Fútbol
El brutal poder de los ultras en el fútbol francés: 13.000 partidos con incidentes violentos en 2022
La violencia y el chantaje en el fútbol galo se han convertido en una tragedia nacional
La extorsión ultra dinamita al Marsella
![Ultras del Niza invaden el césped para intentar agredir a futbolistas del Marsella](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/09/22/ultrasalvarogonzalez2021EP-Rwzz68hQQaXENFEqztPZnZO-1200x840@abc.jpg)
La extorsión ultra que ha provocado la dimisión de Marcelino García Toral, como entrenador del Olympique de Marsella (OM), y amenaza el futuro de Pablo Longoria, presidente, y de Frank McCourt, propietario del club, «solo» es un nuevo indicador de ... la deriva violenta del fútbol francés, entre las agresiones físicas y el chantaje mafioso.
Con mucho pudor y prudencia extrema, García Toral, Longoria y McCourt, han denunciado el «clima intolerable» que vive el OM, evitando contar por lo menudo una realidad inquietante, desde hace años.
Según William Nuyens, sociólogo, sumando las violencias que se suceden en los partidos nacionales e internacionales de los grandes equipos y los millares de equipos de aficionados, más de 13.000 partidos se vieron afectados por la violencia física el año pasado.
La Federación Francesa de Fútbol (FFF) y el muy oficial Observatoire national de la délinquance et des réponses pénales (ONDRP) confirman esas cifras y llevan varios años insistiendo en la agravación del problema de fondo.
Durante la temporada pasada, un partido entre el Auxerre y el Saint-Etienne terminó con intervenciones militares, gases lacrimógenos y la detención de más de 200 hinchas, participantes en una gigantesca batalla campal, a garrotazos y pedradas.
«Catástrofe nacional»
Son célebres las crisis violentas entre «enemigos históricos», como el Marsella - PSG, el Lens - Lille, el Niza - Marsella. Desde hace un quinquenio, sucesivos gobiernos han denunciado esa «catástrofe nacional», culminación de un largo rosario de enfrentamientos que nadie ha podido prevenir, ni las fuerzas de seguridad del Estado ni los responsables de la seguridad en los campos de fútbol de Francia, de los más grandes a los más modestos.
Según William Nuyens, los orígenes de la violencia, dentro y fuera de los campos de fútbol, es siempre la misma: «Los hinchas de los grandes equipos, y los hinchas de los equipos más modestos, de aficionados, en pequeños pueblos de provincias, son siempre víctimas de la misma, la ignorancia, el fanatismo, el extremismo, de extrema izquierda y de extrema derecha, coqueteando con los grupúsculos neo nazis, en bastante casos».
El caso del Olympique de Marsella (OM) ocupa un puesto eminente en esa tragedia nacional. Marsella se ha convertido en la ciudad más violenta del Mediterráneo occidental, donde los enfrentamientos entre bandas de traficantes de armas y seres humanos se cobraron este año más de un centenar de muertos. Al mismo tiempo, el equipo tiene siete grandes clubs / asociaciones de hinchas, nacionales, y una veintena de clubs / asociaciones extranjeros. Todos compiten en radicalismo «identitario».
La historia del Commando Ultra '84 está salpicada de incidentes violentos. Tras un enfrentamiento del OM con el Atlético de Madrid, el 2008, algunos de sus dirigentes fueron encarcelados.
El South Winners 87 se presenta como «asociación antifascista». Detalle que no evita la violencia. Miembros del club han protagonizado batallas campales contra cabezas rapadas franceses, alemanes e ingleses.
El Club des Amis de l'OM defiende su actitud «pacífica». Pro su griterío ensordecedor, en las gradas del campo de fútbol marsellés, pueden ser proclamas de activismo que corren el riesgo de los desbordamientos en el terreno de juego.
Fanatics se define con su nombre: Fanáticos… con una nota patriótica local, esgrimen las banderas regionales de Marsella y la Proveza, «tierra patria» donde el resto de los humanos somos poco menos que «extranjeros». Dodger's también compite en ese terreno «patriótico» local.
Marseille Trop Puissant se define como un proyecto «integrador» con «vocación social» en algunos barrios de la Marsella más pobre y víctima de la violencia.
Rivalidades temibles
Ninguno de esos clubs / asociaciones de hinchas del OM tiene el monopolio de la violencia y el chantaje. Pero la competencia, entre ellos, atiza rivalidades temibles para quienes no se «someten» al dictado de sus opiniones, de una arbitrariedad indiscutible, si no se desea tener problemas de todo tipo.
Desde hace veinte años, el cáncer de la violencia física ha provocado un rosario de desastres y tragedia. La evolución del problema de fondo, en Marsella, ha desvelado otro rostro no menos inquietante: el chantaje físico puede incluir amenazas de muerte o apaleamientos, pronunciadas en un tono tabernario; y son perfectamente compatibles con el chantaje o la extorsión documental, amenazando con hacer «revelaciones» (sexuales y fiscales), amenazando con «aumentar» la presión, con campañas de difamación.
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