EL BISTURÍ
Entrenamientos individualizados en la lucha contra las lesiones
Suenan a salmodia aquellas voces que piden una disminución en el número de partidos y en la intensidad de los mismos. El fútbol ha cambiado
Gavi o una máquina de picar carne
Es como si la lesión de Alaba hubiera puesto sobre la mesa el gato muerto del incremento de las lesiones en el fútbol. Son ya nueve lesiones de ligamento cruzado anterior las que han sucedido en la presente temporada. De seguir a este ritmo ... se batirían todos los registros conocidos hasta ahora.
El incremento de las lesiones en los meses de septiembre y octubre, donde hemos contabilizado 80 y 90, respectivamente, no tiene precedentes, tampoco la importancia de las mismas. Y claro, el mundo del fútbol intenta buscar explicación y, con menos convicción, remedio a esta situación. En el problema subyace la pérdida de la protección que proporciona el entrenamiento estructurado, que se concreta en la práctica desaparición de las pretemporadas, que ya no se utilizan como un entrenamiento blanco, que servía de transición entre la inactividad de las vacaciones y el ritmo vertiginoso de la competición.
El calendario actual, que conlleva un aumento de las horas de exposición, una internacionalización que abarca ya al mundo entero en muchas de sus competiciones y las tan traídas y llevadas ventanas de la selección aumentan seriamente los riesgos de lesión.
El deterioro del entrenamiento invisible del jugador que se concreta en la dieta y el descanso, así como los horarios de los partidos en continuo cambio y el mal estado de muchos de los campos en que los jugadores disputan los partidos, también derruyen la protección que para el jugador supone un entrenamiento estructurado.
La competición no va a disminuir su intensidad. Los calendarios no se van a acortar. Suenan a salmodia aquellas voces que piden una disminución en el número de partidos y en la intensidad de los mismos. El fútbol ha cambiado. No así las estrategias de los clubes para afrontar esta nueva época. Continuamos sabiéndonos de memoria las alineaciones de nuestros equipos. No entendemos que para cabalgar los calendarios de este nuevo fútbol son necesarias nuevas estrategias de entrenamiento. Seguimos sin individualizar la puesta a punto de cada jugador y nuestras plantillas, en términos generales, no están lo suficientemente equilibradas como para poder dosificar los minutos de nuestras estrellas.
¿Estoy yo equivocado o el fútbol es un deporte de equipo?
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