Real Madrid y a cinco del Girona, además de desaprovechar el pinchazo del Atlético en Sevilla para abrir hueco con los rojiblancos en la tercera plaza de la tabla.
Este nuevo drama deportivo en el estadio Lluís Companys parece que pudo con la paciencia de Joan Laporta, presidente azulgrana, que según Catalunya Ràdio acabó indignado con el 3-3. «Si el técnico del Barça reconoció que el título liguero «está dos puntos más difícil» y reconoció que el equipo tuvo fe, coraje y ganas pero fue insuficiente, el mandamás culé dio rienda suelta a su enfado en la zona noble del recinto de Montjuic. Según la emisora catalana Joan Laporta, entre gestos y alguna voz más alta que otra, incluso habría hecho volar bandejas de canapés en el antepalco, molesto por el resultado del partido.
Sin Supercopa, Copa y Liga
Las aguas bajan revueltas en la entidad azulgrana, que en las últimas semanas ha dicho adiós a varios títulos y ha visto a su entrenador anunciar su marcha a final de temporada. El presidente, desilusionado, ya no bajó al vestuario después de la derrota de Copa del Rey contra el Athletic Club.
Queda por ver si este irritado Laporta es capaz de mantener su palabra de seguir con Xavi Hernández en el banquillo del primer equipo hasta final de la presente temporada. El mal juego, los pésimos resultados y la actitud de los futbolistas podrían obligarle a reconsiderar su postura.
Sobre su reacción, fuentes del Barcelona explican que más que por el resultado, el enfado del presidente vino provocado por algunos improperios que recibió en la zona noble del estadio. También que en esta ocasión, pese a la decepción del empate, bajó a los vestuarios tras el partido para charlar con Xavi, algo que adelantó el propio técnico tras el partido.
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