El baúl de los deportes
«Cataluña no es España, es otra cosa y eso hay que sentirlo»
Thierry Henry, futbolista francés del Barcelona, provocó un enorme revuelo político y social en febrero de 2009
Lo de «ganar sin bajarse del autobús», ¿un invento de la prensa madridista?
Thierry Henry en su etapa como futbolista del Barcelona
«A carcajada limpia, entre tanta tensión, entre tanto partido, Thierry Henry sonríe, degusta su mejor momento desde que llegó hace año y medio al Barça y reflexiona sobre lo mucho que le ha costado llegar hasta aquí». Así arranca el primer párrafo de una ... entrevista con el entonces futbolista del F.C. Barcelona publicada el 27 de febrero de 2009 en 'La Vanguardia'. Una vez leídas las respuestas al cuestionario, concretamente una de ellas, carcajadas y sonrisas se difuminaron. Tensión, en cambio, sí hubo. Mucha. Y un considerable revuelo político y social, derivado de una sorprendente afirmación de monsieur Henry, extemporánea y sin relación alguna con la práctica deportiva.
Procedente del Arsenal inglés, 'Titi' (su apodo) Henry (Les Ulis, Francia, 17 de agosto de 1977) había aterrizado en la Ciudad Condal la temporada anterior como uno de los jugadores estelares de la Premier y del fútbol europeo. El Barça pagó 24 millones de euros por su fichaje y 30.000 personas acudieron el 25 de junio de 2007 a ver en directo su presentación oficial en el Camp Nou.
Delantero de extraordinaria calidad, llegó con la misión fundamental de revitalizar a un equipo desnortado y deprimido. En su primer curso como azulgrana (2007-08), el panorama del Barça apenas mejoró y él fue uno de los más criticados por ello. El club catalán no ganó ningún título, así que en mayo de 2008 el presidente, Joan Laporta, decide cambiar de entrenador. Y hace una apuesta arriesgada: despide al holandés Frank Rijkaard y le da la batuta a un inexperto Pep Guardiola, hasta entonces técnico del filial.
Tras dos meses iniciales de adaptación y de bastantes dudas, el equipo se asienta y en noviembre se encarama a un liderato liguero del que ya no se apearía. El último fin de semana de aquel febrero de 2009, el Barça aventajaba en siete puntos al Real Madrid, segundo, pero acababa de perder el derbi ante el Espanyol en casa (1-2) y afrontaba un partido muy importante con el Atlético en el Vicente Calderón (25ª jornada).
«Cataluña es una nación»
La entrevista de 'La Vanguardia' a Henry tenía como percha principal esa difícil cita en Madrid y, a la vez, los periodistas firmantes aprovecharon la ocasión para interesarse por las sensaciones del galo durante el año y medio que cumplía como jugador blaugrana. De ahí la pregunta: «¿Está en el momento más dulce desde que llegó a Barcelona?» Y la respuesta: «El equipo está jugando mejor, se disfruta más... He jugado bien, he marcado goles en partidos importantes y ha cambiado un poco la opinión sobre mí... El año pasado fue una sucesión de circunstancias. Llegué lesionado, por mi culpa jugué, forcé y no debía. Volverme a ganar a la gente era difícil, no estábamos jugando bien, entender también el juego era difícil. Cambiar de sitio, aprender una nueva lengua también cuesta».
Al hilo de ese último apunte personal de Henry, el entrevistador insiste: «¿Le costó mucho adaptarse?» Y Thierry, no se sabe muy bien por qué, mezcla varios conceptos sin aparente relación entre sí y suelta la bomba dialéctica: «Lo que pienso es esto: Catalunya no es España, es otra cosa y eso hay que sentirlo. El Barça es otra historia. Cuando llegas aquí del Arsenal te sorprende ver a tanta gente, es un shock. Hay que vivirlo para entenderlo. En Inglaterra es otra mentalidad. Cuando salí de allí después de ocho años, estaba asombrado, pero después de ocho meses, cuando ya no me dolía la espalda, tenía que volver a ganar confianza y ganarme a la gente».
La frase de marras se convirtió en titular impactante en prensa, radio, televisión e Internet. Y es que hace 15 años el contexto político era complicado. Por resumir, en junio de 2006 había entrado en vigor el polémico Estatuto de Cataluña aprobado por el Gobierno socialista que presidía José Luis Rodríguez Zapatero. Abundaban los debates, las declaraciones políticas y las manifestaciones ciudadanas a favor y en contra de ese acuerdo. De hecho, uno de los puntos más polémicos de dicho 'Estatut' en su redacción inicial fue el artículo 1.1 del Título Preliminar aprobado por el Parlamento catalán, en el cual se afirmaba rotundamente: «Cataluña es una nación».
Esa aseveración desapareció en la redacción final aprobada por las Cortes Generales, pero aún quedaban más artículos controvertidos, lo que llevó al Partido Popular a presentar un recurso contra dicha norma por considerarla inconstitucional. En febrero de 2009, el Tribunal Constitucional todavía no había comunicado su resolución al respecto y el 'Estatut' seguía siendo asunto primordial de la agenda política diaria. De ahí la conmoción que provocó la frase de Henry.
Joan Laporta, independentista
A todo ello había que añadir el perfil político del presidente del Barcelona. En 1996, Joan Laporta apoyó la fundación del Partit per la Independència (Partido por la Independencia), y en 2010 creó Democracia Catalana (DCat), formación de idéntico carácter independentista. En esa línea, Laporta ha utilizado siempre que ha podido la potente imagen del Barça para abogar por el separatismo, sobre todo en el escaparate internacional.
Tras publicarse la entrevista, en el vestuario del Barça los compañeros de Henry bromearon gritándole «¡catalán, catalán!»
De ahí las reacciones a las palabras de Henry. «Al igual que en su día hizo su antiguo compañero Oleguer Presas, Thierry Henry también ha creído conveniente mezclar fútbol con política –se lee en ABC–. En su día, Oleguer ya fue objeto de polémica por su decidido apoyo a las selecciones catalanas y su marcado carácter independentista… El propio presidente culé, Joan Laporta, también se ha manifestado en innumerables ocasiones a favor de las selecciones catalanas, y recientemente ha sido nombrado asesor de la Generalidad de Cataluña para su plan de política exterior».
«El pasado diciembre, un grupo de futbolistas vascos, entre los que se encontraba toda la plantilla del Athletic de Bilbao, emitió un comunicado en favor de llamar 'Euskal Herria' a la selección vasca. El 28 de ese mismo mes, se convocó una manifestación con el lema 'Euskal Herria una nación, una selección, una federación', y a la que también asistieron representantes del Athletic, la Real Sociedad y el Alavés».
El alboroto fue tal, que al día siguiente 'La Vanguardia' publicó una noticia expresamente redactada para matizar las palabras del atacante francés: «Lo que dije de que Catalunya era algo diferente a España no es mi opinión, sino lo que yo percibo como un sentimiento de mucha gente que vive en Cataluña. No de toda, pero sí de una parte. Cuando hablé sobre ello me refería a lo que yo veo, lo que veo que aquí siente mucha gente».
Bromas en el vestuario culé
En dicha información (28 de febrero de 2009), el diario barcelonés añade: «Thierry Henry se despertó ayer con su nombre en todas las radios y hasta en el vestuario azulgrana, donde bromearon con gritos de 'catalán, catalán' después de sus declaraciones. Durante la larga conversación con este diario, el jugador azulgrana explicó lo que había supuesto su adaptación a Barcelona y habló de las diferencias que percibía cuando hablaba con la gente y oía sus opiniones. 'Pero no es la mía. Yo no soy de aquí, no puedo opinar sobre cosas políticas y no lo hago nunca', explicó Henry sin intención de rectificar sus palabras, sólo de explicarlas un poco mejor…».
«El delantero francés aclara que para él siempre ha sido importante integrarse allá donde ha ido a jugar como profesional lo más pronto posible y por eso ha tratado de entender primero la realidad inglesa y londinenses y desde su llegada en el 2007 la realidad social catalana. 'Para entender dónde estoy tengo que sentir lo que siente la gente, para comprenderla mejor, para saber por qué a veces la gente dice ´jo sóc català´ (yo soy catalán), pero lo que comenté no era mi visión', insiste…».
«Sus declaraciones, o al menos la frase a priori que podía ser más polémica, tuvieron mucho impacto, también en Francia, donde el jugador insiste que nunca habla de política… 'El otro día le decía a Alexander Hleb que si un día a él en Bielorrusia o a mí en París nos dicen que vamos a jugar sólo un partido con el Barça eso sería un sueño. Ahora tenemos la suerte de llevar la camiseta, somos conscientes de lo que es jugar para el Barça, es un honor. Pero antes de vestir la camiseta hay que entender el club, entender la ciudad', concluye».
«Lo que dije no es mi opinión, sino lo que yo percibo como un sentimiento de mucha gente que vive en Cataluña. No de toda, pero sí de una parte»
Thierry Henry
Futbolista del Barça (Febrero de 2009)
Estas puntualizaciones eran reclamadas incluso por algunos sectores y personalidades de la sociedad catalana. Por ejemplo, José María Minguella, conocido agente de futbolistas estrechamente relacionado con la dirección deportiva del Barça, escribió lo siguiente en 'El Mundo Deportivo': «Leer esta declaración/aclaración de Henry me llenó de tranquilidad y de satisfacción... Yo me había manifestado muy contrariado por lo que parecía una injerencia del jugador francés en el sentimiento de cualquier catalán. Respeto todas las opiniones, creo que así debe ser, pero no he aceptado nunca la intrusión del deporte en el mundo de la política. Gracias, pues, a Henry por su respeto a la realidad catalana y por su afirmación de que no opina de política, ni siquiera sobre aquellos temas que le puedan afectar personalmente. Como debe ser».
Las rotundas afirmaciones de Minguella fueron ratificadas por varias encuestas que realizaron algunos medios de comunicación en Internet. Así, la mayoría de participantes en las mismas también consideraron que los futbolistas –y cualquier deportista- no deben expresar públicamente sus opiniones políticas.
La tormenta fue amainando y llegó la calma. O, más bien, sobrevino otra atronadora tempestad, en este caso exclusivamente futbolística, que apagó cualquier distracción extradeportiva. Aquel Barça de hace 15 años perdió el citado partido ante el Atlético de Madrid (4-3, con doblete del propio Henry), pero acabó proclamándose campeón de Liga… y de todos los torneos en los que participó. Firmó así el famoso sextuplete: Liga, Copa, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de clubes.
Thierry Henry prolongó otra temporada su estancia en el club catalán, que también ganó la Liga 2009-10. Después, el francés hizo las maletas y cruzó el Atlántico para finalizar su carrera deportiva en el New York Red Bulls (2010 a 2014).