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Barcelona 5 - sevilla 1

El Barça no tiene rival en España

Goleada azulgrana ante el Sevilla en el regreso de Gavi un año después

La Liga: clasificación y resultados

Lewandowski, en el momento de anotar el 1-0, desde el punto de penalti reuters
Salvador Sostres

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El Barça presionaba y el Sevilla enseguida enseñó que se defendería en un bloque bajo, por lo menos mientras durara el empate a cero. Cómo ha cambiado el Sevilla desde que ha perdido a sus buenos jugadores. Iñaki Peña casi de líbero, haciendo méritos contra el portero que fuma. El Sevilla, menos atrevido que en otros partidos. El Barça, con alegría, con ritmo, exhibiendo sus constantes vitales con orgullo, aunque acumulaba a demasiados jugadores por delante del balón y tenía pocas líneas limpias de pase. No salía el Sevilla pero en lo poco que tenía era más letal que los de Flick, que tenían problemas con los retornos de Balde. Lewandowski jugaba como una bailarina. Ansu, muñeca rota sin acierto.

No hubo representantes del Sevilla en el palco por el caso Negreira. Qué escenificación más ridícula de un club que pidió diez entradas al Barça para sentarse en la grada. Populismo barato sin consecuencias, y que claramente compromete la dignidad de los que intentan hacer ver que son los soldados de una causa por la que en fondo no dan la cara. El mismo motivo por el que fracasó el independentismo es esta comedia afectada de no ir al palco, ni al almuerzo de directivas, pero pedirle al supuesto «coco» que te pague las localidades de tus amigotes. Vergüenza ajena, y tan baja.

Los andaluces se defendían ordenadamente pero era difícil saber cuánto tiempo iba a resistir el ataque y gol local. En el 21, Peque cometió penalti sobre Raphinha, que de todos modos había hecho un muy mal control. La doble incompetencia benefició al Barça mucho más que su talento. Lewandowski agrandó su epopeya -saltito incluido- de esta temporada. Trece goles en doce partidos. Más que de futbolista, son cifras de amante. En el 27, también como un amor de todos los tiempos, Pedri desde fuera del área dibujó una preciosa parábola para dejar claro a García Pimienta que la noche era azulgrana. Puede que el control previo de Koundé fuera afortunado, pero el disparo de Pedri fue tan estético, y tan precioso, que ni manchó su hermosura que el portero tocara el balón antes de que entrara.

Lewandowski falló el tercero por la buena parada de Nyland, que merece un importante elogio porque no es que el remate del polaco fuera al muñeco o poco elaborado. No podía salir el Sevilla y entre Raphinha y Lewandowski marcaron el tercero. Delicado detalle de velocidad mental y definición de este jugador al que muchos quisimos retirar y francamente nos equivocamos. Sus estadísticas, dignas del mejor Messi.

El Barça empezó a jugar a placer, el Sevilla ni estaba ni le esperaba. El día anterior Laporta había conseguido el aval de sus socios para continuar con su demolición intencionada del club, para venderlo al mejor árabe. El mejor fútbol y la total destrucción institucional.

La segunda parte empezó con imponentes destellos de calidad de Lamine Yamal, que no tuvieron ninguna repercusión en el marcador, pero sí en la concepción que tenemos de este jugador tan fantástico. Su exterior recordaba a toques de Martí Filosia y de Kubala que sólo los más veteranos lectores de ABC pueden haber visto alguna vez en los estadios.

El Sevilla recuperó algo de nervio, intentó acortar distancias y la verdad es que era difícil defender con dignidad algo creíble con un marcador tan adverso, pero los de García Pimienta nunca dejaron de intentarlo. También en esto se basa el fútbol y hay que agradecer a los andaluces que tuvieran una actitud tan francamente honorable. El Barça relajó sus posiciones y facilitó que el contrario pareciera más peligroso de lo que en realidad era. Pero quien de verdad marcó fue Pablo Torre, y dos veces. Al Sevilla, sólo le quedó el gol del honor de Idumbo.

Hansi Flick reservó a Raphinha, a Lamine Yamal y a Lewandowski para el Bayern. Ansu Fati abandonó el terreno de juego dejando claro una vez más que si aún sirve para jugar al fútbol, desde luego no es en un equipo como el Barça. Tras once meses de ausencia, Montjuic celebró con todos los honores el regreso de Gavi.

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