Alto riesgo en el Pizjuán

Sudó el Sevilla para sujetar tres puntos y eso que pasada la hora de partido ganaba por goleada (3-0). Pero los sucesos de los últimos treinta minutos del encuentro argumentaron la grandeza de este deporte. Luis Fabiano se había estrenado en la Liga con dos goles, Kanouté había marcado el primero de su doblete y la expulsión de Navarro transformó un duelo siempre caliente. Llorente cabeceó el 3-1 y nada más sacar de centro se produjo un robo de balón, un ataque vizcaíno y una mano tonta de Konko. Llorente lanzó desde el punto fatídico, Palop rechazó su disparo, pero el goleador de la selección cazó el rebote y anotó el 3-2 de la emoción.

Lo malo es que Clos Gómez y uno de sus ayudantes se erigieron en protagonistas. Un linier señaló como penalti un choque reglamentario entre Negredo y Ustaritz. Kanouté colocó el 4-2. Se creía salvado el cuadro hispalense cuando Javi Martínez realizó una penetración como las de Dani hace treinta años y Gabilondo sumó el 4-3 en un bonito testarazo. La tensión regresó a las gradas. Pero no había tiempo para más. Clos, que lleva una temporada aciaga, pitó el final.