Las burradas machistas que tuvieron que soportar y leer las primeras futbolistas españolas
Hace 109 años, el Spanish Girl's Club jugó varios partidos en Cataluña pese a la incomprensión y críticas sexistas de buena parte de la sociedad
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![La plantilla del Spanish Girl's Club dividida en dos equipos, Montserrat (de blanco) y Giraldas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/07/20/SpanishGirls(licenciaCC)-RYv6cvbk4LwKBRXv2fj6dZM-1200x840@abc.jpg)
En un país donde las mujeres ni siquiera podían votar, un puñado de valientes heroínas tuvieron la determinación y los arrestos suficientes para juntarse, formar un equipo y jugar por primera vez un partido de fútbol. En 1914, ellas y Paco Brú, su líder ... y entrenador, sortearon numerosos obstáculos para hacer historia del balompié femenino en España. Antes, durante y después aguantaron todo tipo de comentarios machistas sobre la que hasta entonces había sido inédita actividad atlética de las mujeres.
La influencia inglesa en un deporte recién nacido en dicho país y en plena expansión por todo el mundo hizo que aquel equipo adoptara un nombre tan explícito como exótico en la España de principios del siglo XX: 'Spanish Girl´s (chicas españolas) Club'. Meses antes existió otro club en Barcelona cuya directiva estaba formada exclusivamente por mujeres, pero sus jugadores eran hombres.
Según se lee en un reportaje publicado por el Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), el Spanish Girl´s fue el primer club en el cual «las mujeres tomaban protagonismo en el terreno de juego; se trató además de un club perfectamente organizado que disponía incluso de local en la sociedad 'L´Amistat' de la calle Consell de Cent (Barcelona)».
Como ya se ha dicho, el artífice de este histórico proyecto fue Francisco Bru Sanz, polifacético personaje que fue futbolista del Barça y del Español, árbitro, empleado del Ayuntamiento de Barcelona y seleccionador de España en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 y de Perú en el Mundial de Uruguay 1930. Este peculiar emprendedor contó por escrito lo vivido en aquella pionera experiencia hace 109 años.
Vestimenta e higiene
Bru hizo un llamamiento dirigido a mujeres interesadas en jugar al fútbol y se presentaron unas 50... acompañadas de sus madres: «Pedí a las chicas que abandonaran la sala porque quería hablar con las mamás. Se quedó también un varón que, hablando en italiano, me dijo que era el marido de una de las jóvenes. Entonces les pregunté a las madres qué ropa interior llevaban sus hijas. El revuelo que se armó no es para ser descrito. Y les dije: 'Si ustedes creen que debajo del uniforme que van a usar para jugar voy a permitir que lleven camiseta, camisa, corsé y todas esas cosas están equivocadas. No permitiré que lleven más ropa interior que unas prendas muy finas con arreglo a las exigencias de la higiene. ¡Ah! y después de los partidos estarán obligadas a ducharse en el vestuario'. Se escandalizaron nuevamente y se armó otro revuelo de madre y muy señora mía».
El alboroto de las mamás fue una broma comparado con la reacción de la mayoría de padres, hermanos y, sobre todo, maridos de algunas de las aspirantes a futbolistas. Muchos de ellos —y también bastantes mujeres del entorno familiar de aquellas osadas deportistas— las tildaban de «marimachos». Bru, con paciencia infinita, trataba de corregirles usando el término «sportwoman (mujer deportista)» a modo de cebo lingüístico que sonaba técnico y moderno. En ese ambiente, no extraña lo ocurrido en el primer entrenamiento. «Tuve que amenazarlas con entrar yo en el vestuario si no se duchaban todas», señalaba el entrenador. En cuanto al juego en sí mismo, les enseñó algunos conceptos tácticos. «Y no lo hacían mal», aseguraba.
El 9 de junio de 1914 se disputó en el estadio del Español de Barcelona el primer partido de fútbol femenino documentado en España
Tras 45 días de entrenamientos en el campo del club barcelonés TBH (Tomás Bracons e Hijos), el 9 de junio de 1914 se disputó en el estadio del Real Club Deportivo Español de Barcelona el primer partido de fútbol femenino documentado en España. Las componentes del Spanish Girl´s Club se dividieron en dos equipos —llamados Montserrat (camiseta blanca) y Giralda (de rojo)— y fue el propio Bru quien, ejerciendo de árbitro, dio el histórico pitido inicial a las 17:15 horas. El encuentro había sido organizado a modo benéfico a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis y fue presidido por el Capitán General de la Región, el general César Víctor Augusto del Villar y Villate, a quien acompañaba su hija. Ganó el Giralda (2-1).
El tratamiento que le dieron los periódicos de la época a una cita histórica oscila, salvo excepciones, entre escaso y lamentable. Se escribieron crónicas en las que ni siquiera coinciden los nombres de las jugadoras participantes y noticias con párrafos o apuntes cuyo tufo machista abochorna.
Periodismo sexista abochornante
Sin duda, el texto más sonrojante lo publicó 'El Mundo Deportivo' (11-6-1914) bajo el titular «Las niñas futbolísticas». El texto es tan breve, afortunadamente, como deplorable: «Anteayer, en el campo del Español, jugose el primer partido de futbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día se parangonaron con el fuerte…Era, por su naturaleza, esperado con cierta expectación, siendo presenciado por un público regular y por el capitán general de la región, que acudió con su bella hija Carmen. Las jugadoras estuvieron a la altura que les correspondía, notándose en el comienzo del encuentro bastante azaramiento, que fue desapareciendo hacia el final… Esta primera actuación de la mujer en el viril futbol no nos satisfizo, no sólo por su poco aspecto sportivo, sino que también porque a las descendientes de la madre Eva les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones, que eliminan la gracia femenil».
«Marimachos», «sexo débil», «gracia femenil» o «bello sexo» fueron algunos de los términos escuchados en los estadios y escritos en los periódicos de la época
La crónica de 'El Diluvio' (10-6-1914, pg. 26) se ajusta más a los cánones deportivos, pero también contiene varios tics sexistas: «Las debutantes se presentaron correctamente vestidas de pantalón bombacho, blusa y media alta. El problema principal en la indumentaria femenina, el peinado, lo resolvió cada cual a su manera, si bien resulta, como más práctico, cortado a la romana. Las footbalistas demostraron en general haber aprovechado las lecciones del entrenador y, teniendo en cuenta los pocos días que han empleado, hicieron mucho más de lo que era de esperar.
La impresión producida por el partido es que el sexo femenino no permite las carreras rápidas que exige el juego; en cambio, si se adiestran en la combinación y el dribling podrán lograr un juego que no dejará de tener su sello peculiar. Notose cierto mayor dominio en la defensa izquierda de ambos equipos y las interiores derechas también demostraron conocer el secreto de hacer goals. No se marcó ningún Offside (fuera de juego) ni Handball (mano), de los que hubo la mar. Deban evitarse en las melees empujarse con los brazos y no tener miedo a la pelota cuando va directa al pecho, pequeños detalles que, indudablemente, dada la inteligencia del señor Bru, se corregirán en los sucesivos partidos. El propio señor Bru actuó de referee (árbitro) y los equipos se componían como sigue:
Montserrat: Emilia Paños, Concha Ferrer, Dolores Bondía, Dorotea Alonso, Juanita Paño, Emilia Calvo, Josefa López, Emilia González, Rosita Just, Pilar Carratalá y Presentación G.
Giralda: Mercedes Azul, M . Palermo, Esperanza Binode, Mercedes Queralt, N . N., Narcisa Colom, Natividad Miquel, María J. Almó, X. X., Leocadia Guerra y Clotilde Rodríguez.
Terminó el partido con el resultado de 2 a 1 favorable al Giralda. Las señoritas han sido contratadas para celebrar tres partidos en Palma, dos en Sabadell, tres en Valencia, uno en Reus, uno en Tarragona y además en Pamplona durante las Fiestas de San Fermín».
Impecable es la reseña —en catalán— de 'El Poble Català' (10-6-1914), en la que se pueden leer interesantes apuntes futbolísticos: «En resumen, un partido bastante bonito sobre todo en la segunda parte, en la cual ambos bandos realizaron jugadas magníficas. Del equipo blanco destacamos al medio centro, que juega admirablemente, la extremo derecho y la portera; y de las rojas, la interior derecha y la portera».
En Madrid y el resto de España el primer encuentro de fútbol femenino pasó desapercibido. O casi. Baste como ejemplo el breve publicado por 'La Correspondencia de España' (11-6- 1914): «Han debutado con buen éxito dos equipos de football, formados por señoritas. Estas se portaron bizarramente, llamando la atención de la concurrencia que asistió al acto. El partido fue a beneficio de la Asociación contra la tuberculosis». Ni más ni menos.
Pese a todo y por encima de todo, el proyecto del Spanish Girl´s Club iba en serio. Así lo reflejó casi un mes después el 'Diario de Reus' (4-7-1914): «El 26 de Junio dedicaron un extraordinario partido al Excmo. Ayuntamiento de Barcelona, que fue jugado bajo la protección y con asistencia del mismo en el campo del F.B.C. España, disputándose una valiosa Copa donada por el Excelentísimo Sr. Alcalde accidental de aquella ciudad D. Juan Pich y Pon. El distinguido público barcelonés llenó a rebosar el campo del España para admirar el bello juego que desarrollaron el Montserrat y el Giralda. Antes de que salgan de Cataluña para emprender su veraniega tournée por España y demás naciones europeas, la junta del Club Deportivo de nuestra ciudad ha visto triunfar sus propósitos de obtener que los equipos femeninos jueguen mañana un reñido partido en su campo de sports situado en el camino de. Salóu, lindante con la estación del Tranvía. Es digna de loa la Junta del Club Deportivo que no repara en sacrificios para proporcionarnos festivales tan importantes como lo es el que habrá lugar mañana, pues nuestro Reus, y especialmente sus distinguidas señoritas, a las que el partido va dedicado, podrán admirar el cultivo del sport de football por el bello sexo, acto que tan sólo ha sido posible contemplar en contadas ciudades del mundo, pues los dos primeros equipos son oriundos de Inglaterra y no hace más allá de cinco meses que propagan el cultivo del football en la mujer».
El reportaje de CIHEFE confirma esos dos encuentros citados en el 'Diario de Reus' y enumera varias actuaciones más del pionero conjunto femenino: «los dos equipos del club prosiguieron con sus partidos amistosos durante la primavera y el verano de 1914: 11 de junio (empate a uno); 14 de junio en Sabadell (campo del Atlètic): Montserrat, 4–Giralda, 1 con homenaje y ovaciones en la ciudad vallesana incluidos; el 21 de junio viajaron a Mataró (campo del Tiro Nacional); el 29 de junio disputaron un nuevo encuentro en Barcelona (campo del España) con victoria del Montserrat 2-1; el 6 de julio se disputaría el primer partido de fútbol femenino fuera de la provincia de Barcelona. En Reus (Tarragona) 'ante numerosa y distinguida concurrencia': Giralda, 2–Montserrat, 0… No tenemos más noticias del Spanish Girl´s Club. Parece que se negoció la posibilidad ya apuntada de que jugaran en Pamplona un partido que serviría para inaugurar el nuevo campo del Punching Club, pero no se concretó».
El intento de despegue del fútbol femenino en España fue cortado de raíz por un terrible acontecimiento internacional. «Para nuestra desgracia estalló la Primera Guerra Mundial justo cuando íbamos a emprender una gira por Francia –explicó Francisco Bru–. El Spanish Girls, después de Bélgica, fue la primera víctima de la guerra».
Fue una pena, pero la gesta deportiva ya era una realidad para siempre. Para calibrar la dimensión histórica de este acontecimiento futbolístico con perspectiva femenina basta con recordar que desde aquel partido entre el Giralda y el Montserrat todavía habrían de pasar 18 años, 10 meses y 14 días hasta que, el 23 de abril de 1933, todas las mujeres españolas pudieron ejercer por vez primera su derecho a votar.
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