Del beso a Jenni a los negocios con Piqué, la «cocaína en el maletero» o el presunto espionaje: todos los charcos de Rubiales al frente de la RFEF
El presidente está más que nunca en el foco de la polémica y las peticiones de dimisión se multiplican, pero en cinco años en el cargo han sido muchos los fuegos provocados
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El fútbol español arde con la polémica generada en torno al beso que Luis Rubiales le dio de manera inapropiada y fuera de lugar a Jennifer Hermoso, máxima goleadora de la historia de la Selección española femenina, durante la ceremonia de premiación del Mundial que las futbolistas de Jorge Vilda acababan de conquistar.
Un beso en los labios que se ha convertido en epicentro del debate nacional por su completa falta de decoro y respeto y que ha sido la gota que colma el vaso de los escándalos y charcos en la trayectoria de Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol.
Un camino que comenzó en 2018 cuando el que fuera presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) accediera al cargo gracias a un rotundo respaldo de los votantes que le eligieron por encima de Larrea.
Fue en mayo, cuando restaba aproximadamente un mes para el arranque del Mundial de Rusia y, con él, el primer gran charco de Rubiales.
La destitución de Lopetegui
Pudiera parecer que en aquel momento la polémica no resultara tal para muchos que, incluso dieron la razón al recién estrenado presidente Rubiales -quizá por el equipo que estaba de por medio-, pero su ocurrencia fue echar al seleccionador nacional a dos días -literalmente- del debut de España ante Portugal.
El técnico era Lopetegui y había fichado por el Real Madrid para cuando la cita mundialista concluyera; hecho que puede ser debatible pero que sirvió, sobre todo -y se ve con más claridad aún a toro pasado- para exponer sobre la mesa la personalidad de Rubiales: aquí mandamos yo y mis principios y ondearé la bandera de la ética según me convenga.
Después de la caída de España en octavos ante la anfitriona con Hierro al frente como solución de emergencia, Rubales seguía manteniéndose firme en cada una de sus opiniones y decisiones desde que tomó posesión.
Cambió a Sánchez Arminio por Velasco Carballo al frente del Comité Técnico de Árbitros y estableció en aquel año las bases de la que sería la nueva Supercopa -lo que conllevó una mediática polémica con el presidente del Sevilla, Pepe Castro-. Decisiones que, en su momento, parecían encarnar los aires de renovación que se pedían a gritos desde los últimos años de Villar.
Su guerra con Tebas
Tan antigua como su trayectoria al frente de la RFEF -cinco años ahora- es sla guerra que mantiene con su homólogo en la Liga, Javier Tebas.
Desde que se conocieron los resultados de las elecciones en las que Rubiales derrotaba a Larrea, el presidente de la competición doméstica advertía: «No está preparado para el cargo».
Rubiales afeó su «constante falta de respeto» y daba comienzo así una enemistad alimentada a lo largo de los años con cruces de declaraciones que vaces parecían enterradas con postureadas sonrisas ante las cámaras.
El enigmático «llueve sobre mojado» que Tebas ha tuiteado tras la polémica del beso a Jenni Hermoso no esconde en realidad mucho misterio: el presidente de la Liga ha querido fuera a su colega desde el minuto uno.
𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰𝘭𝘭𝘶𝘦𝘷𝘦𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘮𝘰𝘫𝘢𝘥𝘰. pic.twitter.com/ob4pjitVTl
— Javier Tebas Medrano (@Tebasjavier) August 21, 2023
Sus desavenencias sobre los horarios de los partidos -con especial discrepancia en el afán de Tebas por disputarlos en lunes y viernes- y su pelea por las competencias han sido la piedra angular de sus grescas, acrecentadas siempre por una animadversión personal que no siempre se han molestado en disimular.
Uno de los episodios que más han marcado la carrera de Rubiales en la RFEF y que es todo un clásico pop en Twitter es la rueda de prensa de explicaciones que ofreció tras el escándalo de la organización de la Supercopa en Arabia gracias al por entonces jugador en activo Piqué y los audios al respecto filtrados por 'El Confidencial'.
Piqué, los audios y el «mi hermana me partió las piernas»
Vayamos por partes. Rubiales se vio obligado a detallar la intrahistoria de la llegada de la competición al país árabe porque salió a la luz que había intereses económicos para un jugador en activo, Piqué, y para el propio presidente de la RFEF, que se vería beneficiado a nivel de dinero si al último escalón de la Final Four llegaban Madrid o Barça.
Un absoluto conflicto de intereses que, sin embargo, Rubiales negó pero que -oh, sorpresa- le llevó a tomar la decisión de eliminar de sus ganancias las variables que aportaban a su cuenta corriente más billetes si los dos clubes más importantes del fútbol español disputaban la final en Arabia.
Rubiales negó en todo momento que sus negocios con Piqué empañaran de alguna manera la competición o sus funciones al frente de la RFEF y lo hizo con un discurso que, como decíamos, es ya como el de Martin Luther King, pero mal.
«Yo soy un hombre normal de 44 años, de Motril, yo no tomo alcohol ni fumo pero no puedo garantizar que mañana me metan un saco de cocaína en el maletero [...] Soy un luchador, cuando yo nací, teniendo un mes, mi hermana cayó sobre mí y me partió las dos piernas. El médico le dijo a mi padre que «iba a ser de todo menos futbolista».
«Esto es una mafia, no creo que llegue el punto de que me encuentren 'tirao' en una cuneta con un tiro en la cabeza, pero me siento violado en mis derechos y si han hecho esto ¿por qué no me van a meter algo en el móvil o el maletero?», añadió, en toda una peliculera perorata en la que el siempre abanderado de la moral aseguró, cuestionado por el conflicto de intereses, que «cada uno tiene la suya porque somos 47 millones de españoles».
La presunta fiesta de Salobreña y su viaje a EE.UU
Los conflictos en los que se ha visto envuelto Rubiales le han llegado por todos lados, hasta de su propia familia. Su tío y exjefe de gabinete de la RFEF le denuncio en 2022 en Anticorrupción por haber costeado con dinero del organismo deportivo una fiesta en Salobreña «con 8 o 10 chicas jóvenes».
Rubiales negó categóricamente esta información destapada por 'El Mundo', pero devolvió igualmente el dinero a las arcas de la RFEF.
En la misma línea de la juerga salobreñera, la justicia se encuentra ahora investigando un presunto viaje con una mujer a Estados Unidos que Rubiales disfrazó como trabajo codo a codo con la ONU y la MLS.
El presunto espionaje a Aganzo
David Aganzo, exfutbolista que ostenta el anterior cargo de Rubiales, la presidencia de la AFE, presentó una denuncia ante la Guardia Civil por presunto esponaje por parte de Rubiales.
Aganzo aseguraba que había sido seguido por detectives, algo que el presidente de la RFEF negó categóricamente.
Esta batalla hizo temblar en 2022 los cimientos del fútbol español y colocó una piedra más en la trayectoria de un ya muy cuestionado Rubiales. Por sus formas, sus decisiones y su actitud endiosada.
El abogado de la RFEF admitió un año después el encargo de espionaje y dio por buena la información que había desvelado 'El Confidencial'.
¿Negreira?, el beso y la gorra
La lista de sonrojos, broncas, polémicas y escándalos de Rubiales -que nunca ha sido llamado al orden por el CSD, hasta ahora-, acaba, de momento, con el beso a Jennifer Hermoso que ha abierto a muchos los ojos.
El presidente de la RFEF, que aseguró que el vicepresidente del CTA, que recibió durante años pagos millonarios de un club de Primera División «no pintaba nada», sí que pinta y hasta colorea cuando se echa la vista atrás para hacer balance de una trayectoria plagada de charcos.
El hombre que se autofelicitaba porque «hasta que llegó la RFEF no había ni baños para las mujeres en Arabia» está en el foco de la polémica nacional por haber dado un beso sin consentimiento a una subordinada.
«El presidente de una institución tan importante como la federación tiene que tener más cuidado, sobre todo en este tipo de ceremonias», declaró en sus vagas disculpas en las que admitió -si es que este verbo es adecuado en este caso- que se había equivocado «seguramente».
Mientras sigue dando la impresión de que ni Rubiales sabe aún qué hizo mal y su departamento de prensa se inventa declaraciones de la futbolista afectada para reducir el ruido, las voces que claman por su paso al lado aumentan.
El viernes hay una Asamblea General del organismo que preside pero en los puntos del día ni se contempla una explicación oficial: más bien se espera que reciba el apoyo del grueso de los presidentes que conforman la Asamblea y que la vida siga sin más hasta que la lluvia moje fuerte de nuevo o dimitir deje de ser un nombre ruso para sobrevolar sobre la cabeza del hombre que presumió de «no llevar gorra».
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